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RIQUELME

Riquelme se despide de Boca con la Copa Libertadores
Ha podido ser una goleada idéntica a la de La Bombonera si Martín Palermo no hubiera desperdiciado un penalti que él mismo había provocado.
Otra vez, igual que hace una semana, la superioridad del conjunto argentino sobre el brasileño ha sido culpa de Riquelme. Como un rey Midas, Riquelme ha convertido en oro todo lo que tocó con sus botas.
El jugador del Villarreal, que ha jugado su último partido como cedido en Boca, regresará ahora a la selección absoluta.
A los 69 minutos ha soltado un remate imposible desde la esquina del área. Su venenoso impacto ha pasado silbando sobre su compatriota, el guardameta Sebastián Saja, y se ha anidado en el ángulo opuesto.
Poco después, en el 81, una combinación en contragolpe con Rodrigo Palacio ha terminado con un remate de su compañero que Saja no ha logrado contenes y Riquelme ha aprovechado el rebote para lograr el segundo tanto.
Cruel, siempre cruel cuando se decide a demostrar su magia con el balón, lo ató a sus botines, lo desaparecía y lo volvía a enseñar mientras emprendía piques cortos entre piernas de adversarios rabiosos con tamañas osadías.
Riquelme ha acabado también con los 23 años que el Gremio de Porto Alegre había permanecido invicto en el estadio Olímpico, que mantenía desde 1984, cuando perdió otra final de la Copa Libertadores, curiosamente ante otro conjunto argentino, el Independiente.
A los 69 minutos ha soltado un remate imposible desde la esquina del área. Su venenoso impacto ha pasado silbando sobre su compatriota, el guardameta Sebastián Saja, y se ha anidado en el ángulo opuesto.
Poco después, en el 81, una combinación en contragolpe con Rodrigo Palacio ha terminado con un remate de su compañero que Saja no ha logrado contenes y Riquelme ha aprovechado el rebote para lograr el segundo tanto.
Cruel, siempre cruel cuando se decide a demostrar su magia con el balón, lo ató a sus botines, lo desaparecía y lo volvía a enseñar mientras emprendía piques cortos entre piernas de adversarios rabiosos con tamañas osadías.
Riquelme ha acabado también con los 23 años que el Gremio de Porto Alegre había permanecido invicto en el estadio Olímpico, que mantenía desde 1984, cuando perdió otra final de la Copa Libertadores, curiosamente ante otro conjunto argentino, el Independiente.
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