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RIQUELME

Juan Román Riquelme, el mejor declarante siempre
No fue golazo. Llamarlo así sería una falta de respeto a los verdaderos golazos que ha marcado en sus casi dieciocho años de carrera profesional. No lo gritó. La semana previa al estreno ante Boca Unidos, había dejado títulos contundentes y conceptos valiosos.
l juego saca lo mejor del último gran héroe del fútbol argentino. En Hablemos de fútbol, por ESPN, contó cómo comenta el partido con los rivales. 'Le digo al 5 de ellos que si tiran el centro desde la derecha es gol porque el 4 nuestro no cerró.' Así, con números, nada de lateral o mediocampista. Todos sabemos dónde juegan el 4 y el 5 en su mundo. Admitió que no sabe si será entrenador cuando deje de jugar: 'No sé si me voy a dar cuenta de estas cosas fuera de la cancha'. En Fox Sports Radio, dijo que 'se sentía el mejor cada domingo'. Quien haya visto ese lindo diálogo con Diego Latorre, compañero en la tarde de su debut profesional, no habrá advertido ni un gramo de arrogancia.
Después de hablar, tocó jugar. A los ocho segundos, descargó con el lateral izquierdo Rodríguez, como su favorito Clemente. Lucas es el capitán del equipo. Claudio Borghi armó un equipo con cuatro defensores, tres medios, dos atacantes y él. Dos laterales (Álvarez y Rodríguez) con recorrido largo y ayuda de los delanteros (Lenis y Ramírez) para cubrir los costados en el retroceso. Lobo Ledesma de 5, delante de los zagueros (Torrén y Caruzzo) y flanqueado por dos medios dinámicos que no se alejaban mucho del centro (Iñíguez y Nagüel). Él, suelto y libre. Liberado de asuntos defensivos, a veces de 9, otras de 10.
Lo rasparon. Se fastidió y acomodó al marcador Dening. Era roja. Los rivales fueron a reclamarle al árbitro Vigliano, que no lo expulsó. A él no le dijeron nada. El equipo no funcionaba. Él no influía en el juego. El rival se perdió tres goles debajo del arco de Gabbarini. A los 26 del segundo, Boca Unidos tuvo un córner. Él se quedó arriba en el círculo central, marcado por Raymonda. Cabeceó Vizcarra y rechazó Torren. Guerreiro y Lenis la recuperaron. La recibió Iñíguez. Levantó la cabeza y lo vio. Mano a mano. Metió un cambio de frente perfecto. La bola recorrió sesenta metros y le cayó cerca de su pie derecho. Ya estaba de 11, de wing izquierdo. Con un solo toque, controló, gambeteó a su marcador y se fabricó el espacio para rematar de derecha. Todo al mismo tiempo. Sacó el latigazo. La pelota le picó justo antes al arquero Matías Garavano quien, sin dudas, podría haber hecho algo más para resolver el problema.
No lo gritó. Por respeto a su colega que había fallado, quizás. O porque cuando su equipo no juega bien siente que es por su culpa. Después la pisó y de espalda metió un taco para Zapata. Le puso un pase gol a Guerreiro. Tac, divino. Seguramente habríamos visto su sonrisa si el chico hubiera acertado.
Luego del partido, Daniel Cacioli lo entrevistó para la TV. Viejo zorro, lo fue llevando al lugar que quería. Él, que lo conoce y lo respeta de tantas transmisiones de ascenso que vio, aceptó el juego. Era la última. 'Angelici dijo que si te presentás como candidato a presidente de Boca, él te vota.' Terminó a su manera: 'Yo soy bostero, hay que ver cuántos de la dirigencia de Boca lo son'. Dardo directo a Angelici, mencionado como hincha y socio de Huracán.
Lo rasparon. Se fastidió y acomodó al marcador Dening. Era roja. Los rivales fueron a reclamarle al árbitro Vigliano, que no lo expulsó. A él no le dijeron nada. El equipo no funcionaba. Él no influía en el juego. El rival se perdió tres goles debajo del arco de Gabbarini. A los 26 del segundo, Boca Unidos tuvo un córner. Él se quedó arriba en el círculo central, marcado por Raymonda. Cabeceó Vizcarra y rechazó Torren. Guerreiro y Lenis la recuperaron. La recibió Iñíguez. Levantó la cabeza y lo vio. Mano a mano. Metió un cambio de frente perfecto. La bola recorrió sesenta metros y le cayó cerca de su pie derecho. Ya estaba de 11, de wing izquierdo. Con un solo toque, controló, gambeteó a su marcador y se fabricó el espacio para rematar de derecha. Todo al mismo tiempo. Sacó el latigazo. La pelota le picó justo antes al arquero Matías Garavano quien, sin dudas, podría haber hecho algo más para resolver el problema.
No lo gritó. Por respeto a su colega que había fallado, quizás. O porque cuando su equipo no juega bien siente que es por su culpa. Después la pisó y de espalda metió un taco para Zapata. Le puso un pase gol a Guerreiro. Tac, divino. Seguramente habríamos visto su sonrisa si el chico hubiera acertado.
Luego del partido, Daniel Cacioli lo entrevistó para la TV. Viejo zorro, lo fue llevando al lugar que quería. Él, que lo conoce y lo respeta de tantas transmisiones de ascenso que vio, aceptó el juego. Era la última. 'Angelici dijo que si te presentás como candidato a presidente de Boca, él te vota.' Terminó a su manera: 'Yo soy bostero, hay que ver cuántos de la dirigencia de Boca lo son'. Dardo directo a Angelici, mencionado como hincha y socio de Huracán.
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