Boca extrañó más la cabeza que los pies de Tevez

Finalmente, el gran temor de Rodolfo Arruabarrena y de todos los hinchas se hizo realidad: Boca sufrió la ausencia de Carlos Tevez. Es una obviedad, claro. El Apache no sólo es el jugador más determinante que tiene el plantel, sino quien mejor entiende el juego de mitad para adelante. Y el Xeneize extrañó sus pies, pero más le hizo falta su cabeza.

Es que el gran déficit fue generar peligro cerca del área de Torrico y ser punzante en ataque. El partido se jugó casi en el campo del Ciclón, que fue a La Bombonera más a defenderse que a atacar. Pero, a pesar del merodeo constante del conjunto local en el área rival, las situaciones claras no abundaron. Un tiro de media distancia de Bentancur, una de Calleri, una de Palacios -ambas en el ST- y no mucho más…

El cambio de esquema que dispuso el Vasco funcionó correctamente. Boca no sólo ganó el mediocampo, sino que también ejerció una presión muy alta que le permitió recuperar la pelota rápidamente, especialmente en el primer tiempo. Claro que el error sobre el final de Bentancur, que había tenido un buen rendimiento hasta ese minuto fatal, echó a perder todo ese buen trabajo.

Más allá del error grosero del uruguayo, a los dirigidos por Arruabarrena les hizo falta el último pase. Ese toque para dejar mano a mano a alguno de los delanteros brilló por su ausencia, sumado al flojo manejo -una vez más- de las pelotas paradas. Ni Bentancur ni Pablo Pérez pudieron suplir la baja de Carlitos y ello concluyó en una verticalización constante con la cual se llegó a nada.

Boca mereció haber ganado, pudo haber empatado y lo terminó perdiendo. Imposible saberlo pero, con Tevez en cancha, esto no pasaba.