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Minuto 42:10: historia del milagro de Eriksen en Copenhague

Minuto 42:10: historia del milagro de Eriksen en Copenhague
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Eriksen tuvo que ser reanimado sobre el césped del Parken Stadium tras desplomarse durante el partido ante Finlandia. Abandonó el campo consciente.

El tercer partido de esta Eurocopa transcurría más o menos como estaba previsto.

La animosa Finlandia, en su debut en una fase final tras toda una vida sin jugar un Mundial o una Eurocopa, se defendía como buenamente podía del acoso al que le sometía Dinamarca, una de las selecciones que apuntaba a ser la revelación del torneo. Era Christian Eriksen, el referente y de largo el jugador más talentoso del combinado de Kasper Hjulmand, el que lideraba la ofensiva hasta entonces infructuosa, en buena medida por la gran actuación del guardameta Lukas Hradecky. Tras una temporada y media difícil en el Inter, con un protagonismo decreciente. En Dinamarca sigue siendo el indiscutible rey y se le nota. Lo disfruta.

El guion, sin embargo, se iba a destrozar de una manera dolorosamente imprevisible. La última jugada del partido en casi dos horas iba a ser un ataque de Dinamarca cortado por Finlandia. Cómo no. Tras esprintar para realizar un desmarque, Eriksen se aproximó a la banda contraria a la de los banquillos para recibir el saque de banda de su compañero Joakim Maehle. El lateral puso el balón en juego y entonces ocurrió. En el minuto 42:10, el centrocampista del Inter pareció tropezar mientras el esférico le golpeaba en la rodilla y se desplomó de bruces, sin causa aparente, sin que nadie le golpeara. Él solo. En medio de la confusión, fue Thomas Delaney quien primero percibió la gravedad de la situación, solicitando con aspavientos que entraran en el campo las asistencias médicas.



La realización televisiva, por pura inercia, se centró en un primer plano de Eriksen, desvanecido sobre el césped. Su mirada perdida, mostrada a millones de espectadores en todo el mundo, estremecía. Un crudo y doloroso bofetón de realidad para volver a recordarnos que la vida está por encima de todo. El drama se instaló en el Parken Stadium de Copenhague, donde 25.000 daneses y fineses compartían con excelente sintonía una soleada tarde de fútbol.

Los médicos cruzaron el ancho del campo a la carrera, conscientes de que cada segundo podía ser crítico. Simon Kjaer, el capitán de Dinamarca, ordenaba a todos sus compañeros que se alejaran de Eriksen, mientras él le acompañaba en el momento que los sanitarios activaban el protocolo. Delaney, de nuevo el más lúcido en el dramático caos, enseguida instó al resto a colocarse de espaldas al jugador del Inter, formando una barrera humana para proteger su intimidad de las cámaras de televisión que había en el estadio. No pudo evitar, sin embargo, que se viera cómo los médicos le practicaban maniobras de reanimación cardiopulmonar. La hipótesis de una tragedia en vivo y en directo. Día para que la producción televisiva reflexione sobre el tratamiento ético del incidente.



Mientras todo eso ocurría, mientras Eriksen luchaba por su vida, los abrazos y las lágrimas inundaban las gradas del estadio de Copenhague. El estremecimiento se multiplicó cuando su pareja bajó al terreno de juego, sin acercarse a él. Kasper Schmeichel acudió enseguida a calmarla y consolarla. Poco después lo hizo Kjaer. Habían pasado ya 10 minutos en los que ya todo el mundo había olvidado que allí se estaba disputando un partido. Enseguida iba a ser suspendido por orden de UEFA, por puro sentido común.

Alrededor de un cuarto de hora después de su desvanecimiento, finalizadas las maniobras de reanimación, los sanitarios procedieron a evacuar a Eriksen en camilla, protegiendo su intimidad con dos enormes toallas blancas y una bandera de Finlandia y escoltado por todos sus compañeros. La incertidumbre se quebró, al menos en parte, cuando se difundió una fotografía de France Presse -la que acompaña a esta crónica- en la que se veía a Eriksen aparentemente consciente, con los ojos abiertos, mientras era retirado en camilla con una mascarilla de oxígeno. Un fotógrafo de Reuters, según informó la propia agencia, vio al jugador levantando el pulgar de forma tranquilizadora mientras era retirado.

Las redes sociales se llenaron enseguida de emojis de manos unidas en símbolo de oración, de mensajes de ánimo al futbolista del Inter. Cuentas oficiales de clubes y selecciones, jugadores de todo el mundo, dirigentes... Inglaterra cancelaba la rueda de prensa que iba a ofrecer Harry Kane, ex compañero de Eriksen en el Tottenham y gran amigo. Twitter eliminaba de inmediato el "hashtag" de Eriksen para proteger su intimidad en la medida de lo posible. Quien más, quien menos tenía en mente situaciones similares vividas en el pasado. Algunas solventadas en forma de susto morrocotudo, otras...

"ESTABILIZADO" Y "DESPIERTO"

Las informaciones oficiales sobre su salud, tremendamente tranquilizadoras, llegaron poco después. Hacia las 19.30 horas, unos 45 minutos después de su desvanecimiento, UEFA informaba de que Eriksen había sido trasladado a un hospital y que había sido «estabilizado». La federación danesa añadió que estaba «despierto», mientras que su representante corroboraba la información, añadiendo que Eriksen estaba acompañado en el hospital por su mujer y su padre y que podía hablar.

Mientras todo eso sucedía, los aficionados de las dos selecciones seguían en el estadio esperando noticias, con el corazón en un puño. Los finlandeses cantaban «Christian» y los daneses respondían «Eriksen». Ejemplar. Su espera no iba a ser en balde. Una vez que la vida del mediapunta dejó de estar en peligro, los jugadores de ambas selecciones, según explicó la UEFA, decidieron que se diera continuidad al partido. «Los jugadores querían seguir por Christian, han podido hablar con él -a través de videollamada- y les ha dicho desde el hospital que está bien», afirmó el presidente de la federación danesa.

Una hora y 45 minutos de que el drama comenzara, en un clima rarísimo, el fútbol se reanudaba en el Parken Stadium de Copenhague como si nada hubiese ocurrido. Y, pese al feliz desenlace -con victoria de Finlandia gracias a un gol de Pohjanpalo-, a expensas de que Eriksen continúe con su evolución favorable en las próximas horas, no hay forma humana de no sentir un insoportable escalofrío al escribir algo así. La última frase y todas las anteriores.

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