¿El mimo que le debían a Tevez o advertencia para el resto?

La conquista de la Copa Diego Maradona calmó las aguas de Boca por apenas 24 horas. Cuando bajó la efervescencia por el título número 70, reapareció el duelo por la eliminación de la Copa Libertadores ante Santos, surgieron declaraciones llamativas de futbolistas manifestando ganas de cambiar de aire y otros a los que, sutilmente, se les comenzó a señalar la salida. Todos, menos uno: Carlos Tevez.

Muy atrás quedó en el tiempo la turbulenta negociación del contrato de Carlitos, ocurrida a mediados del 2020, en plena pandemia. Discusiones con el Consejo de Fútbol que lo consideró un exjugador cuando asumieron el gobierno, acusaciones de "jugar" para Angelici, la extensión del vínculo, teléfonos descompuestos, la donación del salario "más alto" y una bomba que Juan Román Riquelme desactivó justo antes de la explosión. El ídolo, que venía de convertir el gol que le dio la Superliga en marzo, meditó ponerle fin a su carrera si no llegaba el ansiado y debatido acuerdo.

La buena relación entre las partes no se recompuso porque en realidad nunca existió. De hecho, el Apache la calificó de profesional, luego de ganar el título reciente en San Juan. Nada más. Sabe mejor que nadie que, si alguno de los dos está en deuda, no es él, uno de los pocos sino el único que vendió cara la derrota en Vila Belmiro mientras muchos compañeros deambulaban por la cancha. Y la pelota pasó al bando dirigencial, con una información que comenzó a circular y que pone al plantel Xeneize como "prescindible". Todos, menos uno.



¿Significa que se viene un éxodo masivo? Difícil que eso ocurra. Post pandemia, el mercado europeo quedó completamente devaluado y difícilmente haya grandes traspasos desde esta fecha hasta el 1° de febrero, día en el que cierra, al igual que el mexicano. Y Brasil, el otro país que suele mirar hacia Argentina, recién permite fichajes a partir de marzo. Sin embargo, el mensaje es claro: el que quiera irse, tiene las puertas abiertas, siempre que acerque una oferta con números razonables.

Obviamente hay niveles en cuanto a posibilidades de salida: el candidato natural era Esteban Andrada, pero aquellos intereses de equipos importantes parecen haberse esfumado; por Franco Soldano se intentará dar por finalizado el préstamo; Frank Fabra y Jorman Campuzano pueden buscarse ofertas; Julio Buffarini finaliza el contrato el 30 de junio y las charlas están estancadas desde mediados del año pasado; Sebastián Villa siempre sedujo a varios clubes brasileños; Mauro Zárate se plantó y dijo que no quiere seguir en el banco y Eduardo Salvio sorprendió todos al avisar que si llega alguna propuesta la aceptará.

Muchas menos chances tienen Wanchope Ábila, Edwin Cardona, Lisandro López y un caso particular: Nicolás Capaldo, al que también intentarán retener ya que consideran que tiene todas las condiciones para explotar una vez que se afirme como titular.

Con este panorama para lo que se viene en el 2021, el gesto definitivo que se prepara es el de armar un equipo "a la medida de Tevez". La próxima campaña podría ser la última del capitán como profesional, como así también la chance definitiva de ganar la séptima desde el lugar que se ganó: el del único imprescindible e intransferible.