

El ‘ídolo’ Riquelme, a un paso del ostracismo
Sus recientes éxitos en Suramérica no le han servido para revalorizarse en el fútbol europeo, donde parece que pesa más su difícil carácter que su calidad deportiva. Riquelme viene de guiar a Boca hacia la conquista de la Copa Libertadores y de liderar a Argentina en el subcampeonato de la Copa América... pero en Europa nadie le quiere y en Villarreal le espera la grada. El otrora idolatrado ‘Topo Gigio’, gran ídolo aún en Argentina, se ve ahora repudiado en el club amarillo, que ya le ha advertido que lo que le espera es el más absoluto ostracismo los dos años de contrato que le restan si no ayuda a encontrar una solución a su futuro.
Atlético, Real Madrid y Milan se han interesado en algún momento por su situación, pero siempre como segunda o tercera opción y sin llegar a concretar una oferta en firme. El Villarreal forzó la situación durante las negociaciones para el traspaso de Diego Forlán al conjunto colchonero. Se llegó a plantear incluso la posibilidad de un ‘pack’, pero el Atlético no se decidió a dar el paso... básicamente, porque su técnico, Javier Aguirre no lo veía claro.
Así las cosas, la única posibilidad que se le presenta a Riquelme y al Villarreal es la opción de Boca, donde ya se frotan las manos ante la opción de poder seguir contando con sus servicios. El problema es que la precaria situación del club xeneize hace inviable un trapaso y el Villarreal aspira a recuperar, por lo menos, parte de la inversión que hizo cuando decidió ficharle del Barça.
La entidad amarilla quiere sacar por él un mínimo de diez millones, cifra inalcanzable para Boca, y esperará hasta ver si alguno de los clubs que han tanteado su fichaje se decide antes del cierre de inscripción de fichas. El Real Madrid podría ser su destino si los ‘cerebros’ que ha pedido Bernd Schuster siguen dando calabazas a Ramón Calderón.
El vestuario amarillo no ve clara su vuelta
Al margen de la guerra que tiene abierta con el cuerpo técnico y la directiva del Villarrea, parece que Riquelme no ha dejado muchos amigos en el vestuario. Ayer, Fabricio Fuentes le abrió la puerta, pero con la boca pequeña, evitando pronunciarse sobre el conflicto que tiene con la entidad: 'La plantilla le acogerá como un compañero más. Lo que ocurra a partir de ahí es un asunto de él y del club y lo que tenga a nivel particular con la gerencia de la entidad es otro asunto. Es un tema complicado, medio feo, en el que dar una opinión tampoco es fácil, porque no sabes lo que va a acabar pasando. Los compañeros estamos al margen de lo que ocurre'.