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CARLOS TEVEZ

¿Es necesaria la vuelta de Carlos Tevez?
Boca demostró este año que es el equipo más regular del fútbol argentino.
El 11 de diciembre cumplió 365 días de mantenerse como líder del torneo local.
Ganó el torneo largo en el primer semestre de 2017 y arrancó la Superliga con ocho triunfos consecutivos, luego perdió ante Racing y Central, pero se repuso ganándole a Arsenal y cerrando el año frente a Estudiantes por 1 a 0.
Guillermo Barros Schelotto encontró el equipo que venía buscando desde su llegada al Xeneize, allá por marzo de 2016. Con el correr de los partidos, el entrenador fue armando la base de su once y encontrando regularidad, un punto no menor ya que el año pasado no lo pudo conseguir por diferentes factores.
Hoy, Barros Schelotto tiene el arquero que buscaba: Agustín Rossi, quién arrancó en el banco de suplentes, pero se fue ganando el puesto con paciencia y trabajo. La zaga central es intocable: Paolo Goltz es titular indiscutido y espera poder contar con Lisandro Magallan para el 2018 (la única duda es que llegue una buena propuesta que satisfaga al defensor y al club). Por derecha, se lesionó Leonardo Jara, pero podrá contar con él cuando se recupere del desgarro. Por izquierda, la idea es mantener a Frank Fabra, de los mejores jugadores del plantel.
En el mediocampo, Nahitán Nandez reemplazó bien a Fernando Gago, aunque para el técnico fue una baja muy importante en el desarme de la mitad de cancha. El ex mediocampista del Real Madrid es parte de su columna vertebral. Wilmar Barrios es la figura del equipo. No tiene otro jugador de iguales características ni tampoco de tan buen presente. Pablo Pérez es el otro volante fundamental en el armado. Le da ida y vuelta, llegada al gol y marca.
Adelante, el “Mellizo” potenció a Cristian Pavón, supo explotar su velocidad por el sector derecho; bancó a su goleador estrella Darío Benedetto, dándole más continuidad sabiendo que iba a ser su centro delantero y por izquierda, le encontró su lugar a Edwin Cardona, el colombiano que llegaba con muchos interrogantes y aprovechó sus oportunidades para cumplir con las expectativas.
De esta manera, a Barros Schelotto le costó tiempo, pero pudo armar este equipo que buscaba bajo su esquema preferido: 4-3-3.
En el 2018, el club de la Ribera tendrá tres frentes que disputar: la Copa Libertadores (el gran objetivo del año) la segunda parte de la Superliga y la Copa Argentina. Por ende, deberá traer refuerzos para tener dos jugadores por puestos.
Con la posible llegada de Tevez y ante la lesión de Benedetto (ruptura del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha que lo tendrá seis meses fuera de las canchas), el Apache sería el centro delantero, posición que no le gusta, aunque lo aceptaría en caso de que el entrenador así lo decidiera.
Tener a Carlos Tevez en el plantel sería muy importante. Boca no se puede dar el lujo de no traerlo. A pesar de que el equipo está armado, el ex delantero de la Juventus le aportaría calidad, cambio de ritmo, experiencia y liderazgo dentro de la cancha, cualidades que no reúne cualquier futbolista.
El Apache con la camiseta azul y oro se transforma, juega contento, eso le da un plus extra que todo equipo necesita, un jugador que se muere por defender los colores de su equipo.
Mas allá de que no tuvo un año competitivo por jugar en China, una liga poco atractiva, lo que provocó que esté desgastado mentalmente, las ilusiones de volver a Boca son cada día más fuertes. Porque Carlitos no quiere abandonar el fútbol sin antes ganar la Libertadores que él mismo se puso como objetivo desde que decidió regresar en julio de 2015. Y quizás, ésta sea la última gran chance.
Guillermo Barros Schelotto encontró el equipo que venía buscando desde su llegada al Xeneize, allá por marzo de 2016. Con el correr de los partidos, el entrenador fue armando la base de su once y encontrando regularidad, un punto no menor ya que el año pasado no lo pudo conseguir por diferentes factores.
Hoy, Barros Schelotto tiene el arquero que buscaba: Agustín Rossi, quién arrancó en el banco de suplentes, pero se fue ganando el puesto con paciencia y trabajo. La zaga central es intocable: Paolo Goltz es titular indiscutido y espera poder contar con Lisandro Magallan para el 2018 (la única duda es que llegue una buena propuesta que satisfaga al defensor y al club). Por derecha, se lesionó Leonardo Jara, pero podrá contar con él cuando se recupere del desgarro. Por izquierda, la idea es mantener a Frank Fabra, de los mejores jugadores del plantel.
En el mediocampo, Nahitán Nandez reemplazó bien a Fernando Gago, aunque para el técnico fue una baja muy importante en el desarme de la mitad de cancha. El ex mediocampista del Real Madrid es parte de su columna vertebral. Wilmar Barrios es la figura del equipo. No tiene otro jugador de iguales características ni tampoco de tan buen presente. Pablo Pérez es el otro volante fundamental en el armado. Le da ida y vuelta, llegada al gol y marca.
Adelante, el “Mellizo” potenció a Cristian Pavón, supo explotar su velocidad por el sector derecho; bancó a su goleador estrella Darío Benedetto, dándole más continuidad sabiendo que iba a ser su centro delantero y por izquierda, le encontró su lugar a Edwin Cardona, el colombiano que llegaba con muchos interrogantes y aprovechó sus oportunidades para cumplir con las expectativas.
De esta manera, a Barros Schelotto le costó tiempo, pero pudo armar este equipo que buscaba bajo su esquema preferido: 4-3-3.
En el 2018, el club de la Ribera tendrá tres frentes que disputar: la Copa Libertadores (el gran objetivo del año) la segunda parte de la Superliga y la Copa Argentina. Por ende, deberá traer refuerzos para tener dos jugadores por puestos.
Con la posible llegada de Tevez y ante la lesión de Benedetto (ruptura del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha que lo tendrá seis meses fuera de las canchas), el Apache sería el centro delantero, posición que no le gusta, aunque lo aceptaría en caso de que el entrenador así lo decidiera.
Tener a Carlos Tevez en el plantel sería muy importante. Boca no se puede dar el lujo de no traerlo. A pesar de que el equipo está armado, el ex delantero de la Juventus le aportaría calidad, cambio de ritmo, experiencia y liderazgo dentro de la cancha, cualidades que no reúne cualquier futbolista.
El Apache con la camiseta azul y oro se transforma, juega contento, eso le da un plus extra que todo equipo necesita, un jugador que se muere por defender los colores de su equipo.
Mas allá de que no tuvo un año competitivo por jugar en China, una liga poco atractiva, lo que provocó que esté desgastado mentalmente, las ilusiones de volver a Boca son cada día más fuertes. Porque Carlitos no quiere abandonar el fútbol sin antes ganar la Libertadores que él mismo se puso como objetivo desde que decidió regresar en julio de 2015. Y quizás, ésta sea la última gran chance.
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