El falso 9 del Mellizo

Pero lo que el propio Mellizo tiene preparado para esta tarde no tiene demasiados precedentes. A falta de Benedetto (convocado a la Selección) y de Bou (se recupera de una lesión muscular y ni viajó), con Wanchope y el Chelo Torres cedidos y el pibe Colidio vendido a Italia, el DT se juega un pleno total con Oscar Benítez, su pollo, quien nunca jugó un partido entero en ese puesto.

Junior, que se formó como volante y luego se convirtió en wing, es un hombre del riñón de Guillermo. El Melli no lo hizo debutar, pero sí le dio rodaje, lo consolidó en Primera y de su mano jugó varios de sus mejores partidos. El tema es que su capacidad goleadora no es precisamente su mayor virtud. En 135 partidos marcó nueve goles. Uno cada 15 juegos.

“En Lanús terminé como extremo por izquierda, en esa posición jugué la final con San Lorenzo y lo hice bien. Pero también he jugado mucho como volante, así que puedo hacer ese recorrido que se les pide a jugadores de mis características”, se definió al llegar a Boca. A favor suyo, los partidos que más se le recuerdan fueron todos como atacante. En contra: ninguno lo jugó de 9. O extremo o de segunda punta.

Admirador de Román, Verón y Lampard (sí, todos volantes), picante en el uno contra uno y de muy buen juego aéreo, en Boca elevó su promedio de gol a uno cada cinco partidos: además de mojar en su debut frente a Aldosivi (amistoso), la metió contra a Talleres y el Rojo, ambos en la Bombonera. Y un dato: los dos fueron dentro del área chica. ¿Por qué no tenerle fe?