¿Cómo Tevez?

Lucas, de La Boca, dice que tiene dieciséis pero parece de doce, situación escolar no reconocida, intenta espiar a Tevez durante la practica.

Roberto, misionero de cincuenta y largos, ex jugador de fútbol, recién llegado a Buenos Aires para visitar a sus hijos, saluda desde lejos a Tevez después de la práctica.

Guillermo y Gustavo, hermanos platenses de 43, padres de familia, directores técnicos, esperaron, recibieron, observaron y despidieron a Tevez. Y aguardan que la situación pueda repetirse por mucho tiempo más.

El frío de la mañana del sábado no detuvo a los incondicionales de siempre que quisieron acercarse al complejo Pedro Pompilio para ver de cerca al que es como ellos, pero con un sello diferencial: los puede representar dentro de la cancha -y habitualmente es el mejor de todos. No pudo serlo en la semifinal con Independiente del Valle y los rumores (sostenido con la información surgida de quienes lo rodean) indicaron que Carlitos se replanteaba la posibilidad de dejar el club, un poco desgastado por cuestiones extrafutbolísticas del día a día y otro poco golpeado por la inesperada eliminación de la Copa Libertadores, torneo para el que se preparó de manera casi obsesiva porque soñaba con jugar el Mundial de Clubes ante el Real Madrid de Cristiano. Los Mellizos, quienes lo valoran y son valorados por el jugador franquicia, no percibieron indicios de su partida hasta la ola mediática. Ahí encendieron las luces de alarma para intentar retenerlo en caso de que el jugador intensifique la búsqueda del camino de salida. Pero, según pudo averiguar Olé , tendrán una buena noticia.

“Está muy golpeado. Se preparó como nunca para los partidos con Independiente, tanto físicamente como en su vida privada. Pero no se va a ir de Boca, no puede ni quiere irse así”, le contaron a este medio desde el entorno del 10. Lo que sugirieron es que probablemente pida unos días de licencia para bajar las pulsaciones, cerrar la herida copera, recargar energía y retomar la conducción de un grupo que lo tiene como líder espiritual y futbolístico. El martes, día que el plantel retomará los entrenamientos, puede haber novedades al respecto. Si se consuma el pedido individual, ¿aceptará el cuerpo técnico? Faltan cinco semanas para el inicio del campeonato (arrancará el viernes 19 de agosto). Con Boca a punto físicamente (el Profe Javier Valdecantos ya realizó los trabajos fuertes de pretemporada en el predio de AFA en Ezeiza, durante junio), los entrenamientos serán focalizados en puntualizar y mejorar cuestiones futbolísticas (que después de lo que se vio en las semifinales hace falta y mucho). El 4-3-3 seguirá siendo el esquema utilizado, pero necesitan tiempo de trabajo para refrescar conceptos y mecanizar movimientos. Y Carlitos es fundamental en el equipo y habrá que ver si se siente cómodo jugando como nueve o no.

“Lo vi mal, como lo vieron todos, algo tiene. Está peleado con la pelota, no es común en él lo que le pasa y es el primero que lo sabe, por eso está fastidioso. Pero es muy hincha de Boca, no se va a ir”, afirmó Ramón Maddoni, quien lo conoce desde que era pequeño (de hecho, fue quien lo acercó a Boca). “Va a seguir. No hay ofertas ni nada raro”, despejó dudas el vice Royco Ferrari. La decisión de la Comisión Directiva es, en caso de que la situación se complique, hacer lo imposible por convencerlo de seguir en Boca. Consideran que es la bandera del proyecto. El que marca el camino a seguir. Y el que merece una revancha.