Máxima concentración y clima de final anticipada en Boca

En la previa al empate del sábado, a Boca se le aproximaban tres partidos fundamentales para sostener firmes las aspiraciones al título: Estudiantes, River y Newell's. El equipo de los Barros Schelotto no dio un paso en falso, pero tampoco avanzó: dentro de las probabilidades, la victoria ante un equipo duro como Estudiantes no estaba asegurada. Sin embargo, los perseguidores siguen achicando la distancia. Entonces, la sensación es de una tensa calma, justo cuando en el horizonte xeneize aparece River.

La clave para obtener el campeonato ahora está puesta en el superclásico del próximo domingo, en la Bombonera. Claro que una fecha después el xeneize se enfrentará con Newell's, otro candidato. Pero el clásico con River esta vez tiene un peso superior al habitual y será importante para el futuro desde varios aspectos. En Boca ya lo toman como una verdadera final.

Ante todo, esta clase de partidos marca anímica y emocionalmente. Para bien o mal. Aquellos factores influirán a la hora de encarar los posteriores seis compromisos que restarán afrontar hasta el final del torneo. A partir del nuevo contexto que se formó debido a los dos puntos perdidos ante el Pincha, para los xeneizes el clásico será a todo o nada. Además, porque para los millonarios también el campeonato se sintetiza a este duelo: en el arranque de 2017 llegó a estar a 11 puntos del actual puntero, pero a unos días de verse las caras la distancia es sólo de 7 puntos, aunque River tiene un partido menos jugado. Por ende, en Boca también se mentalizan en ganar por ellos, aunque también para sacar de la pelea al rival de toda la vida.

Será fundamental para volver a despegar. Para retornar a la costumbre de ganar y aclarar que los malos pasos -impensados- ante Patronato y Atlético de Rafaela fueron sólo una pequeña racha adversa. También para recordar y confirmar esa presencia que supo marcar en otros partidos decisivos a fines de 2016: especialmente en las últimas fechas de la primera mitad del certamen, cuando deslumbró con las victorias consecutivas ante San Lorenzo, Racing y River.


Desde algún punto, esta edición crucial del superclásico también influirá en la continuidad de Guillermo Barros Schelotto como entrenador de Boca a partir de junio. Tanto el técnico como Daniel Angelici, presidente del club, dan seguridades con respecto a la firma del nuevo contrato que pondrá a los Mellizos un buen tiempo más en el banco de suplentes. Sin embargo, por algún motivo aún no se resolvió algo que desde las dos partes dicen que será un trámite sencillo. ¿La razón? Si el Mellizo no sale campeón, los dirigentes no tendrían suficientes argumentos para sostenerlo.

El partido con River también tiene una trascendencia muy grande para Fernando Gago. Desde que el capitán retornó de su segunda rotura de tendón de Aquiles izquierdo, es uno de los imprescindibles y con mayor ascendencia en el grupo. Sin embargo, y aunque fue demasiado importante con su simple presencia, no logró destacarse como en el anterior clásico, en el que por Carlos Tevez hubo victoria en el Monumental (4-2). Por eso, para el N°5 también este partido en particular. Se exige él mismo ser figura en un clásico como el que viene.

Lo mismo para los atacantes: en los que va del año, nunca lograron brindarle a la Bombonera la imagen que siempre esperan, la de ser picantes y explosivos. Benedetto es la excepción por la cantidad de goles que convirtió. Sin embargo, qué mejor que todos demuestren su potencial y justo ante River.

Por último, el encuentro del domingo será esencial para confirmar la importancia de obtener este extenso campeonato ante la imposibilidad de disputar la actual Copa Libertadores. Es que ganarle al conjunto millonario significaría tener prácticamente asegurado el boleto a la próxima edición de la competición continental. Situación que, además, podría arrastrar otra a favor: tener objetivos internacionales para 2018 haría muy factible la posible vuelta de Tevez tras jugar un año en el fútbol chino.

Se vendrá otra semana con prácticas a puertas cerradas, buscando máxima concentración: se podrán observar algunos movimientos mínimos durante el primer y

o segundo día de entrenamientos, pero los trabajos de fondo serán bajo máxima seguridad y tratando de despistar con formaciones y planificaciones.

'El del sábado fue un partido muy duro, pero anímicamente los jugadores terminaron bien', le confiaron a la nacion desde el cuerpo técnico de Boca. Pensando en lo que se vendrá, eso ya es una ventaja: la punta del torneo es xeneize. Por eso, creen que no hace falta optar por un incentivo especial: '¿Motivarlos con algún video? Nada de eso. Queremos ganarle a River jugando bien. Ése es el mensaje', dijo Guillermo.