El alma duele más que el tendón

'El alma le duele más que el tendón. Más que todo'.

Fue el periodista Pablo Lisotto el que le hizo la pregunta; lo cuenta en la presentación del cuento. Fernando Gago venía de reponerse de la segunda rotura del tendón de Aquiles izquierdo. Le consultó si se animaba a escribir un relato para el libro Pelota de Papel 2, el segundo capítulo del compendio de historias escritas por futbolistas, cuyo producido es donado para obras de bien público.

'Apenas dos segundos se demoró en aceptar', escribió el cronista. Y, cuando tuvo que determinar el tema sobre la obra, Pintita no dudó: 'La lesión'.

La lesión es la segunda de tres que padeció Gago en poco tiempo. Porque, seis meses después de firmar su cuento, 'Resiliencia', sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior, lateral interno y menisco de la rodilla derecha. Fue en el partido de la Selección ,por Eliminatorias, ante Perú, en octubre de 2017. Un nuevo desafío para el mediocampista, de 32 años, que lo alejó del Mundial.



La última lesión de Gago, con la Selección: ya está de regreso

Sin embargo, Gago, una vez más, está de vuelta. Jugó en el 3-3 de Boca ante Huracán, por la última fecha de la Superliga en la que el Xeneize se consagró bicampeón. Y participó de la victoria 5-0 ante Alianza Lima que clasificó al equipo a octavos de final de la Copa Libertadores.

'Resiliencia: capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas'. Gago escribió su cuento en tercera persona, pero el protagonista es él. Y allí cuenta que, durante el proceso, aprendió el significado de la palabra resiliencia, que adoptó como título de su relato.

La historia está escrita a corazón abierto, con los latidos a la vista. Allí, detalla las dificultades de verse obligado a volver a subir la cuesta, con las dudas y la incertidumbre acosándolo, con el fantasma de abandonar la práctica deportiva aguijonéandolo.



'El panorama es desolador. La decisión del retiro está tomada', revela una perla de ese tránsito. Pero luego narra que su esposa, la ex tenista Gisela Dulko, su familia, sus amigos, lo ponen de pie; a partir de un breve viaje que lo reinicia. Vale la pena leerlo, la transmisión de sensaciones es vívida. El cierre es un canto a la esperanza.

'Meses más tarde, su equipo se consagra campeón, una vez más. Con él como capitán. De pronto, en plena vuelta olímpica, se abstrae. Poseído por una emoción que lo desborda por completo, de la mano de sus hijos atraviesa la cancha, esa que conoce de memoria. Se sienta en el círculo central y llora como un niño. El círculo se cierra. La película tiene un final feliz'.

'El N° 5 jamás pensó que ese mal momento se convertiría en una de las mejores experiencias que le tocó vivir. Gracias a aquello, aprendió que siempre se puede salir adelante de cualquier situación extrema que aparezca en el camino, y lo preparó como nunca para lograr, una y otra vez, y todas las veces que sean necesarias, recuperarse. Para volver a ponerse de pie y enfrentar cualquier batalla, aun cuando casi nadie lo crea posible'. El N° 5, el protagonista, es él, Fernando Gago. El resiliente.



El de Pintita es uno de los 41 cuentos que integran Pelota de Papel 2. Nahuel Guzmán, Fabricio Coloccini, Lautaro Martínez, Emmanuel Gigliotti, Pablo Aimar, Juan Pablo Sorin y Guido Pizarro, entre otras estrellas, compartieron sus textos, que cuentan con ilustraciones y presentaciones de distintos profesionales que hicieron su aporte desinteresadamente. El libro, además, cuenta con epílogo de Jorge Sampaoli, director técnico de la Selección.

La idea de Pelota de Papel tiene su germen en Sebastián Domínguez, Kurt Lutman, Mariano Soso y un grupo de amigos relacionado con el fútbol, al que se sumó el periodista Juanky Jurado como productor. Fue un éxito de ventas en su primera edición, y el 100% de las ganancias fueron donadas a dos entidades: Fundación Sí, de Argentina, y Fundación Pro Derecho, de Uruguay.

Pues bien, con el mismo propósito, la segunda edición ya está en todas las librerías. 'Estamos muy emocionados. El libro es un movimiento. La clave está en llevarlo a hacer construcciones colectivas en pensiones, en clubes, en escuelas, en cárceles', explica Juanky Jurado, quien gira con los autores para acercar la literatura y la pasión a los ámbitos descriptos.



También es una vía de expresión. Fernando Gago lo entendió así. Y, de puño y letra, dejó un mensaje que resuena y del que es un ejemplo de carne y hueso: 'El N° 5 jamás pensó que ese mal momento se convertiría en una de las mejores experiencias que le tocó vivir'.