¿Cuándo fue la última vez que Boca ganó la Copa Libertadores?

Inolvidable, la Libertadores 2007 fue, acaso, la mejor de todas las que ganó Boca durante aquella primera década del 2000 repleta de gloria. Con Miguel Ángel Russo en el banco y Juan Román Riquelme y Martín Palermo en la cancha, el Xeneize desfiló por América para levantar la copa por sexta y última vez.

Todo comenzó en diciembre de 2006, cuando al conjunto de La Ribera se le escapó, increíblemente, el tricampeonato. Luego de la salida de Alfio Basile a la Selección argentina, Ricardo La Volpe se hizo cargo de un equipo que tenía el título encaminado, pero que increíblemente lo perdió en una recordada final ante Estudiantes. Semejante tropiezo generó un cambio de entrenador, la subsecuente llegada de Russo y un golpe fuerte en el mercado de pases: el regreso de Román.

Peleado en Villarreal con Pellegrini, JRR regresaba a la Argentina para buscar la continuidad que no tendría en España y su presencia elevaba a un plantel probado que tenía un solo objetivo: volver a ser campeón continental. Material, sobraba: la experiencia de Ibarra, Clemente Rodríguez y Battaglia; el joven talento de Banega, Cadozo y Ledemsa; la calidad de Palacio... Era un plantel que tenía todo lo posible desde lo futbolístico y que la presencia de las dos máximas leyendas contemporáneas del club le brindaba un aura de mística incomparable.



El camino inicio complicado en el Grupo 7, en donde Boca se clasificó segundo en la última fecha. Estuvo muy cerca de quedar afuera: si Toluca no le hubiese ganado a Cienciano, podría haber sido eliminado. En octavos, superó con facilidad a Vélez y en cuartos se topó con un duro Libertad, a quien terminó venciendo como visitante en un gran partido de Riquelme.

En semifinales fue el recordado cruce con Deportivo Cúcuta: tras una estrepitosa caída en Colombia por 3-1, fue triunfo como local por 3-0 bajo una fuerte niebla que invadió el campo de juego. Los goles de Riquelme y Palermo (el 1-0 y el 2-0) prácticamente no se vieron en la cancha y apenas se pudieron observar por TV.

En la final, se encontró con el Gremio de Mano Menezes. Un equipo fuerte, pero alejado del lujo brasileño y que prácticamente no contaba con ninguna figura de renombre. Fue posiblmente la serie en la que el Xeneize tuvo menos dificultades a lo largo de todo el certamen: triunfo por 3-0 en La Bombonera, que casi selló la historia, y victoria por 2-0 en Porto Alegre para una noche de fiesta en Argentina. Quedarán en la memoria los tres goles (dos golazos) de Román y un abrazo con Palermo como gesto simbólico de una dupla inmortal.

Desde entonces, Boca llegó a dos finales más y cayó en ambas: la primera en 2012, ante Corinthians, y la última en 2018, ante River. La séptima, por ahora, se hace esperar.