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CARLOS TEVEZ

El partido en el que Tevez se desesperó por hacerle un gol a River
Carlitos volvía al Monumental por Copa Libertadores, pero con la camiseta de Corinthians.
Hizo uno, le anularon otro y festejó el suyo de cara a la gente local.
Era otro Tevez, está claro. Hoy se lo nota mucho más sereno y cerebral. Pero en aquel partido perdía la cabeza por hacer un gol ante su máximo rival. Era algo personal.
Ya había jugado por la Sudamericana en esa cancha, y no había podido hacer mucho pese a que el Tiamo fue quien pasó la serie. Esta vez se encontraron en los octavos de final de la Copa Libertadores 2006, y Tevez tenía algo guardado.
Comenzó el partido y se lo notó con una actividad intensa en el campo de juego. Y ya sobre los 15 minutos marcó su gol: recibió en el vértice del área, las tribunas pasaron del silencio a la silbatina en medio segundo, esperó, tiró el balón sobre su derecha y enganchó con un derechazo que se clavo en el primer palo. La silbatina volvió a ser silencio nuevamente. El festejo fue tremendo: de cara a la gente de River y se le leen en los labios insultos claritos.
Farías y Ferrari dieron vuelta la historia, pero Carlitos tenía algo más: gol para igualar la serie que fue mal anulado por el juez de línea. Incluso, aguantó la pelota en el área, cedió a un compañero que estrelló su remate en el palo. En esa misma jugada, salió la contra del Millo y Mascherano, que era compañero de Tevez, salió a cortar. Expulsado.
La serie terminó favorable para River, que ganó en el Monumental 3-2 y en el Pacaembú por 3-1. Igualmente, no duraría mucho más: Libertad de Paraguay lo sacó en cuartos de final.
Ya había jugado por la Sudamericana en esa cancha, y no había podido hacer mucho pese a que el Tiamo fue quien pasó la serie. Esta vez se encontraron en los octavos de final de la Copa Libertadores 2006, y Tevez tenía algo guardado.
Comenzó el partido y se lo notó con una actividad intensa en el campo de juego. Y ya sobre los 15 minutos marcó su gol: recibió en el vértice del área, las tribunas pasaron del silencio a la silbatina en medio segundo, esperó, tiró el balón sobre su derecha y enganchó con un derechazo que se clavo en el primer palo. La silbatina volvió a ser silencio nuevamente. El festejo fue tremendo: de cara a la gente de River y se le leen en los labios insultos claritos.
Farías y Ferrari dieron vuelta la historia, pero Carlitos tenía algo más: gol para igualar la serie que fue mal anulado por el juez de línea. Incluso, aguantó la pelota en el área, cedió a un compañero que estrelló su remate en el palo. En esa misma jugada, salió la contra del Millo y Mascherano, que era compañero de Tevez, salió a cortar. Expulsado.
La serie terminó favorable para River, que ganó en el Monumental 3-2 y en el Pacaembú por 3-1. Igualmente, no duraría mucho más: Libertad de Paraguay lo sacó en cuartos de final.
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