Quién es y cómo juega Nicolás Orsini, el primer refuerzo de Boca

Lejos de los grandes reflectores con los que se alumbra a los que emigran al fútbol del exterior, la historia de este delantero cordobés es una de mucho más sacrificio que éxito. Una que, a sus 26 años, podrá escribirse, por primera vez, en los grandes escenarios. Y es que solo restan detalles para que sea el primer refuerzo de Boca para la segunda mitad de 2021.

Sin embargo, Orsini podría haber llegado mucho antes."Vinieron Ramón Maddoni, Horacio García y Mauro Bianchi, el hijo de Carlos, que era representante. Con mi papá les dijimos que era muy pronto para irme y les prometimos que cuando cumpliera 15 años iría a probarme. Fui y quedé. Es más: paré una semana en la pensión de Casa Amarilla. Pero creí que no iba a poder adaptarme a la vida en Buenos Aires y me volví para el pueblo", contó en una entrevista en Olé.

Nació en Morteros y es categoría "94. Tras decirle que no al Xeneize, hizo inferiores en el club del pueblo, Tiro Federal de Morteros, equipo que militaba en el Torneo Argentino B. Dio el salto a Atlético de Rafaela en 2013, en donde debutó en Primera División de la mano de Jorge Burruchaga. Agarró algo de regularidad en el Torneo de Transición 2014, con Roberto Sensini al mando, y también en el Campeonato de Primera División, con Leo Atrada en el banco. Sin embargo, su sequía goleadora (apenas cuatro goles en 36 partidos) lo obligaron a buscar nuevos horizontes.

Se fue bastante lejos, literalmente al otro lado del mundo: pasó libre al Tokushima Vortis, de la segunda división de Japón, que a su vez debió cederlo para no exceder el cupo de extranjeros. Así, terminó en el FC Anyang, que también militaba en segunda categoría, pero de Corea del Sur. Allí sí llegó a jugar: fueron siete encuentros y un festejo antes de irse al Horn. En Austria completó, por primera vez, una temporada: disputó 28 cotejos y marcó dos veces. Tras otro breve paso por el fútbol japonés en el Fagiano Okayama, decidió pegar la vuelta a Sudamérica. Para ese entonces, tenía solamente 23 años.



En el primer semestre de 2018 jugó en Sportivo Luqueño, en donde tampoco pudo ganarse la titularidad, pero sí sumó minutos importantes: marcó cuatro goles y, además, tuvo su primera experiencia internacional en la Copa Sudamericana. En el segundo, volvió al país para ponerse la camiseta de Sarmiento. Fue la mejor decisión que pudo haber tomado, ya que allí tuvo la campaña que volvió a ponerlo en los planos principales: 11 tantos en 29 compromisos para llevar al Verde de Junín a la final por el ascenso, en donde perdió ante Central Córdoba.

A mediados de 2019, firmó libre en Lanús, lo que derivó en un conflicto judicial por parte del club juninense por la supuesta ejecución de una opción de compra. Ese juicio, de hecho, aún está en curso. "Creemos que podría haber cometido un delito de estafa", le comentó Ignacio Farías, abogado de la institución, a Doble Amarilla cuando explotó el escándalo. "No pueden ser tan caraduras de decir que me compraron el pase, si ni siquiera se pusieron al día con mi sueldo”, respondió el jugador en su momento.

En el Grana le costó hacerse con el puesto hasta fines del 2020, cuando pudo empezar a jugar junto al Pepe Sand. Si bien lleva 59 partidos con Zubeldía, en solo 22 fue titular, de los cuales 21 fueron luego del parate por coronavirus. Desde entonces, lleva 10 goles, aunque solo tres fueron en este 2021. Mostró su mejor versión en la Copa Sudamericana 2020, en donde anotó seis tantos y llegó a la final, aunque luego cayó ante Defensa y Justicia.

Todavía resta la confirmación oficial por parte de los clubes, pero Boca habría llegado a un acuerdo con Lanús: dos millones de dólares más los préstamos de Agustín Obando y Gonzalo Maroni por el 50% de su ficha. Parece caro. Y lo es, al menos para el mercado local. Para ver si lo vale o no, habrá que esperar.