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RIQUELME
05/10/2022 Los pibes de Boca, bosteros desde la cuna
El pueblo azul y oro se golpea el pecho de orgullo porque los juveniles que hoy brillan en Primera División no solo son grandes frutos de la cantera xeneize, sino también hinchas que sienten la camiseta.
"Vamos, vamos los pibes". El grito de los hinchas de Boca inunda cada rincón de La Bombonera.
Faltan poco más de diez minutos para el final del partido ante Vélez y Gonzalo Morales acaba de firmar el 1-0. Apenas su remate cruzado venció la estirada de Leonardo Burián, el Toro salió a festejar su gol de cara a la popular y se fundió en un abrazo eterno con sus compañeros. Con Luca Langoni, Alan Varela, Cristian Medina y Gabriel Aranda. Todos pibes surgidos de las Inferiores. Y todos bosteros.
“Esto lo soñé muchas veces, nunca pensé que me iba a tocar jugar acá. Estoy muy feliz y contento. De chico vine muchas veces de alcanzapelotas, casi todos los partidos pedía venir porque la gente de Boca está re loca", expresó Morales, con los ojos vidriosos después de otra noche soñada.

El delantero cordobés levantó los brazos y se besó el escudo azul y oro, tal como lo había hecho días atrás Langoni en el Malvinas Argentinas de Mendoza y meses antes Varela en el choque decisivo frente a Deportivo Cali por la Copa Libertadores.

Luego de la victoria sobre el Fortín, Aranda fue otro de los que no ocultó su fanatismo xeneize -aunque ya se sabía desde hace tiempo por una vieja foto suya con el manto bostero- y quedó hipnotizado por el aliento de las tribunas: "Es algo inexplicable. En estos momentos me quedo mirando, no lo puedo creer. Trato de disfrutarlo al máximo". Y cerró el Pola con un grito desde el corazón: “¡Dale, Boca!”.

Hoy el pueblo de Boca se golpea el pecho de orgullo porque los juveniles que brillan y marcan la diferencia en la Primera División bajo las órdenes de Hugo Ibarra no solo son grandes frutos de la cantera, sino también hinchas que matan y mueren por la camiseta.
Basta con hurgar en las redes sociales de Medina, Agustín Sández y Ezequiel Equi Fernández -actualmente a préstamo en Tigre-, quienes solían apoyar al club de sus amores desde lo alto de La Bombonera. O volver a ver el video premonitorio de un pequeño Exequiel Zeballos que soñaba con "jugar en Boca" y "tirar magia". El Changuito, al igual que casi todos los delanteros del plantel, también se besó la casaca.

La lista de pibes locos por el conjunto de La Ribera es interminable y esa pasión repercute favorablemente en el campo de juego. Si bien nació en Entre Ríos y debutó en Patronato, la mamá de Luis Vázquez confesó que "siempre fue hincha de Boca". Lo mismo sucede con Marcelo Weigandt, quien hasta construyó en su casa una pileta con el escudo en el fondo, y con Aaron Molinas, cuya familia es parte de “la mitad más uno” del país en agosto celebró su cumpleaños con tortas y un cotillón bien bostero.

El Negro y todo el mundo Boca están tranquilos porque saben que, desde el primer al último minuto, este equipo repleto de jóvenes talentos se desgastará hasta el alma con tal de lograr una victoria. Así como lo haría cualquier hincha con sangre azul y oro en las venas. Lo más chicos, los mimados por Juan Román Riquelme, son un gran ejemplo para todos, incluso para los experimentados como Darío Benedetto, quien se animó a pedirle una selfie a Morales y Langoni. “El futuro llegó hace rato”, cantaba el Indio Solari...

Todos los pibes de Boca que debutaron en la gestión de Riquelme:
Gastón Ávila
Exequiel Zeballos
Alan Varela
Cristian Medina
Ezequiel Fernández
Agustín Sandez
Renzo Giampaoli
Nicolás Valentini
Valentín Barco
Aaron Molinas
Agustín Lastra
Eros Mancuso
Balthazar Bernardi
Gabriel Aranda
Gabriel Vega
Vicente Taborda
Rodrigo Montes
Ezequiel Almirón
Alexis Alvariño
Nahuel Genez
Kevin Duarte
Erik Bodencer
Israel Escalante
Juan Pablo Cabaña
Lucas Palma
Pedro Velurtas
Leandro Brey (había jugado en Los Andes)
Luca Langoni
Maximiliano Zalazar
Gonzalo Morales
Simón Rivero
Los pibes que ya habían debutado pero se potenciaron en Boca:
Luis Vázquez (había jugado en Patronato)
Leandro Brey (había jugado en Los Andes)
“Esto lo soñé muchas veces, nunca pensé que me iba a tocar jugar acá. Estoy muy feliz y contento. De chico vine muchas veces de alcanzapelotas, casi todos los partidos pedía venir porque la gente de Boca está re loca", expresó Morales, con los ojos vidriosos después de otra noche soñada.

El delantero cordobés levantó los brazos y se besó el escudo azul y oro, tal como lo había hecho días atrás Langoni en el Malvinas Argentinas de Mendoza y meses antes Varela en el choque decisivo frente a Deportivo Cali por la Copa Libertadores.

Luego de la victoria sobre el Fortín, Aranda fue otro de los que no ocultó su fanatismo xeneize -aunque ya se sabía desde hace tiempo por una vieja foto suya con el manto bostero- y quedó hipnotizado por el aliento de las tribunas: "Es algo inexplicable. En estos momentos me quedo mirando, no lo puedo creer. Trato de disfrutarlo al máximo". Y cerró el Pola con un grito desde el corazón: “¡Dale, Boca!”.

Hoy el pueblo de Boca se golpea el pecho de orgullo porque los juveniles que brillan y marcan la diferencia en la Primera División bajo las órdenes de Hugo Ibarra no solo son grandes frutos de la cantera, sino también hinchas que matan y mueren por la camiseta.
Basta con hurgar en las redes sociales de Medina, Agustín Sández y Ezequiel Equi Fernández -actualmente a préstamo en Tigre-, quienes solían apoyar al club de sus amores desde lo alto de La Bombonera. O volver a ver el video premonitorio de un pequeño Exequiel Zeballos que soñaba con "jugar en Boca" y "tirar magia". El Changuito, al igual que casi todos los delanteros del plantel, también se besó la casaca.

La lista de pibes locos por el conjunto de La Ribera es interminable y esa pasión repercute favorablemente en el campo de juego. Si bien nació en Entre Ríos y debutó en Patronato, la mamá de Luis Vázquez confesó que "siempre fue hincha de Boca". Lo mismo sucede con Marcelo Weigandt, quien hasta construyó en su casa una pileta con el escudo en el fondo, y con Aaron Molinas, cuya familia es parte de “la mitad más uno” del país en agosto celebró su cumpleaños con tortas y un cotillón bien bostero.

El Negro y todo el mundo Boca están tranquilos porque saben que, desde el primer al último minuto, este equipo repleto de jóvenes talentos se desgastará hasta el alma con tal de lograr una victoria. Así como lo haría cualquier hincha con sangre azul y oro en las venas. Lo más chicos, los mimados por Juan Román Riquelme, son un gran ejemplo para todos, incluso para los experimentados como Darío Benedetto, quien se animó a pedirle una selfie a Morales y Langoni. “El futuro llegó hace rato”, cantaba el Indio Solari...

Todos los pibes de Boca que debutaron en la gestión de Riquelme:
Gastón Ávila
Exequiel Zeballos
Alan Varela
Cristian Medina
Ezequiel Fernández
Agustín Sandez
Renzo Giampaoli
Nicolás Valentini
Valentín Barco
Aaron Molinas
Agustín Lastra
Eros Mancuso
Balthazar Bernardi
Gabriel Aranda
Gabriel Vega
Vicente Taborda
Rodrigo Montes
Ezequiel Almirón
Alexis Alvariño
Nahuel Genez
Kevin Duarte
Erik Bodencer
Israel Escalante
Juan Pablo Cabaña
Lucas Palma
Pedro Velurtas
Leandro Brey (había jugado en Los Andes)
Luca Langoni
Maximiliano Zalazar
Gonzalo Morales
Simón Rivero
Los pibes que ya habían debutado pero se potenciaron en Boca:
Luis Vázquez (había jugado en Patronato)
Leandro Brey (había jugado en Los Andes)
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