TATA MARTINO

Tata Martino: “Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable"

Tata Martino: “Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable
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¿Cuánto sabes de Riquelme?

El Tata volvió a poner en un primer plano la idea de juego y lo justificó con la calidad de los jugadores que tiene la selección nacional. 'no puedo jugar con Argentina como con Paraguay', ejemplificó.

Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable. Y seguramente vivís de la misma manera. Hay muchos de esos”. Para Gerardo Martino hablar de la selección es diferente. Se acomoda en uno de los sillones del predio de Ezeiza como si estuviera practicando una guardia de boxeador. Sabe que quizás sea el escalón más alto al que haya llegado en toda su carrera deportiva, pero también reconoce que no es Newell’s y que debe proteger la retaguardia. No obstante, su temperamento puede más.

“Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable. Y seguramente vivís de la misma manera. Hay muchos de esos”. Para Gerardo Martino hablar de la selección es diferente. Se acomoda en uno de los sillones del predio de Ezeiza como si estuviera practicando una guardia de boxeador. Sabe que quizás sea el escalón más alto al que haya llegado en toda su carrera deportiva, pero también reconoce que no es Newell’s y que debe proteger la retaguardia. No obstante, su temperamento puede más.

El Tata repiquetea sobre la idea y las formas, y de tanto en tanto tira una sentencia auténticamente escorpiana que hace trizas su enorme esfuerzo por darle paso a la mesura.

—Hasta Newell’s no eras un técnico obsesionado por un estilo de juego, porque en Paraguay eras pura estrategia con formas diferentes.

—Pero tiene más que ver con las características de los jugadores que conmigo.

—Pero también tiene que ver con vos porque elegís la forma.

—Sí, por eso si yo puedo elegir la forma, no duden que voy a elegir la de Newell’s.

—Pero no te rasgarías las vestiduras si tenés que volver a jugar como con Paraguay.

—No, por supuesto que no. Pero no voy a jugar como en Paraguay con la selección argentina. Porque si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable. Y seguramente vivís de la misma manera. Hay muchos que tienen mucho y son miserables. Yo, por ejemplo, veo lo que intenta jugar el muchacho que dirige a Rayo Vallecano (Paco Gémez), y soy ferviente admirador de ese técnico. Porque hay entrenadores que tienen una idea tan superadora que es imposible no preguntarte si no se está suicidando porque eso sus jugadores no lo pueden hacer.

—¿Y eso para vos está bien?

—No sé si está bien, yo no lo haría, pero lo que intenta me encanta, me enamora.

—Bueno tal vez a la gente de Rayo Vallecano no la enamore.

—¿Por qué no? El gerente (Felipe Miñambres) jugó conmigo en Tenerife. Rayo arma todos los años equipos nuevos. Se van diez y vienen diez. Como en la B Nacional de acá. Y sigue con la misma propuesta de juego. Y todos los años está holgadamente salvado del descenso. Y todos los años le pasa lo de ahora, está en el límite, pero con su forma pierde con los que tiene que perder pero con también les gana a los que les tiene que ganar. Pero cuando un tipo hace eso, que yo seguramente no lo haría, no deja de provocarme admiración. En cambio me provocan una gran antipatía aquellos que tienen mucho, que ganaron, y que realmente podrían intentar otra cosa y no lo hacen, y se van a morir sin intentarlo. Y la verdad que vale la pena intentarlo, y lo digo por haber sido el entrenador de aquel Newell’s.

La contundencia de la idea no deja resquicios para repreguntar. En realidad no hace falta. Cuando la charla deriva hacia los vaivenes de la selección desde que asumió, el tono se transforma en un poco más reflexivo y fundamentalmente menos eufórico.

'El parámetro de análisis sobre la idea de juego fue la Copa América. Yo tenía muchas expectativas con ese torneo y durante gran parte de su desarrollo vi lo que quería ver. Obviamente que todo queda un poco de lado cuando no se gana la final. Se desvirtúa un poco todo el camino que se recorrió para llegar a esa final. Lo que sembró muchas dudas, inclusive a mí, fue el partido con Ecuador (Nota de la R: derrota 2 a 0 en el estadio Monumental por la 1ª fecha de las eliminatorias). Por ejemplo, si ese partido lo hubiéramos jugado como el de unos días después contra Paraguay, hubiera sido otra cosa: no hubiéramos perdido con Ecuador y tampoco nos hubiera aparecido esa sensación de retroceso. En Asunción quizás no hubo un buen juego, pero sí se interpretaron las necesidades del partido. Si nosotros prolongamos lo que hicimos frente a Brasil en buena parte del partido y los 90’ ante Colombia, quizás lleguemos a la conclusión de que aquel partido con Ecuador fue algo aislado, una mala noche. Va a depender de nosotros en el reinicio de las eliminatorias en marzo (frente a Chile en Santiago)”.

Último momento Ovación Espectáculos Policiales Política Agroclave Clasificados Video viral: así se pela un coco sin cuchilloOVACION Jueves, 04 de febrero de 2016 | 01:00“Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable', dijo el DT de la selección El Tata volvió a poner en un primer plano la idea de juego y lo justificó con la calidad de los jugadores que tiene la selección nacional. 'no puedo jugar con Argentina como con Paraguay', ejemplificó. Compartir Compartir Martino habló de la selección con franqueza y convicción. (Virginia Benedetto / La Capital)“Si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable. Y seguramente vivís de la misma manera. Hay muchos de esos”. Para Gerardo Martino hablar de la selección es diferente. Se acomoda en uno de los sillones del predio de Ezeiza como si estuviera practicando una guardia de boxeador. Sabe que quizás sea el escalón más alto al que haya llegado en toda su carrera deportiva, pero también reconoce que no es Newell’s y que debe proteger la retaguardia. No obstante, su temperamento puede más. El Tata repiquetea sobre la idea y las formas, y de tanto en tanto tira una sentencia auténticamente escorpiana que hace trizas su enorme esfuerzo por darle paso a la mesura. —Hasta Newell’s no eras un técnico obsesionado por un estilo de juego, porque en Paraguay eras pura estrategia con formas diferentes. —Pero tiene más que ver con las características de los jugadores que conmigo. —Pero también tiene que ver con vos porque elegís la forma. —Sí, por eso si yo puedo elegir la forma, no duden que voy a elegir la de Newell’s. —Pero no te rasgarías las vestiduras si tenés que volver a jugar como con Paraguay. —No, por supuesto que no. Pero no voy a jugar como en Paraguay con la selección argentina. Porque si tenés mucho y jugás poco, para mí sos un miserable. Y seguramente vivís de la misma manera. Hay muchos que tienen mucho y son miserables. Yo, por ejemplo, veo lo que intenta jugar el muchacho que dirige a Rayo Vallecano (Paco Gémez), y soy ferviente admirador de ese técnico. Porque hay entrenadores que tienen una idea tan superadora que es imposible no preguntarte si no se está suicidando porque eso sus jugadores no lo pueden hacer. —¿Y eso para vos está bien? —No sé si está bien, yo no lo haría, pero lo que intenta me encanta, me enamora. —Bueno tal vez a la gente de Rayo Vallecano no la enamore. —¿Por qué no? El gerente (Felipe Miñambres) jugó conmigo en Tenerife. Rayo arma todos los años equipos nuevos. Se van diez y vienen diez. Como en la B Nacional de acá. Y sigue con la misma propuesta de juego. Y todos los años está holgadamente salvado del descenso. Y todos los años le pasa lo de ahora, está en el límite, pero con su forma pierde con los que tiene que perder pero con también les gana a los que les tiene que ganar. Pero cuando un tipo hace eso, que yo seguramente no lo haría, no deja de provocarme admiración. En cambio me provocan una gran antipatía aquellos que tienen mucho, que ganaron, y que realmente podrían intentar otra cosa y no lo hacen, y se van a morir sin intentarlo. Y la verdad que vale la pena intentarlo, y lo digo por haber sido el entrenador de aquel Newell’s. La contundencia de la idea no deja resquicios para repreguntar. En realidad no hace falta. Cuando la charla deriva hacia los vaivenes de la selección desde que asumió, el tono se transforma en un poco más reflexivo y fundamentalmente menos eufórico. 'El parámetro de análisis sobre la idea de juego fue la Copa América. Yo tenía muchas expectativas con ese torneo y durante gran parte de su desarrollo vi lo que quería ver. Obviamente que todo queda un poco de lado cuando no se gana la final. Se desvirtúa un poco todo el camino que se recorrió para llegar a esa final. Lo que sembró muchas dudas, inclusive a mí, fue el partido con Ecuador (Nota de la R: derrota 2 a 0 en el estadio Monumental por la 1ª fecha de las eliminatorias). Por ejemplo, si ese partido lo hubiéramos jugado como el de unos días después contra Paraguay, hubiera sido otra cosa: no hubiéramos perdido con Ecuador y tampoco nos hubiera aparecido esa sensación de retroceso. En Asunción quizás no hubo un buen juego, pero sí se interpretaron las necesidades del partido. Si nosotros prolongamos lo que hicimos frente a Brasil en buena parte del partido y los 90’ ante Colombia, quizás lleguemos a la conclusión de que aquel partido con Ecuador fue algo aislado, una mala noche. Va a depender de nosotros en el reinicio de las eliminatorias en marzo (frente a Chile en Santiago)”. Martino no se resigna a ser un mero seleccionador, como muchos entrenadores expresaron que se sienten, pero igual enumera los aspectos que en algunos momentos del ciclo atentan contra la consolidación de la idea de juego.

'Hay cuestiones que son muy difíciles de resolver, como el tiempo que pasamos sin estar juntos. Tenemos charlas aisladas, no hacemos entrenamientos, no tenemos charlas grupales, no hablamos entre nosotros. Siempre está la incógnita de cómo nos volvemos a encontrar aunque tenemos el parámetro de cómo están en sus clubes. Y en ese aspecto, salvo algunos inconvenientes por lesiones, tenemos a un grupo grande que está en un buen nivel”.

—¿Es muy distinto el contexto de trabajo de los que juegan afuera cuando vienen a la selección?

—Esto es Europa. El ámbito de trabajo que tenemos aquí en Ezeiza es espectacular tanto para la concentración como para el entrenamiento. Lo que pasa es que algunos de ellos están en equipos que ganan permanentemente y en la selección hay un grupo que juega desde hace 5 o 10 años y lamentablemente no les tocó ganar. Acá no se valoran los 5 partidos para llegar a la final de la Copa América o los 6 para llegar a la final del Mundial. Si perdés la final es nada. Como yo dije alguna vez en alguna conferencia de prensa en Newell’s: está todo muy lindo, pero algo hay que ganar si no esto queda en el olvido.

—¿Cómo se explica que un jugador sea genio y figura en su equipo y no necesariamente deba jugar en la selección?

—No es fácil porque normalmente se dijo que en la selección siempre estaban los mejores, pero no sé si hay tantos jugadores que son convocados porque son buenos para el sistema. Eso sería mucho más difícil de explicar.

—¿Necesita un revulsivo actitudinal la selección? Futbolistas que llegan para ganarse el puesto, caso Funes Mori por ejemplo.

—Los revulsivos en la selección se dan naturalmente porque hay ciclos que se van cumpliendo y otros jugadores ocupan su lugar. Automáticamente esos futbolistas son un revulsivo independientemente de que algunos lo sean por lo que juegan o por lo que transmiten adentro de la cancha. No veo que exista la necesidad imperiosa de traer solamente porque sea un revulsivo. Se recambia, porque es necesario recambiar, porque hay jugadores que tienen que estar, porque hay otros que se ponen grandes y van saliendo. Hay cuestiones que son difíciles de explicar porque en definitiva las finales perdidas, están perdidas. Pero no puedo pensar que a un equipo que llega a la final de un Mundial y a los 11 meses con un entrenador diferente a la final de la Copa América le falta algo porque le tocó perder esos dos partidos. Es más difícil explicar esto último que explicar por qué perdimos.

—Pero tenés a Messi. La exigencia es superior. El sólo hecho de tener al mejor te transforma en candidato.

—La selección respondió a esa exigencia jugando las finales del Mundial y de la Copa América. La relación con la AFA y el voto por Theiler

—¿Cómo es tu relación actual con la AFA?

—Buena, con los vaivenes de estos tiempos. Hasta el partido con Colombia fue perfecta. Nosotros teníamos el engranaje del fútbol de la selección mayor en perfecto funcionamiento. Esperábamos al regreso que estuviera resuelta la cuestión eleccionaria. No pasó, pero por suerte ahora se acomodó, aunque a lo mejor no de la manera ideal, pero hasta junio tenemos todo el grupo de trabajo armado. Tuvimos una reunión importante la semana pasada y más o menos fuimos diagramando todo lo que nos espera este año y para mí fue muy productivo. Lo primero que hay que hacer con este año de trabajo es organizarlo bien.

—¿Cómo se encuentra la reestructuración de las selecciones juveniles? ¿(Jorge) Theiler va a estar?

—El tiene una reunión. El procedimiento va a ser el mismo que se utilizó para contratar a Pekerman. Los dirigentes van a tener reuniones con los diferentes candidatos, incluido el que sugerí yo que es Jorge.

—¿Vas a incidir en la toma de esa decisión?

—No, no, no, yo sólo sugiero, después definen ellos. Lo que si está claro que es algo que tenemos que tener resuelto inclusive por el funcionamiento de la selección mayor. Pero resuelto bien, con un proyecto, no para solucionarme a mí los problemas.



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