La pelea de Maradona y Riquelme que jamás se arregló

"Maradona, traidor. Román te amamos", se leyó en la manta más célebre de aquel día. La veneración por Riquelme estaba en otro nivel y el mundo lo descubrió.

La historia era larga. Diego y Román habían sido amigos durante más de diez años. Incluso, el Pelusa portó la camiseta de Riquelme en su partido de despedida. El legendario discurso de "la pelota no se mancha" fue declamado con el "10" de Román en la espalda. Todo era poético: Maradona había jugado su último partido como profesional, el de 1997 ante River Plate, saliendo de cambio por un joven Román que ya daba cuenta de su predilección por el juego estético.



Cuando Boca Juniors conquistó su tercera Copa Libertadores tras 22 años de ayuno, Maradona habló por interfón con Riquelme: le felicitó por anotar su penal y Román devolvió la pared invitando a Diego a festejar con todo el equipo en el vestidor. Eran tiempos mejores. Nadie podía sospechar las intrigas que esa amistad viviría.

En una entrevista televisiva, Maradona cuestionó el nivel futbolístico de Román: "Yo lo quiero a Román de enganche, en los últimos veinte metros para marcar diferencia, con velocidad mental para habilitar a los delanteros y que llegue el gol. Pero el otro día lo vi en la cancha de Boca y no sé si tiene problemas físicos o qué, pero así no me sirve".



Riquelme, contestatario de cepa, no se guardó nada: "Me enteré por la tele que el entrenador me ve muy mal. La realidad es que con el técnico del seleccionado no coincidimos mucho. Mis códigos no son los de él y nosotros dos está claro que no podemos trabajar juntos".

El 15 de marzo de 2009 la afición de Boca eligió respaldar al mejor jugador xeneize de la historia. "Maradona por la Boca muere", "Qué pena, Diego, te fuiste de Boca".

Desde entonces, todo se rompió para siempre entre ambos. Riquelme no volvió nunca más a la selección argentina desde ese momento (se perdió Sudáfrica 2010, que hubiera sido el segundo de su carrera). Maradona reservó algunas balas para el futuro, como su filosa crítica a Román cuando éste decidió retirarse temporalmente del futbol e irse de Boca en 2012. "Si se vació, que se llene", dijo con doble sentido Maradona.

La pelea tuvo otro punto clave cuando Riquelme se postuló a la vicepresidencia de Boca Juniors en 2019. Maradona dijo que se vendía por dinero. "No me importa lo que diga Maradona", zanjó Juan Román cuando le preguntaron su opinión sobre los dichos de Maradona.



La relación de ambos no pudo trascender después del fatídico Mundial del 2010. Como siempre, el pueblo argentino se preguntaba lo que hubiera pasado si Román hubiera asistido a la justa. Pero Maradona podía hacer lo que quisiera en su país e ir en contra de él era ir en contra de la propia naturaleza. Posiblemente el encuentro de cuartos de final contra Alemania podía resolverse con una genialidad, y el único que podía hacerla estaba a más de 7,000 kilómetros de Sudáfrica.



Maradona volvió a la cancha de La Bombonera el 7 de marzo del 2020, cuando tomó las riendas de Gimnasia y Esgrima. La cancha xeneize se le entregó al astro argentino y Riquelme, ya como vicepresidente del club ni siquiera se paró en el rectángulo para dicha ceremonia.



El Diego se fue en noviembre al 2020. Y Román dedicó unas palabras para la leyenda argentina: "Nadie jugó ni jugará a la pelota como él. Verlo jugar fue increíblemente hermoso. Gracias Diego. Que en paz descanse. Un abrazo muy sentido a toda la familia Maradona", se publicó en la cuenta oficial de Instagram @TodoSobreRomán. Y ahí, la relación se fue con Diego.