Barros y Schelotto

¿Alcanza con la media inglesa para pelear? Si bien Guillermo respondió que un “no” seco cuando le consultaron por esta situación, los números marcan que ganar adentro y rascar puntos afuera no bastan para animar el torneo. Habiendo ganado sus tres partidos como local y cosechado dos empates y una derrota de visitante, hoy el equipo marcha octavo en la tabla, a cinco puntos de Estudiantes, el único líder del torneo.

Orion era el arquero; el Cata, el capitán y máximo referente del plantel; Insaurralde, un indiscutido en la defensa; Palacios atravesaba su mejor momento en el club y Osvaldo era el 9 de un equipo que venía de caer de local ante Atlético Tucumán y necesitaba ganar para salvar la cabeza de su técnico. El Vasco Arruabarrena resistía como podía y Guillermo acababa de rescindir su contrato con el Palermo la última vez que Boca sumó de a tres de visitante. Le ganó 1-0 a San Martín, en San Juan, y se acomodó en la tabla en el arranque del Transición. El Vasco dirigiría dos partidos más y la derrota ante Racing por la Libertadores (en Avellaneda) lo eyectaría del banco. Con el Mellizo, Boca recuperó su mística en la Bombonera. Con titulares goleó a varios rivales y no perdió un sólo juego ni siquiera con suplentes. En cambio, los resultados y el nivel del equipo fue otro en condición de visitante. Sólo ganó por Copa (a Cerro y la Academia) y en el torneo sacó el 12% de los puntos en juego: tres empates y cinco caídas. Difícil.

El Melli, lógico, no es el padre de todas las derrotas. Lógicamente tiene su responsabilidad, pero no todos los partidos fueron iguales. En esos ocho encuentros, por ejemplo, hubo tres en los que el ajustado calendario lo obligó a poner mayoría de suplentes (0-2 con Tigre en Victoria, 0-1 ante Argentinos en el Diego Maradona y 1-3 frente al Pincha, en La Plata). El debut fue 0-0 en el Monumental, con sólo un par de prácticas en el cargo; luego llegaron dos caídas con Lanús y los dos últimos empates, ante Godoy Cruz en Mendoza y el del domingo contra Tigre en Victoria. En todos esos duelos jugaron los titulares, aunque no siempre con el mismo esquema ni la misma idea. Y la principal diferencia estuvo en ese tercer volante que juega detrás del 9. De local, el cuerpo técnico suele apostar por un equipo más ofensivo, con cuatro delanteros definidos, mientras de visitante opta más por un tercer volante, como supieron ser Castellani o Pachi Carrizo.

El del fin de semana fue, quizá, el mejor partido de Boca en esa condición en lo que va del ciclo GBS. Generó más de media docena de situaciones y mereció mucho más que el empate, aunque recién pudo convertir sobre el final y dejó escapar la chance de acercarse a la punta. Ahora vendrán 15 días que servirán para ajustar detalles. Por suerte, contra Sarmiento va en la Bombonera...

YO DIGO: ROBERTO MOUZO

'Está cómodo en la Bombonera'

Muchas veces nos ha pasado, incluso en mi etapa de futbolista, que en condición de local teníamos enfrente a un rival que se proponía aguantar los primeros veinte minutos y después te complicaba. Hoy la situación es otra: con el empate ante Tigre, el Boca de Guillermo sigue confirmando una mayor comodidad en la Bombonera. En el juego y en las individualidades. Un ejemplo claro fue el partido con Belgrano. Con uno menos, y sin Tevez, terminó goleando. Y otro caso es el de Benedetto, que más allá del trébol se soltó y mostró su mejor versión con Quilmes. Mucho tiene que ver la Bombonera, que motiva a los nuestros y achica a los rivales. Aunque Guille no encuentre con regularidad la respuesta que espera, el empuje del hincha trae soluciones. Queda ajustar cosas para revertir la racha de visitante.

YO DIGO: JORGE RIBOLZI

'Guillermo debe encontrar el 11'

Es muy difícil encontrar el por qué de esta racha adversa jugando como visitante, aún sabiendo que Guillermo plantea un equipo muy ofensivo. Sin embargo, hay pequeños factores que son fundamentales. Uno de ellos es la zona del mediocampo, a la que veo muy confusa. Hay mucho juego, cierto. Pero no se ve la importancia del 5 clásico de Boca. Otra es el protagonismo: este Boca no logró todavía tener ese protagonismo que Guille supo inculcarle a Lanús que tanto me gustó ver. No está teniendo la contundencia que mostró de local, y la causa principal es no haber encontrado el mejor equipo posible. Me gustaría ver un 11 que no se modifique al siguiente partido, más allá de las circunstancias como la expulsión de Tevez. Lo positivo es que de visitante las chances de convertir están. Hay que tener paciencia.