Los desafios del Boca de Guillermo en 2018

El 2017 fue el año de la consagración para Guillermo Barros Schelotto como DT. No solo consiguió su primer título en Boca, sino que además logró conformar un equipo sólido, con su impronta y que se mantuvo en lo más alto del fútbol argentino durante todo el año. Sin embargo, el 2018 será aún más intenso y con varios frentes abiertos que le exigirán su mayor atenció desde el próximo 2 de enero, cuando el plantel y el cuerpo técnico vuelvan a verse las caras en Cardales.

TODO SIGUE IGUAL

Lejos está el Xeneize de comenzar un nuevo ciclo: la intención tanto de la dirigencia como del DT es que aquellos que fueron parte de este proceso continúen en el club, aunque, claro, habrá algunas excepciones y, por supuesto, caras nuevas. Wanchope Ábila es solo la primera de las incorporaciones que Guillermo y Daniel Angelici tienen en carpeta y será la primera misión del entrenador que aquellos que lleguen -¿Emmanuel Mas? ¿Julio Buffarini? ¿Gustavo Gómez?- se adapten rápidamente al nivel de exigencia que tendrán desde el reinicio de la Superliga.

ENFERMERÍA CERO

Aunque fue un año lleno de satisfacción, no terminó de la mejor manera. Los futbolistas llegaron con el tanque de reserva a los últimos partidos y, uno a uno, fueron cayendo. Paolo Goltz y Leo Jara fueron las últimas víctimas del trimestre fatal, que arrancó en octubre con Fernando Gago y al que en noviembre se sumó Darío Benedetto. Aunque sus plazos de recuperación varían, será de vital importancia recuperar a su columna vertebral de la mejor manera, pero, también, lo más rápido posible. Por eso, de hecho, los cuatro ya están en Buenos Aires trabajando en Casa Amarilla junto al cuerpo médico y los preparadores físicos para acelerar los tiempos.

REINVENTARSE OTRA VEZ

Con casi la mitad de sus titulares lesionados y lejos de llegar al inicio de la pretemporada de la mejor manera, el técnico comenzará a evaluar, tanto en los primeros entrenamientos de fútbol como en los amistosos veraniegos que ya tiene confirmados, cómo podrá reemplazarlos sin resentir tanto el rendimiento que lo llevó a estar un año como líder del torneo. Se impone la presencia de Ábila, pero también la sobresale la necesedidad de que empiecen a llegar los rerfuerzos...

UNA FINAL PARA LOS LIBROS

El primer desafío futbolístico llegará cuando, a principios de marzo, Boca y River deban disputar la Supercopa Argentina. Si bien es un título que todavía no tiene una importancia preponderante, que sea un Superclásico le dará la jeraquía necesaria para marcar cómos será el principio del año tanto para el Mellizo como para Marcelo Gallardo. Hasta ahora, la única final jugada entre ambos quedó en manos del Xeneize con el recordado pero perdido gol de Suñé.

LA OBSESIÓN



El 1 de marzo a las 21:30 en el Estadio Alejandro Villanueva, en Lima, comenzará la ilusión. Boca arrancará la Copa Libertadores ante Alianza Lima, cuya competencia se extenderá durante la fase de grupos antes de que se termine la actividad de cara al Mundial de Rusia. El último partido será en La Bombonera el 16 de mayo, fecha para la cual Guillermo y compañía esperarán estar clasificados a los octavos de final.

VA POR TODO

En mayo, además, terminará la Superliga. Una Superliga que solo conoció al Xeneize como líder y que el propio técnico advirtió, allá por agosto de 2017, que también entraría dentro de sus planes. 'Hace mucho que no hay un bicampeón y nosotros intentaremos repetir', aseguró en una conferencia de prensa previo al inicio del certamen. El 2018 lo arrancará mirando a todos desde arriba ya tres puntos de San Lorenzo. El desafío, claro, será mantenerse en la doble competencia, algo que siempre resultó dificultoso.