Boca y Villarreal cerraron el trato, pero Riquelme no

Siempre la pelota la tiene Román. En la cancha. Y también fuera de ella. Sin embargo, ahora, todos los involucrados en esta historia -Villarreal, Boca y el jugador- se la pasan entre sí: es la única vez que Riquelme no quiere hacerse cargo de tenerla bajo sus pies. La situación es que dirigentes argentinos y españoles terminaron de cerrar ayer el acuerdo para que Riquelme vuelva al club en el que es ídolo y con el que ganó la última Copa Libertadores, la que le permitirá jugar, en diciembre, el Mundial de Clubes en Japón. Sin embargo, ni el jugador ni su entorno ratificaron que todo esté abrochado. Todo lo contrario.

¿Por qué? Porque Villarreal quiere que Riquelme se haga cargo de los impuestos que debe abonar al fisco español por su salida anticipada del club por la cual perdería la residencia en España. Y los impuestos, que representan un 45 por ciento de lo que la entidad de Castellón le paga al '10', hasta ahora eran solventados por el Submarino Amarillo. Y serían unos 3 millones de dólares anuales. Además, Román quiere cobrar la deuda que el club mantiene con él desde hace tres meses. Por eso, el crack y sus representantes, Marcos Franchi y Daniel Bolotnicoff, no aceptan bajo ningún punto de vista el acuerdo preliminar al que arribaron ambas instituciones.

Anoche, en Ezeiza, Riquelme se fue de regreso a España disparando a diestra y siniestra: 'Esto no depende de mí, sino de la gente del Villarreal'. Y Franchi, quien ayer sólo habló dos minutos por teléfono y estuvo media hora en la reunión que el martes se realizó en el hotel Park Hyatt entre Pedro Pompilio (vicepresidente 1º de Boca), José Manuel Llaneza (consejero delegado del Villarreal) y Eduardo Gamarnik (intermediario muy cercano a Mauricio Macri), agregó con gesto adusto en la puerta de su oficina: 'Todavía no hay nada qué anunciar. Si hubiera algo, ya lo habríamos comunicado'.

Franchi estaría molesto con Gamarnik porque el empresario, según confiaron en el entorno del futbolista, cobraría una comisión por haber hecho el contacto entre Boca y Villarreal. El hombre de confianza de Macri lo desmintió: 'Yo sólo acerqué a los clubes por la relación que me une con Llaneza y después me corrí. No cobro un peso'.

En ese hotel de Retiro se limaron los últimos detalles del convenio que luego fue tratado por la mesa chica de la Comisión Directiva azul y oro, en la que, además de Pompilio, participaron el dirigente Juan Carlos Crespi, el tesorero José Costa Pereira y el secretario Carlos Ben, entre otros. Y más allá de que se notaban esperanzados por el avance en la negociación, los propios dirigentes aún no quieren ilusionarse porque saben que Román es inflexible en cuestiones numéricas. No quiere que ni Villarreal ni Boca le cambien 'ni una coma de su contrato', aseguró una fuente que participó del cónclave. 'Sabemos que está molesto porque se quejó de que lo dejamos afuera de la negociación inicial', agregó el informante.

Los optimistas dicen que todo se solucionará. Otros son escépticos. Las partes involucradas se pasan la pelota. Japón espera el Mundial de Clubes y a Riquelme, al margen del reglamento. ¿Lo tendrá en diciembre?