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RIQUELME

VIDEO: A quince años del "Topo Gigio" de Riquelme contra Macri
El festejo quedó inmortalizado. No solo por la particularidad del mismo, sino porque fue en un Superclásico. Una protesta contra el hoy presidente argentino.
Luego de ganar la Copa Libertadores en el año 2000, la relación entre la dirigencia de Boca (comandanda por Mauricio Macri, hoy presidente de Argentina) y Juan Román Riquelme se volvió tensa. El 10 de Boca, ya por ese entonces el mejor futbolista del país, quería ser reconocido con un contrato acorde a su estatura futbolística. En ese año 2000 incluso hubo una 'huelga' por parte del jugador.
Pero las partes llegaron a un acuerdo provisional y Román volvió a jugar. Ese mismo año Boca se consagraría en el torneo local y en Japón ante Real Madrid.
Al año siguiente los problemas volvieron. Y nada más, y nada menos, que en un Superclásico, Riquelme dejó sentada su posición.
El 8 de abril de 2001 Boca le iba ganando a River con gol de Ibarra cuando tuvo un penal a favor. Riquelme se hizo cargo del disparo, pero Franco Costanzo lo atajó. En el rebote, y de cabeza, Román puso el 2 a 0 (el encuentro terminaría 3 a 0).
La corrida del festejo fue hasta la mitad de la cancha y frente al palco presidencial se llevó las dos manos a los oídos en clara señal de protesta. El destinatario era Mauricio Macri que no se encontraba ese día en ese lugar, sino que estaba en uno de los palcos que posee su familia.
Después del partido, cuando fue consultado por el festejo, Riquelme se excusó, irónicamente, diciendo que ese festejo iba dedicado para su hija, 'fanática del Topo Gigio'.
La realidad es que quedó inmortalizado para siempre y fueron varios los jugadores que imitaron el festejo en 'honor' a Riquelme.
Al año siguiente los problemas volvieron. Y nada más, y nada menos, que en un Superclásico, Riquelme dejó sentada su posición.
El 8 de abril de 2001 Boca le iba ganando a River con gol de Ibarra cuando tuvo un penal a favor. Riquelme se hizo cargo del disparo, pero Franco Costanzo lo atajó. En el rebote, y de cabeza, Román puso el 2 a 0 (el encuentro terminaría 3 a 0).
La corrida del festejo fue hasta la mitad de la cancha y frente al palco presidencial se llevó las dos manos a los oídos en clara señal de protesta. El destinatario era Mauricio Macri que no se encontraba ese día en ese lugar, sino que estaba en uno de los palcos que posee su familia.
Después del partido, cuando fue consultado por el festejo, Riquelme se excusó, irónicamente, diciendo que ese festejo iba dedicado para su hija, 'fanática del Topo Gigio'.
La realidad es que quedó inmortalizado para siempre y fueron varios los jugadores que imitaron el festejo en 'honor' a Riquelme.
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