Riquelme, entre lo que dijo de Alfaro y su proyecto con Russo

Desde esta frase pasó poco más de un año. Unas elecciones en el medio. Cambio de dirigencia y de entrenador. Dos títulos locales. Otra semifinal de Copa Libertadores perdida. Y un inicio de temporada con problemas internos y deuda futbolística que parecen haber puesto al técnico contra las cuerdas, a pesar de que no perdió ni un partido desde el debut frente a Gimnasia.

Cuando Riquelme fue por Miguel Angel Russo se confió en que era un DT conocido para él, que sabía lo que le podía dar al equipo y que se trataba de un proyecto largo que iría más allá de los resultados. El conocimiento, la confianza y el cariño entre ellos sumado al respaldo del gran ídolo lo permitiría.

Sin embargo, desde antes de la eliminación de la Copa Libertadores a Russo le soltaron la mano principalmente por el nivel de juego del equipo y la falta de respuestas ante la adversidad.

"No le queda mucho", dijo tiempo atrás una de las personas más cercanas a Román en referencia al entrenador, lo cual fue revelado por Olé en una nota del 3 de febrero. Unos lo llamaron "desenamoramiento" y otros "desilusión" de parte del ídolo.

El silencio de Román, que había prometido contar el proyecto a los hinchas el día después de las elecciones, tampoco colaboró para que estuviera claro el rumbo elegido con Russo, por qué lo había elegido y qué era lo que esperaba de él, y tampoco sus tres laderos aportaron claridad ni profundizaron sobre el tema en sus apariciones mediáticas.

"Para mí es injusto cargarse a Russo. Porque a Russo lo fueron a buscar, y si era antiguo en sus formas...", resaltó días atrás el ex futbolista y actual panelista Sebastián Domínguez. Claro, todos sabían lo que era Russo y lo que podía dar, y difícilmente podría cambiar y a los 64 años convetirse en Guardiola, Klopp, Gareca, Bianchi, Gallardo, Heinze o Crespo.



Como Gustavo Alfaro. Todos sabían que juega de esta manera. Pero así es el Mundo Boca. Nada alcanza, nada es suficiente. Pero no sólo para los medios, también para quienes conducen, vienen diciendo que al DT “no le queda mucho” y “está perdido”, y generan este tufillo. Sin importar quién esté sentado en el sillón presidencial, es un círculo vicioso del que resulta difícil escapar.

"Este Boca está más perdido que el de Alfaro". Febrero de 2021. Jorge Ribolzi.