El legado de Maradona: Se subasta la camiseta con la que marcó el gol del siglo con la mano de Dios | JuanRomanRiquelme.com
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El legado de Maradona: Se subasta la camiseta con la que marcó el gol del siglo con la mano de Dios

El legado de Maradona: Se subasta la camiseta con la que marcó el gol del siglo con la mano de Dios
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Steve Hodge, futbolista inglés que se la pidió al argentino tras el partido, la vende por un precio que oscila entre los 5 y 8 millones de dólares.

Millones de coleccionistas de todo el mundo lucharan por hacerse con la camiseta con la que Diego Armando Maradona, marcó dos de sus goles más recordados en los cuartos de final del mundial de México 86 frente a Inglaterra. La casa de subastas británica Sotheby’s ha anunciado formalmente que se abrirá la puja de esta prenda el 20 de abril y durará hasta el 4 de mayo.

La casa de subastas Sotheby’s va a realizar entre el 20 de abril y el 4 de mayo una subasta por la camiseta que se enfundó ‘el Pelusa’ en los cuartos de final del Mundial del México 86. El precio estimado oscila entre los 5 y los 8 millones de dólares.

Acerca del partido en el que Maradona la utilizó, la casa de subastas británica ha publicado en su web: “No lo llames solo un partido, fue más que eso. Fue historia, hubo pocos momentos en los deportes que realmente pudieron cambiar la línea entre el atletismo y algo más grande”.

Además, explican las condiciones en las que se encuentra la camiseta, que se entregará al máximo postor con una garantía de autenticidad: “La camiseta está en buenas condiciones generales consistentes con el uso intensivo, la transpiración y la actividad atlética. Ligero deshilachado en el dobladillo en la parte inferior delantera de la camisa y manchas menores en todas partes”.

Esta reliquia está llena de anécdotas. Con ella ‘el D10s del fútbol’ marcó dos de los goles mas recordados de la historia del deporte. Primero marcó el gol de la mano de Dios, minutos después recibió el balón en el centro campo y empezó a sortear a todos los rivales que se le ponían al paso para hacer el mejor gol de la historia de los mundiales.

La historia de la camiseta

Además, esta camiseta tiene una historia peculiar, ya que no era la que solía vestir la selección albiceleste, sino que nació de la improvisación, debido a que Argentina debía jugar con una indumentaria alternativa por orden de la FIFA. Por ello Carlos Bilardo, el entrenador en aquel momento, mandó a Rubén Moschella, que entonces trabajaba en la utilería del equipo, a buscar las camisetas en la Ciudad de México. Y en las horas previas al encuentro cuatro costureras mexicanas cosieron el escudo argentino y plancharon los números en la nueva indumentaria.



Desde hace 35 años está camiseta ha pertenecido a Steve Hodge, exfutbolista inglés, que no dudó en pedir la camiseta a Maradona tras finalizar el encuentro, y permanece hasta el día de hoy en el National Football Museum de Manchester. Ya que Hodge decidió cederla para que los especialistas la custodiasen, hasta ahora que ha decidido venderla.

“Ha sido un honor y un privilegio cuidar esa camiseta de Diego Maradona durante más de 18 años. Interesados en ver quién la captura a continuación. En nuestra plantilla siempre hay hueco para otro fichaje cedido...”, escribió en sus redes sociales el Museo que espera de seguir teniéndola como una de sus reliquias sea quien sea el nuevo comprador.

El legado de Diego Armando Maradona

Maradona nació el 30 de octubre de 1960, en Lanús, cerca de Buenos Aires, Argentina. Fue el quinto de los ocho hijos de Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, conocida como Tota. Se crio en Villa Fiorito, provincia de Buenos Aires, entre los potreros y la pobreza.

Se inició en el mundo del fútbol a los nueve años, en un equipo infantil, Los Cebollitas. A los dieciséis, ya era convocado por la selección argentina y en 1979 fue elegido mejor jugador sudamericano del año.

Su llegada a Europa fue procedente del Argentino Juniors y Boca Juniors, sus equipos de referencia. La directiva del Barça perseguía el fichaje del jugador aunque la llegada de éste al equipo blaugrana se retrasó un año, por el que pagó seis millones de euros.

Dos años fueron los que residió el pibe en la Ciudad Condal, instalado en una lujosa vivienda del privilegiado barrio de Pedralbes, calle de San Francisco, por donde transitaban sus suegros y otros familiares, allegados como se dice ahora, amigotes y caraduras aprovechados que bebían, comían y se divertían a costa de Dieguito.

Ni qué decir que la vida cotidiana del jugador no era la apropiada de un deportista, de un astro de su categoría. Las fiestas que allí se celebraban no se terminaban hasta el amanecer. Modelos y admiradoras del "Pelusa" se paseaban por las habitaciones de la casa, y Diego Armando no perdía la oportunidad de acostarse con ellas.



Al poco tiempo, a Maradona oficialmente le diagnosticaron una hepatitis, lo que provocó que se ausentase durante tres meses de su actividad futbolística. Ahora se sabe que la tal hepatitis no era sino una contagiosa enfermedad venérea, que se ocultó a la afición del Barça por motivos fácilmente comprensibles.

A pesar de la vida frívola que seguía el jugador, la directiva barcelonista trataba de no amonestarlo ya que los goles que conseguía y el buen juego en general proporcionaba al club muchos beneficios, ganancias aparte por el negocio del merchandising. En el Barça jugaría cincuenta y ocho partidos marcando treinta y ocho goles.

Lo peor vino en un decisivo encuentro del Barça contra el Atletic de Bilbao: fue lesionado por una violenta entrada de Goicoechea. Y allí se quebró la estancia de Maradona en el equipo blaugrana. El presidente del club, José Luis Núñez, estaba harto de todo lo que le sucedía a su estrella, en el campo y fuera del césped, así que acordó traspasarlo al Nápoles por mil doscientos millones de pesetas.

Por él, hubiera seguido viviendo en Barcelona, donde fue muy feliz y su familia se había adaptado a la vida barcelonesa. Allí, éxito deportivo aparte, es cuando comenzó su bajada a los infiernos, no ya por su relación constante con mujeres, sino por su inicio con las adicciones de sustancias que iban a llevarlo después, en Nápoles, a ser un drogadicto.

Dejamos a un lado ese paso por el equipo napolitano para contarles lo que le pasó después en Sevilla, una vez transcurridos los quince meses que estuvo suspendido por la FIFA al comprobarse que consumía habitualmente cocaína. Setecientos cincuenta millones de pesetas fue el precio del traspaso que hubo de satisfacer el club sevillista, al que llegó por la insistencia del entrenador Carlos Salvador Bilardo por tener a sus órdenes a su compatriota. Lo recibieron en la capital de la Giralda como si fuera un héroe, magnificando demasiado su personalidad. Y él, que ya acusaba su declive físico, se aprovechó de aquella admiración que despertaba entre la simpática afición sevillista.

Por lo pronto lo instalaron en un chalé lujoso, a las afueras de la capital, en la urbanización "Simón Verde", que era propiedad del matador de toros Juan Antonio Ruiz "Espartaco", ajeno por supuesto a lo que, nada más irse a vivir allí el Pelusa, su mujer y sus dos hijas, ocurrió entre aquellas paredes en muchas fiestas hasta altas horas de la madrugada.



Tras estas noches, Diego Armando se saltaba su obligación de entrenar cada mañana a las diez porque estaba absolutamente destrozado por sus hábitos nocturnos. Su esposa, Claudia Villafañe, se resignaba. Y las hijas, Giannina y Dalma, que sólo tenían tres y cinco años, poco parecían importar al jugador, por mucho que las quisiera. Las drogas circulaban por aquella casa con la mayor impunidad, sin discreción alguna.

La directiva sevillista, avisada del ritmo de alegre vida de Maradona, contrató a tres detectives privados cuyos informes daban cuenta puntualmente a los directivos de los excesos que a diario protagonizaba el astro argentino. No llegaría a jugar una temporada completa, sólo veintinueve encuentros. Hartos de sus devaneos, el club lo facturó a Buenos Aires. Maradona iba cayendo cada vez más bajo en el fútbol y en su vida privada, en tanto su salud ya daba muestras de empezar a resquebrajarse.

En 1995, Diego regresa al equipo de sus amores, el Boca Juniors. Su regreso al gol fue el 15 de octubre, nada más ni nada menos que contra su Argentinos Juniors, ganándole 1-0. En este paso por su querido club jugó 29 partidos marcando 7 goles entre 1995 y 1997.

El 25 de octubre de 1997 fue la última vez que Diego jugó profesional y oficialmente al fútbol, fue el clásico contra River donde Boca lo derrotó 2-1. En diciembre de 1999, Maradona recibió los premios Clarín y Olimpia al mejor deportista argentino del siglo.

Fue cinco veces máximo goleador y obtuvo diez títulos: Boca (1981), Barcelona (Copa del Rey 1983), Nápoli (Scudetto 1987 y 1990; Copa Italia 1987, Copa UEFA 1989 y Supercopa italiana 1991), Selección argentina (Mundial juvenil 1979, Mundial de México 1986 y Copa Artemio Franchi 1993). Jugó 90 partidos oficiales con la celeste y blanca y marcó 33 goles, 8 de ellos en mundiales.

El 3 de noviembre de 2020 fue operado de un coágulo en el cerebro. Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre en su casa del barrio San Andrés, en la localidad de Tigre, al sufrir un paro cardíaco. Varias ambulancias se desplazaron hasta su domicilio para atenderle pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

Fue enterrado sin corazón y sin otros órganos que además fueron analizados para esclarecer cómo murió. Siete personas relacionadas con los cuidados médicos del campeón del mundo con Argentina en México 1986 son investigadas por presunto "homicidio simple con dolo eventual" buscando determinar si los cuidados al exfutbolista fueron deficientes.

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