GONZALO MARONI
VIDEO: Maroni, el pibe que hace soñar a Boca
espn.com.ar
02/05/2017
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Hace 21 años, un chico llamado Juan Román Riquelme debutó con la camiseta de Boca en La Bombonera y en el primer partido se llevó los aplausos de toda la hinchada.
Un par de décadas después, otro pibe fue el centro de la ovación de la hinchada xeneize, tras jugar su primer partido en el mítico estadio: Gonzalo Maroni.
Lejos de las comparaciones, por supuesto, los dos tienen algo en común: juegan bien al fútbol. No es poca cosa.
Maroni, cordobés, de 18 años, ya había debutado con la azul y oro el año pasado, cuando Guillermo Barros Schelotto comenzó con la rotación en el equipo titular mientras Boca disputaba la Copa Libertadores.
El estreno fue contra Estudiantes de La Plata en el estadio Unico: apenas estuvo en cancha seis minutos en la derrota por 3 a 1 contra el Pincha.
Pero contra Arsenal tuvo el bautismo de fuego en la mismísima Bombonera, donde ya venía jugando en la Reserva con la casaca número 10. “Me gusta agarrar la pelota, encarar para adelante, llegar al arco y dar pases gol”, dice Maroni.
Frente a los de Sarandí mostró buena parte del repertorio que asegura tener: manejo de balón, gambeta hacia adelante con la pelota pegada al pie y un sólido remate de media distancia.
Justamente, a los 16 minutos del segundo tiempo agarró un rebote en el borde del área y clavó un golazo para asegurar el 3 a 0 tan justo como necesario para que el equipo se mantuviera solo en la punta.
Maroni llegó a Boca con 16 años. Ya había mostrado su talento en Instituto, club del que es hincha, cuando Héctor Rivoira lo hizo debutar con apenas 15 años en la B Nacional, ante Atlético Tucumán. Antes de firmar con los de la Ribera, San Lorenzo lo tuvo en la mira y hasta Belgrano hizo un intento para que siguiera en Córdoba, pero vistiendo la Celeste.
Hincha de la Gloria y admirador de Paulo Dybala, dicen quienes lo siguen muy de cerca que su estilo de juego se parece al de Pablo Aimar, otro destacado cordobés que en este caso brilló con la camiseta de River.
Antes de ponerse la azul y oro, ya tenía en su poder una camiseta firmada por Carlitos Tevez: además de Instituto, los colores xeneizes eran también sus favoritos. En ese momento, Maroni se comparaba en estilo de juego con el uruguayo Lodeiro, quien se venía destacando en el Boca de Arruabarrena.
Mariana Maldonado, la mamá, no dudaba en el potencial de su hijo: 'Desde los cuatro años ya se veía que era un distinto. Nosotros lo apoyamos siempre, lo llevamos a todos lados a jugar y sabemos lo que puede dar'.
Maravilla, como lo apodan, se ganó un lugar en la consideración del DT tras la lesión de Ricardo Centurión, y luego de que Solís, Junior Benítez y Zuqui no le dieran al equipo el desequilibrio que necesitaba de mitad de cancha hacia delante.
Ahora, tendrá un largo camino por recorrer. Ratificar todo lo bueno que mostró contra Arsenal será lo más duro que tendrá por delante. Talento no le falta. El apoyo de la gente, tan difícil en estos tiempos, ya lo tiene asegurado.
Maroni, cordobés, de 18 años, ya había debutado con la azul y oro el año pasado, cuando Guillermo Barros Schelotto comenzó con la rotación en el equipo titular mientras Boca disputaba la Copa Libertadores.
El estreno fue contra Estudiantes de La Plata en el estadio Unico: apenas estuvo en cancha seis minutos en la derrota por 3 a 1 contra el Pincha.
Pero contra Arsenal tuvo el bautismo de fuego en la mismísima Bombonera, donde ya venía jugando en la Reserva con la casaca número 10. “Me gusta agarrar la pelota, encarar para adelante, llegar al arco y dar pases gol”, dice Maroni.
Frente a los de Sarandí mostró buena parte del repertorio que asegura tener: manejo de balón, gambeta hacia adelante con la pelota pegada al pie y un sólido remate de media distancia.
Justamente, a los 16 minutos del segundo tiempo agarró un rebote en el borde del área y clavó un golazo para asegurar el 3 a 0 tan justo como necesario para que el equipo se mantuviera solo en la punta.
Maroni llegó a Boca con 16 años. Ya había mostrado su talento en Instituto, club del que es hincha, cuando Héctor Rivoira lo hizo debutar con apenas 15 años en la B Nacional, ante Atlético Tucumán. Antes de firmar con los de la Ribera, San Lorenzo lo tuvo en la mira y hasta Belgrano hizo un intento para que siguiera en Córdoba, pero vistiendo la Celeste.
Hincha de la Gloria y admirador de Paulo Dybala, dicen quienes lo siguen muy de cerca que su estilo de juego se parece al de Pablo Aimar, otro destacado cordobés que en este caso brilló con la camiseta de River.
Antes de ponerse la azul y oro, ya tenía en su poder una camiseta firmada por Carlitos Tevez: además de Instituto, los colores xeneizes eran también sus favoritos. En ese momento, Maroni se comparaba en estilo de juego con el uruguayo Lodeiro, quien se venía destacando en el Boca de Arruabarrena.
Mariana Maldonado, la mamá, no dudaba en el potencial de su hijo: 'Desde los cuatro años ya se veía que era un distinto. Nosotros lo apoyamos siempre, lo llevamos a todos lados a jugar y sabemos lo que puede dar'.
Maravilla, como lo apodan, se ganó un lugar en la consideración del DT tras la lesión de Ricardo Centurión, y luego de que Solís, Junior Benítez y Zuqui no le dieran al equipo el desequilibrio que necesitaba de mitad de cancha hacia delante.
Ahora, tendrá un largo camino por recorrer. Ratificar todo lo bueno que mostró contra Arsenal será lo más duro que tendrá por delante. Talento no le falta. El apoyo de la gente, tan difícil en estos tiempos, ya lo tiene asegurado.
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