De la decepción del 2018, a la máxima gloria europea: ¡Viva Italia!

Giampiero Ventura salió por la puerta trasera y todo era oscuridad.

Ahora bien, Roberto Mancini llegó para darle un salto de calidad tremendo a la Azzurra y este domingo recoge frutos: es campeón de la Eurocopa, después de ¡53 años!

El proceso italiano es digno de admirar. Pasaron nueve años, cuatro entrenadores y un sinfín de talentos para volver a revestirse de gloria a nivel internacional.

Lejos queda ese ‘catenaccio’ en el que la defensa era lo primordial. Ahora, empujados quizás por la necesidad de ganar, se modernizaron y armaron un grupo que enalteció el juego directo, la intensidad e incluso por momentos la posesión. Un mix espléndido.

Ahora bien, los procesos no nacen de la noche a la mañana. Los aficionados tuvieron que comerse varias decepciones en el camino para llegar hasta este punto.

Desde aquel inolvidable título mundial en Alemania 2006, la Nazionale tuvo puntos bajos y uno que otro alto. Se fue en cuartos de la Euro 2008 y fue colera de su grupo, por detrás de Nueva Zelanda, en el Mundial de Sudáfrica 2010. Resultado, la salida de Marcelo Lippi.

Llegó Cesare Prandelli con aires de cambio. En la Eurocopa del 2012 logró ser subcampeón, pero en el Mundial 2014 su equipo se fue, por segunda vez consecutiva, en fase de grupos. Despedida fugaz, pero se empezaba a notar un cambio en el estilo.

Llegó Antonio Conte con todo el bombo. La mentalidad cambió por completo y se evidenció un fútbol mucho más ofensivo, sin dejar de lado la solidez defensiva. En la Euro 2016 llegaron hasta cuartos, pero los penaltis jugaron una mala pasada con Alemania.

El multicampeón con Juventus emigró, sin más, y en su lugar llegó el ya mencionado Ventura. Su gestión dejó a Italia por fuera de un Mundial luego de ¡60 años! Su última salida en falso había sido en Suecia 1958, curiosamente los suecos, sin Zlatan, los dejaron sin boleto a Rusia.

Luigi Di Biagio fue nombrado de forma interina, pero la confianza estaba por el suelo. Inmediatamente después llegaría Mancini. Su gestión desde el inicio fue abrumadora y en las Eliminatorias para la Euro fue primera de su grupo con puntaje perfecto, 30 de 30.

Ya en el certamen, repitió la dosis perfecta en el Grupo A con nueve de nueve. En octavos despachó a Austria (2-1), en cuartos a la poderosa Bélgica (2-1), en semis a España (penaltis) y en la final derrotó a Inglaterra en su casa (penaltis).

Con ello, el invicto italiano ya va en 34 partidos, estando así a tan solo uno del récord mundial que ostentan Brasil (1993-1996) y España (2007-2009). Si a lo anterior se le suma un título, perfección absoluta.

Una potencia se está despertando y ya dio su primer gran zarpazo. El Mundial de Catar 2022 aguarda...