Algo más de medio Riquelme...

¿Alcanza para que le renueven? Si al 10 se le discute qué precio le puede hacer pagar su cuerpo al límite de los 36 años, hay que señalar que lesiones prolongadas sufrió tres: en 2010, apenas puso la discutida firma por cuatro temporadas, debió ser operado de la rodilla y sólo alcanzó a jugar dos partidos en el Apertura. La otra, la famosa fascitis plantar -la segunda en su carrera- lo marginó de ocho de los últimos nueve encuentros de la campaña del Apertura 2011: fue determinante su aporte en las primeras diez fechas y entró el día de la consagración para levantar el trofeo. La última, que lo alejó de las canchas durante 91 días, fue un desgarro en el aductor izquierdo, con desprendimiento muscular. Aunque como coincidió con el receso de verano, apenas se perdió cinco juegos (dos del Inicial 13 y tres del actual torneo).

Sin embargo, el 2013, como si el retiro voluntario por ocho meses le hubiera pasado factura, estuvo marcado por una mayor presencia en el consultorio: distensión (marzo), desgarro (abril), esguince de rodilla (junio), distensión (agosto) y el mencionado eterno desgarro (noviembre).

Ahora, desde su regreso en la 4ª fecha, sólo faltó ante Vélez (fue al banco y Bianchi no quiso que entrara) y en las visitas a Central y Colón (descanso por acumulación). Lleva diez juegos sobre 16, por debajo del Cata (14) e igual que Ledesma, los otros que superan los 30 años -Orion, como arquero, no cuenta-. Y volvió a gritar tanto como en el Apertura 2008: tres de penal, uno de tiro libre, y otro desde afuera del área. Pero Angelici aún no baja el martillo: “Uno evalúa todo, lo futbolístico, lo económico y lo grupal”.