Angelici y Riquelme, otra historia

Lo de Daniel Angelici en Boca Juniors parece seguir prometiendo capítulos no del todo honrosos, una vez conocido que cumplidos dos mandatos, no podrá apostar a la re-reelección al frente de la entidad “Xeneize”. Dentro de ese contexto, donde sabe que aún no cuenta con un sucesor que tenga su misma línea y autoridad, se lo puede ver buscando un aliado un poco odiado por él y en pos de una tregua como mal necesario, volvió a tener contacto con el ídolo Juan Román Riquelme. Para seguir subsistiendo y no perder el poder, una tregua con el ex enganche es mucho más que un mal necesario.
Sí, con Riquelme, el que tanto lo criticó, el que tomó distancias mediáticas y dialécticas con su “pollo” en el vestuario Carlos Tévez, el que siempre amaga como en sus tiempos de futbolista con dar el salto a la política de la institución y el que es respetado por todos los hinchas, es un más que potable candidato. Y Angelici así también lo vislumbra, con apenas un sondeo de opinión.
Y eso que el propio titular del “Xeneize” fue quien se sacó de encima a Riquelme en su última etapa como futbolista, al rescindirle su contrato y enviarlo como jubilación a Argentinos Juniors, en la B Nacional. Pero claro, el habilidoso futbolista sabe que discusivamente contagia pero que no tiene la capacidad de ejecución del “Tano”, que en ocho años edificó poder, influencias y mucho más en ese cargo, apoyado claro está por el presidente de los argentinos Mauricio Macri. Entonces, mientras también coquetea con los otros postulantes a la presidencia, como Jorge Amor Ameal y José Beraldi, sigue poniendo cimientos en su futuro dirigencial sin darle la espalda al “Tano”. Este año más que nunca parece ser el gran salto a la política de Boca que tanto brío mediático le dio en los últimos tiempos. Angelici mira de reojo…

Angelici out, Riquelme seducción
Dentro de este escenario, Riquelme es la figurita codiciada por todos. No por sus proyectos sino por su seducción pasional y labia, en un Boca donde después de perder la final de la Copa Libertadores contra River en Madrid, se desmoronó casi por completo a nivel dirigencial.
El mayor capital político de Riquelme es la conquista de masas. Criticó a la dirigencia y al equipo después de la Copa que no pudo ser, hizo públicas sus diferencias con Tevez y ahora está dispuesto a buscar un cargo en la futura comisión directiva, que tenga injerencia deportiva. Considera que es su momento, pero no a la cabeza del proyecto sino dentro de una asesoría o algo similar.
El tema es que muchas veces esos cargos dentro del plantel o armado del grupo, sea como manager o como asesor deportivo muchas veces queda atado y expuesto a lo deportivo. Una mala racha de resultados puede ser determinante con el manager como principal fusible de la campaña y la dirigencia queda exenta en responsabilidades.
Eso lo padeció el propio Carlos Bianchi, ídolo y héroe indiscutido en la Boca. Tres copas Libertadores, dos intercontinentales, pero cuando fue mánager, la picadora de carne no identificó escudo ni licencias ni inmunidad para nadie. Eso lo sabe bien Riquelme por eso busca más resguardo y paraguas dentro de la comisión directiva, saliendo que puede ser la gran carta ganadora en tiempos de elecciones.

¿Dónde juega Macri?
Macri busca consensuar con Angelici el candidato del oficialismo, ninguna decisión pasa por encima de él. Ni siquiera el Presidente de la Nación tiene claro si Christian Gribaudo, el candidato de Angelici, es la mejor opción para la continuidad del proyecto. Había pensado en Andrés Ibarra, pero al vicejefe de Gabinete lo necesita metido en el Gobierno. Sobre todo, en este año que lo tendrá como protagonista en otra contienda electoral más importante: la renovación de su mandato en la Casa Rosada.
El tema es que Angelici no es muy tolerante a los cuestionamientos y entendió que lo mejor era “patotear” o amedrentar a las voces disidentes en la cancha, durante el partido ante Atlético Tucumán. Sabía de antemano que estaba orquestado un escrache general hacia su persona, así que en tiempos en que desde el Ministerio de Seguridad encabezado por Patricia Burllrich y los positivos resultados en materia de prevención de violencia en las canchas, con casi mil derechos de admisión aplicados a barras de diversos clubes (incluso Talleres y Belgrano) que Boca sea protagonista de un incidente de barras, no lo deja bien parado. Entonces, queda plasmado el refrán de “en casa de herrero, cuchillo de palo”, sin ser bien visto que en el patio de la casa de Macri sigan utilizando impunemente a los hinchas caracterizados para resguardo de la propia dirigencia, como desnudando a la vez “permitidos” a su club con esta práctica muy utilizada desde siempre…
El otro camino que busca bloquear Macri es la llegada de Víctor Santa María al poder. En ese sentido, el secretario general de los porteros (financista del diario opositor “Página 12”) y presidente del partido justicialista porteño, no acompañará a Beraldi como en las elecciones de 2015. Es quien tiene la mejor relación con Riquelme y se habla de que si el enganche sigue insistiendo en postularse, se enrolará en su trinchera. Caso contrario, Santa María iría por su cuenta. César Martucci, ex secretario del club entre 2011 y 2015, también tiene apetencias presidenciales. Hasta el peluquero Fabio Cuggini se lanzó a la carrera. Y para sumarle más mediáticos a escena, Mario Pergolini, productor de radio y TV, podría sumarse a Ameal para formar la fórmula opositora más firme al oficialismo. Ameal le firmó el mejor contrato de la historia a Riquelme cuando regresó de Europa, así que con él hay buena sintonía…

Riquelme comodín
Dentro de toda esa fauna, quien todavía no tiene color político, goza de la mejor imagen y coquetea con todos como la chica más linda del boliche, es Riquelme. Entendió que no es conveniente ser líder de un movimiento por su falta de experiencia pero a la vez tampoco quiere un cargo endeble como algo sujeto a lo deportivo, porque dentro de las exigencias y las obligaciones que tiene el club con la necesidad de ganar siempre, nunca estará atado a la silla.
Por eso, mientras define su rol o función dentro de alguna comisión, no tiene pruritos en acomodarse en la facción que le ofrezca la mejor convivencia. Su presencia en una lista es el mejor escudo para cualquier candidato, por eso ya comenzaron las conversaciones en off y fuera de lo formal para convencerlo. Con esa habilidad, sobrevive Riquelme en el panorama eleccionario, dentro de la política que la que está empezando a empaparse, pisando la pelota y distribuyendo, como lo que mejor sabía hacer dentro de la cancha. Hoy, es la figurita que todos quieren.