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SCHELOTTO

Los refuerzos de la era Guillermo
Juventud, jerarquia y pocas decepciones.
Buffarini se convirtió en la 16° incorporación bajo la gestión del Mellizo: casi todos rindieron y continúan con crédito abierto en el club.
INVIERNO DE 2016
El primer mercado de pases que protagonizó Guillermo Barros Schelotto en Boca. Fue en el que más jugadores llegaron y, acaso, el más variado: se incorporó juventud, pero también experiencia, en busca de un equilibrio para un plantel que tenía que recomponerse tras la salida de dos referentes, como Agustín Orion y Daniel Díaz, y la eliminación de la Copa Libertadores ante Independiente del Valle.
Darío Benedetto: Llegó para el cruce de semifinales, pero jugó muy poco y en un puesto que no era el suyo. Le costó al principio, pero rápidamente encontró el ritmo en el campeonato y, tras consagrarse como goleador, se convirtió en el mejor refuerzo de los últimos tiempos.
Axel Werner: El alejamiento de Orion obligó al Xeneize a salir a buscar un arquero y se apostó por una promesa para ser el suplente de Guillermo Sara. Estuvo a préstamo un año antes de regresar a Atlético de Madrid, luego de perder el puesto ante Rossi.
Santiago Vergini: Llegó para adueñarse de la zaga tras la salida del Cata, pero no lo pudo sostener desde el rendimiento en la primera parte del 2017. Perdió el puesto con Lisandro Magallán y jamás lo pudo recuperar, a pesar de que había disputado todos los minutos de todos los partidos desde su arribo hasta el Superclásico en La Bombonera.
Sebastián Pérez: El colombiano pasó a Boca luego de levantar la Copa Libertadores con Atlético Nacional. Le costó ganarse el puesto y, cuando se perfilaba para ser titular por la lesión de Gago, también se rompió la rodilla. Volverá para el reinicio de la Superliga.
Wilmar Barrios: Recomendado por Chicho Serna, el cafetero apareció como una promesa a potenciar. Por ese entonces ya era parte de la Selección colombiana, pero el Mellizo no lo utilizó en la primera parte del 2016. Sin embargo, desde que agarró la titularidad (a mediados de 2017), jamás la soltó. Otra incorporación clave.
Ricardo Centurión: Se hizo cargo de la '10' después de que Tevez se fuera a China y fue una de las grandes figuras del título, pero sus constantes problemas fuera de la cancha lo marginaron de la institución, en conjunto con varias peleas públicas con Daniel Angelici.
Walter Bou: Su juventud y un semestre prometedor en Gimnasia tentaron a la dirigencia para ir a buscarlo. Explotó a fines de 2016, cuando debió reemplazar a Benedetto, convirtiéndole goles a Racing, River y Colón, pero en 2017 no corrió con tanta suerte.
Nazareno Solís: Otro futbolista joven con proyección, pero sin continuidad de la mano del Mellizo. Jugó en Reserva y apenas acumuló cuatro partidos en Primera antes de irse a Huracán a mediados de 2017.
VERANO DE 2017
Como no disputaba la Copa Libertadores 2017, el Xeneize podía traer apenas dos jugadores.
Agustín Rossi: Una de las grandes revelaciones. Llegó para ser suplente de Werner, pero le ganó el puesto en el verano, se sostuvo en gran nivel a lo largo del semestre y fue creciendo a lo largo del año para quedarse con el arco de cara a la Libertadores 2018.
Junior Benítez: Un pedido expreso del entrenador ya en la ventana de transferencias anterior, pero que llegó a préstamo en enero. Una decepción: nunca pudo volver a ser el de Lanús, se lesionó mucho y jugó en un bajo nivel muy pocos partidos.
El primer mercado de pases que protagonizó Guillermo Barros Schelotto en Boca. Fue en el que más jugadores llegaron y, acaso, el más variado: se incorporó juventud, pero también experiencia, en busca de un equilibrio para un plantel que tenía que recomponerse tras la salida de dos referentes, como Agustín Orion y Daniel Díaz, y la eliminación de la Copa Libertadores ante Independiente del Valle.
Darío Benedetto: Llegó para el cruce de semifinales, pero jugó muy poco y en un puesto que no era el suyo. Le costó al principio, pero rápidamente encontró el ritmo en el campeonato y, tras consagrarse como goleador, se convirtió en el mejor refuerzo de los últimos tiempos.
Axel Werner: El alejamiento de Orion obligó al Xeneize a salir a buscar un arquero y se apostó por una promesa para ser el suplente de Guillermo Sara. Estuvo a préstamo un año antes de regresar a Atlético de Madrid, luego de perder el puesto ante Rossi.
Santiago Vergini: Llegó para adueñarse de la zaga tras la salida del Cata, pero no lo pudo sostener desde el rendimiento en la primera parte del 2017. Perdió el puesto con Lisandro Magallán y jamás lo pudo recuperar, a pesar de que había disputado todos los minutos de todos los partidos desde su arribo hasta el Superclásico en La Bombonera.
Sebastián Pérez: El colombiano pasó a Boca luego de levantar la Copa Libertadores con Atlético Nacional. Le costó ganarse el puesto y, cuando se perfilaba para ser titular por la lesión de Gago, también se rompió la rodilla. Volverá para el reinicio de la Superliga.
Wilmar Barrios: Recomendado por Chicho Serna, el cafetero apareció como una promesa a potenciar. Por ese entonces ya era parte de la Selección colombiana, pero el Mellizo no lo utilizó en la primera parte del 2016. Sin embargo, desde que agarró la titularidad (a mediados de 2017), jamás la soltó. Otra incorporación clave.
Ricardo Centurión: Se hizo cargo de la '10' después de que Tevez se fuera a China y fue una de las grandes figuras del título, pero sus constantes problemas fuera de la cancha lo marginaron de la institución, en conjunto con varias peleas públicas con Daniel Angelici.
Walter Bou: Su juventud y un semestre prometedor en Gimnasia tentaron a la dirigencia para ir a buscarlo. Explotó a fines de 2016, cuando debió reemplazar a Benedetto, convirtiéndole goles a Racing, River y Colón, pero en 2017 no corrió con tanta suerte.
Nazareno Solís: Otro futbolista joven con proyección, pero sin continuidad de la mano del Mellizo. Jugó en Reserva y apenas acumuló cuatro partidos en Primera antes de irse a Huracán a mediados de 2017.
VERANO DE 2017
Como no disputaba la Copa Libertadores 2017, el Xeneize podía traer apenas dos jugadores.
Agustín Rossi: Una de las grandes revelaciones. Llegó para ser suplente de Werner, pero le ganó el puesto en el verano, se sostuvo en gran nivel a lo largo del semestre y fue creciendo a lo largo del año para quedarse con el arco de cara a la Libertadores 2018.
Junior Benítez: Un pedido expreso del entrenador ya en la ventana de transferencias anterior, pero que llegó a préstamo en enero. Una decepción: nunca pudo volver a ser el de Lanús, se lesionó mucho y jugó en un bajo nivel muy pocos partidos.
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