Las dudas y las certezas de Boca

'En Boca todo es duda', dijo Juan Román Riquelme hace unas horas, pero Guillermo Barros Schelotto sí pudo conseguir algunas certezas a lo largo de los seis partidos que disputó el Xeneize durante enero y febrero, aunque no logró resolver los problemas que viene sosteniendo el equipo desde el año pasado.

Por lo pronto, el Mellizo pudo sacar algunas conclusiones positivas de lo que fue un verano con altibajos. La principal es que como respuesta a la poca efectividad, Walter Bou logró mantener su racha goleadora, confirmando su gran momento y que ya merece ser considerado por encima de Darío Benedetto. Con el tanto de esta noche ante el Sabalero, llegó a los 15 en 27 encuentros.

El buen nivel sostenido de Gago, la imagen positiva que dejó Wilmar Barrios y el desequilibrio de Centurión son las otras buenas noticias para el DT, que tendrá que definir si en la delantera sostiene a Pavón o si le da la confianza a Junior Benítez, que entró bien esta noche y que mostró cosas interesantes en los otros amistosos.

Como contrapunto, la defensa se mantiene frágil. A pesar de que Eduardo Domínguez dejó casi solo a Nicolás Leguizamón arriba, eso le alcanzó para complicar a la zaga central. Vergini y Tobio no cambiaron la ecuación y en varias ocasiones quedaron mal parados o cometieron errores que le facilitaron al local generar peligro sin atacar demasiado. El flojo retroceso de Fabra y Peruzzi, junto con algún desorden en el mediocampo, tampoco ayudó.

Así, el Xeneize ¿cerró? la pretemporada con una sonrisa, aunque no puede confiarse: todavía está lejos de ser el equipo de las últimas fechas del semestre pasado. La misión para el entrenador, entonces, será recuperar ese nivel. Uno que no mostró ni en enero ni en febrero.