RIQUELME

Riquelme presidente: rumbo al éxito de Verón o al estrepitoso fracaso de Passarella

Riquelme presidente: rumbo al éxito de Verón o al estrepitoso fracaso de Passarella
infobae.com
¿Cuánto sabes de Riquelme?

El categórico triunfo del ídolo frente a la agrupación macrista le abren dos caminos: seguir los pasos del dirigente de Estudiantes de La Plata, adecuado a los nuevos tiempos, o repetir el triste final de capitán riverplatense

La sonrisa ancha de aquel crepúsculo se sumará como nueva efigie del delirio popular boquense. Juan Román Riquelme, el último gran ídolo de la hinchada, había alcanzado la presidencia con el 65,3% de los votos, – sobre 43.367 votantes- al tiempo que la fórmula opositora encabezada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri lograba un 34,4%. Frente a estas dos propuestas la mayoría de los socios boquenses eligió “profesar su hinchismo en el templo”. Tanta fidelidad y pasión halló un primer desencanto el 21 de diciembre, el día previsto para la asunción -un momento histórico–, pues el presidente elegido no se hizo presente.

Y extrañó que Riquelme no acudiera a tan significativo momento pues ese es el día en el cual se oficializan los cargos de los 18 miembros titulares y los 12 suplentes. O sea que a partir de entonces y de esas autoridades quedarían formadas las comisiones y las subcomisiones en las cuales se distribuiría la vida operativa, económica, financiera, social, deportiva y cultural de este gigante. Y ello abarca desde las obras –Riquelme personalmente observó tres días después de no ir a su acto de asunción el resembrado del campo de juego en plena acción de técnicos y obreros- hasta las tareas comunitarias que el club le ofrece a los vecinos del barrio.


Thank you for watching


Estas características hacen de Boca con 350.000 socios y más de 10 millones de hinchas en todo el universo, un mundo de exigente conducción. Y es que el principal sujeto de su pasión, el fútbol, le demanda a los clubes poderosos del mundo altos niveles de profesionalismo dirigencial, universalidad, alternancia internacional y empatía convivencial con todas las entidades superiores de la organización del fútbol: AFA, Conmebol y FIFA. Sin que estuviese demás en los tiempos que se aproximan tener dispuestos “embajadores” en el TAS –Tribunal Arbitral del Deporte-, y el resto de las federaciones desde donde provendrán las inversiones futuras: Estados Unidos, países árabes y China, un aluvión imparable que se propone ser potencia futbolística en menos de 4 décadas.

Frente a las demandas empíricas del barrio y aquellas otras de la alta competencia del fútbol, Riquelme ha sobrellevado una batalla proselitista estoica y meritoria. Lo que cabe preguntarse es si su ausencia a la toma de posesión de su propio mandato nos anticipa que el Boca institución le importa menos que el Boca fútbol que lo puso en semejante desafío. O si haber llegado a un acuerdo con otras agrupaciones que también querían evitar el readvenimiento del modelo Macri a Boca fue solo un pacto electoralista sin compromiso de futuros consensos. Se diría que hoy más que nunca resultaría imposible presidir sin persuadir a propios y extraños, sin acordar con ellos, sin derivar áreas ejecutivas, sin convivir con todos y de esa manera lograr unir la historia y el futuro que es como decir el ayer y el mañana; lo empírico y lo súper profesional.



Riquelme, el presidente más votado en la historia boquense, tan inteligente en la vida como en el campo de juego, tiene algunos espejos donde mirarse. Hubo, hay y seguramente continuarán los ídolos futbolísticos que prolongarán su amor por la camiseta desde un sillón presidencial. Tanto en el mundo como aquí en nuestro país. Habremos de prescindir de ellos pues la lista es enorme –comenzó con Santiago Bernabéu y Joan Gamper (nada menos que Real Madrid y Barcelona) y siguió con los Franz Beckenbauer, Oliver Khan, Karl-Heinz Rumenigge, David Beckham y otros tantos inolvidables - pero tomemos dos referentes de nuestro fútbol: a Daniel Passarella en River (2010-2013) y a Juan Sebastián Verón en Estudiantes de La Plata (2014-2020). Riquelme, Passarella y Verón reúnen una enorme cantidad de coincidencias respecto de la identificación con sus clubes, sus trayectorias internacionales, competencias con las selecciones argentinas, idolatrías, vinculaciones de alto nivel internacional y esa enorme influencia que generan los famosos en cualquier ámbito que se presenten.

En el espejo de Passarella, el presidente Riquelme hallará todo lo desaconsejable para transitar una gestión exitosa y prolija: egolatría, negación a derivar tareas en sus colaboradores – aún en los más cercanos-, cero diálogo con miembros de las diferentes subcomisiones y con cualquier dirigente de las agrupaciones de la oposición, total desconocimiento político, institucional , incomprensión de lo que es y cómo funciona una Asociación Civil tan gigantesca como River Plate. Además dada su indiscutible grandeza como jugador y su trayectoria como director técnico resultaron claras sus influencias en el armado de los planteles y hasta en muchos de sus equipos. Passarella creyó que lo sabía todo, que nadie estaba a su altura, que era más importante una armoniosa relación con la barra brava que con la AFA o la Conmebol y que los ámbitos administrativos, culturales y deportivos del club, constituían un hecho menor…O sea que cometió el más grave de los errores de un presidente de club: se creyó que era más importante que River, el club que presidió por 6 discutibles votos de diferencia toda vez que la Junta Electoral le devolvió extrañamente a Passarella los 8 votos que le había impugnado con los cuales terminó imponiéndose por 5.298 a 5.292 contra la lista que encabezaba Rodolfo D’Onofrio.



La presidencia de Passarella – uno de los espejos- fue desastrosa; tanto que River descendió a pesar de los esfuerzos de Grondona y toda la AFA pues el negocio del fútbol requería, requiere y requerirá – ahora más que nunca- de este pilar que es River pues con River se ponderan los ingresos de los demás participantes. Y en aquel atípico e irrepetible caso la no participación de River conspiró contra el emprendimiento “Fútbol para Todos” –en el cual Grondona había arriesgado gran parte de su prestigio- y devolvió al negocio de la televisión a Torneos , empresa que conservaba los derechos del Nacional con River como su máxima atracción. Puedo afirmar porque me consta que Grondona le dio a Passarella todo cuanto éste pidió para los dos encuentros contra Belgrano de Córdoba. El entonces presidente de River quiso dos árbitros del SADRA y Grondona a través de Guillermo Marconi –el creador y por entonces Secretario General del ese importante gremio – se los concedió: Nestor Pitana y Sergio Pezzota de irreprochables actuaciones. Y cuando le llegó el expediente desde el Tribunal de Disciplina sobre la interrupción del juego por hinchas de River colgados del alambrado de la cancha de Belgrano (pudo haber dado por perdido el encuentro revancha) el fallecido presidente lo guardó en su cajón y lo devolvió recién tras el segundo encuentro. O sea que fiel a sus principios dejó que todo se dirima en el campo de juego. Por cierto que Román no desconoce lo pésima que fue la presidencia de Passarella. Peor aún: D’onofrio aprobó por CD querellarlo junto a otros directivos y se designó como abogado de River al actual ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. Queda pendiente la audiencia oral en esa demorada litis por firmas apócrifas en contratos, entrega de facturas sin respaldo y otras situaciones poco claras en diferentes áreas del club.

Si en cambio Riquelme observara el otro espejo se hallaría con la gestión de Verón en Estudiantes de La Plata quien a pesar de llegar con una aprobación abrumadora del 80% de los votos supo formar un idóneo equipo de trabajo para derivar en ellos las diferentes áreas del club. Verón recogió de su experiencia en Europa todo aquello que resultara aplicable a la historia y la cultura de su glorioso club y lo introdujo como marca en Europa. Luego atendió lo interno. Antes que nada apuntó a la refacción del estadio de Uno – ampliación, confortabilidad, zonas de “hospitality” (dos restaurantes con vista al campo de juego), más plateas, más cocheras, etc- fue su objetivo principal. Y lo logró a pesar de las facilidades que los gobiernos provinciales le daban para la utilización del Estadio Único de La Plata, rebautizado con el nombre Diego Maradona. Verón tenía claro lo que querían sus socios, sus votantes: quedarse en el Uno. Y se embarcó en un crédito del banco Itaú de alrededor de los 40 millones de dólares en 8 cuotas que fue pagando puntualmente al tiempo que negociaba con otras empresas la tercerización de gimnasios –los de City Bell son maravillosos- o la venta de plateas con Experiencia Fútbol, un partner que anticipó una fuerte inversión por venta futura de plateas. Y a pesar de haber sido lo que fue, un astro indiscutido del fútbol mundial, siempre confío en sus secretarios técnicos –Alayes primero y Angeleri ahora- todo cuanto estuviese vinculado con el fútbol. Fue así que el primer título lo logró recién el año pasado siendo vicepresidente tras obtener la Copa Argentina que dejó a Boca en las semifinales y obtuvo frente a Defensa y Justicia. Pero Verón -quién seguramente volverá a ser presidente - fue respetando un orden de prioridades que atendían primero a la institución y luego a los logros.

Para ello, silenciosamente, fue generando los recursos surgidos de su creatividad –tercerizaciones, estrategias financieras etc- y también por la venta de jugadores en su momento oportuno. Un repaso de esas ventas: Juan Foyth 13.000.000, Guido Carrillo 9.000.000, Joaquín Correa 8.400.00, Matías Pellegrini 8.100.00, Duván Zapata 7.400.000, Darío Sarmiento 6.000.000, Santiago Ascacíbar 6.000.000, Gustavo del Prete 4.500.000. Estos más de 60 millones sumado a la generación de recursos sin perder activos le ha permitido a Estudiantes crecer, no afrontar conflictos y sostener desde City Bell y desde Uno la filosofía creada por Don Osvaldo Zubeldía y sostenida por los Bilardo y los Sabella. O sea que se puede crecer atendiendo a la índole a la cual la institución pertenece, respetar su cultura, competir, ganar y crecer. Probablemente le falte a Verón incentivar el fútbol, jugado por las mujeres, como sostiene con su prédica la entrañable colega y amiga Viviana Vila. Bien, es probable que Estudiantes recupere la primera categoría tan pronto Verón y sus compañeros de C.D lo pongan en la agenda de prioridades, en el próximo mandato del ídolo.

Los tiempos futuros no serán fáciles para Riquelme. Su épico triunfo en las elecciones le han dejado enemigos de un amplio espectro. Y solo habrá una manera de enfrentarlos que es con la fortaleza interna. No parece posible que Riquelme no se hable con la mayoría de los integrantes de las 8 agrupaciones que respaldaron su candidatura incluyendo a Jorge Amor Ameal, ahora su vice. Hay personas valiosas allí y con larga experiencia boquense. Cómo no escuchar a una Silvia Gotero – ex compañera de vida del recordado Roberto Digón-, a un Pablo Abbatangelo (h), a los Nosiglia…y a tantos conductores e integrantes de agrupaciones políticas muy comprometidas con Boca.

Difícilmente Roman y Verón coincidan en las cuestiones de fondo sobre el futuro global del fútbol. Tal vez la Brujita flexibilizaría alguno de los módulos que admitan inversiones de diferentes fondos que sin llegar a ser las SAD se aproximan… Tal vez algo mixto, intermedio, a discutir. Y en ese caso difícilmente Riquelme siquiera lo consideraría. Y está bien. Pero presidir un club de esta magnitud en la agenda inminente que propondrá la creciente industria del fútbol exigirá mucho profesionalismo, conocimiento técnico desde lo económico hasta lo tecnológico. Nuestros históricos prohombres, a los que tanto les debemos hoy no podrían llevar a cabo sus objetivos.

El fútbol, además, nos impone un tiempo de empatías y consensos. Ojalá que Román pueda lograrlo…

MÁS NOTICIAS DE RIQUELME
Se supo: qué le pidió Benedetto a Boca para irse en junio y cuál fue la respuesta del club
El delantero ya tomó una decisión sobre su futuro y ahora espera un gesto por parte del Consejo de Fútbol.

El pedido que Benedetto le hará a Riquelme ante sus pocos minutos en el Boca de Diego Martínez
El delantero sabe que no tendrá mucho protagonismo en lo que resta del año y hablará con Román para decidir su futuro en el club.

Riquelme habló tras la derrota de Boca: qué dijo de Cristian Lema y los penales ante Estudiantes
El presidente tomó la palabra en Córdoba luego de los penales. Su postura.