Boca facilitará un homenaje a Riquelme

Atrás quedan las declaraciones cruzadas entre ambos, tras no llegar a un acuerdo para que ampliara su contrato con Boca. La falta de entendimiento económico provocó su salida de Boca. De ahí que sus últimos regates, pases y asistencias no los disfrutó la Bombonera, sino el estadio Diego Armando Maradona. Es con la camiseta de Argentinos Juniors, con la que ha anunciado su adiós.

El ver por última vez en acción al diez en un partido de homenaje es deseo de toda la afición de Boca, desde que descarta alargar su carrera y no fichar por el Cerro Porteño de Paraguay. Algunos le ven como el futuro presidente de Boca y sustituto de Angelici. 'Si quiere ser presidente me parece bien. Todos los que tienen antigüedad pueden presentarse', comenta el actual máximo mandatario.

Riquelme no ha desvelado a que dedicará su vida de ahora en adelante. Nadie esperaba que se marchara, pues hizo la promesa a su hermano de que seguiría hasta los 40 años y lo ha dejado con 36. Se trata de una noticia triste para el fútbol en general y no solo para los aficionados de Boca. Pasarán años hasta que el salga otro enganche de sus mismas características. De hecho, Boca está en busca y captura de un nuevo mediapunta. Según Angelici, los candidatos al puesto son Lodeiro y Lobos, quedando Bryan Ruiz descartado por la plata. El jugador costarricense es una de las apuestas en la Premier League (las cuales puede revisar en esta página web), aunque su equipo, el Fulham, lo acaba de ceder al PSV Eindhoven holandés.

Ninguno de ellos ha demostrado hasta la fecha ser capaz de escribir de antemano el guion de un partido, como Riquelme. Sus botas decidían el ritmo al que debía jugarse en función de las necesidades de su equipo, a imagen y semejanza del director de una orquesta.

En un expediente digno de un sobresaliente, la matrícula de honor no se le puede otorgar por no llegar a triunfar en Europa o mejor dicho en el Barcelona, equipo cuyas apuestas de fútbol pasan por vencer al Atlético de Madrid en Copa del Rey. Aterrizó en el Camp Nou en el momento menos indicado. Tuvo la mala suerte de coincidir con Van Gaal, que siempre estuvo más preocupado en defender que en atacar y entre ambos no hubo química. Eso derivó en su traslado a Villarreal. El Madrigal sí disfrutó del futbolista que ahora añora la Bombonera. Estuvo cerca de llevar a la gloria a un equipo modesto. Aquel 26 de abril de 2006 le vendrá siempre a la memoria. Tuvo la posibilidad de empatar de penalti en el último minuto la eliminatoria de semifinales de la Champions contra el Arsenal y alargarla a la prórroga. Erró en una de sus especialidades y el mundo se le vino encima. El tiempo le ayudó a superar uno de los momentos más duros y posteriormente llegarían otra vez los éxitos, como el oro en los Juegos Olímpicos de Pekín.