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SCHELOTTO

Barros Schelotto, en su hora más incómoda
Lidera las encuestas del desencanto de los hinchas.
La situación de Boca, sin Copa Libertadores en 2017 y con Tevez en medio de dudas, expone al DT como el principal responsable para la gente
Es algo bien nuestro. Que excede, en realidad, el ámbito del deporte, del periodismo, del fútbol, de los medios. La búsqueda de un responsable, de un culpable, frente al fracaso puntual. O la frustración por no haber alcanzado una meta determinada. Este caso es Boca, lo que provoca un revuelo mayor: hace tiempo que deglute despistes, mientras su colega, River -a pesar de los vaivenes de los últimos tiempos- pasea con orgullo algunos trofeos internacionales en los dos últimos años. Boca, en realidad, lo tiene todo: Carlos Tevez, un emblema y, tal vez, el instrumento más determinante de nuestro medio; un plantel de cierta jerarquía, y un conductor que reúne dos conceptos esenciales en el juego del balón: capacidad y sentimiento. Aquí, entonces, está la cuestión. Después de quedar de rodillas en la Copa Argentina -derrota por 2 a 1 contra Rosario Central mediante- y de quedar al margen de la próxima Copa Libertadores -una obsesión de siempre y más aún, luego de que el elenco millonario la ganara en 2015 y que quedara tendido contra el sorprendente Independiente del Valle durante esta temporada y en su casa-, se presentó, puntual, el universo de las encuestas. Y en todas, televisivas y gráficas, radiales y digitales, Guillermo Barros Schelotto surge como el principal responsable. El culpable.
Ni los jugadores (juzgados de supuesta debilidad en los partidos vitales) ni los dirigentes (señalados por los repetidos despistes futboleros), simplemente el ídolo de pantalones cortos, bajado del pedestal del otro lado del rectángulo.
Hace ocho meses que volvió a la Bombonera, escenario en donde disfrutó de páginas de gloria, de párrafos de emoción. Nunca le encontró la vuelta de rosca a la formación; el equipo, por momentos, juega peor que en la última etapa de Rodolfo Arruabarrena, que logró dos títulos locales, el campeonato y la polémica Copa Argentina 2015; dispuso de 34 formaciones diferentes; no descubrió una base, ni siquiera una idea; armó, tal vez a su pesar, un plantel desbalanceado, y extravió la mejor versión de Tevez. Nunca Apache brilló con el Mellizo, ni goleador, ni el número 9, siempre en la orilla de la depresión.
'No hablé con Carlos, pero la motivación siempre está y tiene que ver con defender esta camiseta. Tomaré unos mates y charlaré con él ahora en España (Boca jugará un amistoso con Sevilla). Pero si se va, es para retirarse, tengo esa sensación. No sé si puede ocurrir ahora', cuenta Daniel Angelici, el presidente, otro de los señalados. Apache, en principio, será titular mañana en el choque contra Gimnasia LP, en el Bosque. Un regreso que, para Guillermo, envuelve otro tipo de sentimientos.
Angelici, en realidad, siempre lo buscó. Antes de la vuelta menos pensada del Virrey, antes también de la presencia de Arruabarrena, Guillermo era el tipo ideal para el mundo Boca. De alentadora primera etapa en Lanús y de deslucido último tramo, el Mellizo sufre sus despistes y... los desplantes de un plantel sin rebeldía.
-¿Si el DT no fuera un ídolo, sería más cuestionado?
-Probablemente.
-¿Cómo se sale de esto?
-Todos saben que a los Mellizos los quisimos hace tiempo y tienen todo nuestro respaldo. Esto se resuelve con tiempo. Todos podemos tener distintos puntos de vista, pero los dirigentes confiamos en que van a levantar al equipo.
Angelici confía en la retórica y sospecha de la realidad. Después del Lobo, Boca jugará con Rosario Central (L), San Lorenzo (V), Racing (L), River (V) y Colón (L). Un suplicio de presiones. En una íntima charla con la nacion, el DT giraba en la relatividad del cariño. 'Creo que los hinchas, con respecto a mí, están en una posición de expectativa', rubricó. Cambió todo: el fútbol desnuda hasta a los ídolos
Ni los jugadores (juzgados de supuesta debilidad en los partidos vitales) ni los dirigentes (señalados por los repetidos despistes futboleros), simplemente el ídolo de pantalones cortos, bajado del pedestal del otro lado del rectángulo.
Hace ocho meses que volvió a la Bombonera, escenario en donde disfrutó de páginas de gloria, de párrafos de emoción. Nunca le encontró la vuelta de rosca a la formación; el equipo, por momentos, juega peor que en la última etapa de Rodolfo Arruabarrena, que logró dos títulos locales, el campeonato y la polémica Copa Argentina 2015; dispuso de 34 formaciones diferentes; no descubrió una base, ni siquiera una idea; armó, tal vez a su pesar, un plantel desbalanceado, y extravió la mejor versión de Tevez. Nunca Apache brilló con el Mellizo, ni goleador, ni el número 9, siempre en la orilla de la depresión.
'No hablé con Carlos, pero la motivación siempre está y tiene que ver con defender esta camiseta. Tomaré unos mates y charlaré con él ahora en España (Boca jugará un amistoso con Sevilla). Pero si se va, es para retirarse, tengo esa sensación. No sé si puede ocurrir ahora', cuenta Daniel Angelici, el presidente, otro de los señalados. Apache, en principio, será titular mañana en el choque contra Gimnasia LP, en el Bosque. Un regreso que, para Guillermo, envuelve otro tipo de sentimientos.
Angelici, en realidad, siempre lo buscó. Antes de la vuelta menos pensada del Virrey, antes también de la presencia de Arruabarrena, Guillermo era el tipo ideal para el mundo Boca. De alentadora primera etapa en Lanús y de deslucido último tramo, el Mellizo sufre sus despistes y... los desplantes de un plantel sin rebeldía.
-¿Si el DT no fuera un ídolo, sería más cuestionado?
-Probablemente.
-¿Cómo se sale de esto?
-Todos saben que a los Mellizos los quisimos hace tiempo y tienen todo nuestro respaldo. Esto se resuelve con tiempo. Todos podemos tener distintos puntos de vista, pero los dirigentes confiamos en que van a levantar al equipo.
Angelici confía en la retórica y sospecha de la realidad. Después del Lobo, Boca jugará con Rosario Central (L), San Lorenzo (V), Racing (L), River (V) y Colón (L). Un suplicio de presiones. En una íntima charla con la nacion, el DT giraba en la relatividad del cariño. 'Creo que los hinchas, con respecto a mí, están en una posición de expectativa', rubricó. Cambió todo: el fútbol desnuda hasta a los ídolos
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