VIDEO: ¡Barrios, Schelotto!

A lo largo del campeonato, este Boca de Guillermo padeció un problema que afecta a la mayoría de los equipos del fútbol argentino: el mal retroceso de los mediocampistas. Goles como el del agónico triunfo de Talleres o el del empate de Patronato dejaron expuesta esa carencia de los volantes xeneizes. Después de probar variantes para corregir ese déficit -todas fallidas como ubicar a Barrios de interior por derecha y por izquierda o incluso armar un doble cinco como ante Huracán-, el entrenador parece haber encontrado la solución en este triunfo ante Independiente: colocó al colombiano en su posición natural de volante central, un clásico cinco tapón, y ubicó a Gago y a Pablo Pérez como interiores bien definidos.

Con ese posicionamiento en la mitad de la cancha, Boca se vio beneficiado en dos aspectos claves del juego: ganó en marca, porque Barrios supo bien cuándo presionar más arriba y cuándo meterse entre los zagueros centrales (quienes estuvieron menos expuestos), y también en la generación de juego, ya que Gago y Pérez se sintieron más liberados en la ofensiva al tener las espaldas mejor cubiertas. El colombiano, además, también cumplió la función de ser el encargado del primer pase ante cada salida por abajo desde el fondo. Sin complicarse nunca, encontró casi siempre a Gago o a Pérez, en una zona en la que Boca gozó en la mayoría de las ocasiones de superioridad numérica. ¿Lo malo? Debió apelar a varias infracciones y su amarilla, a los 14 minutos del segundo tiempo por una muy fuerte falta a Barco, pudo haberla recibido antes.

En cuanto a Gago y Pérez, que en varios partidos habían evidenciado problemas en la transición ofensiva-defensiva, esta modificación táctica permitió que se preocuparan un poco más en el arco rival, aunque sin descuidar mucho el propio, y así se vieron los frutos en el ataque. Dos ejemplos: el gran pase profundo y preciso que le dio Gago a Pavón al comienzo del encuentro y la llegada al área de Pérez, una de las tantas que tuvo, en la acción que terminó en el penal del 1 a 0.

Sin Bentancur, a quien el Mellizo considera titular, Boca se acomodó mejor en el mediocampo, casi nunca quedó mal parado y elaboró juego en dosis más elevadas que en los encuentros anteriores.