Nueva Chicago le dio el golpe final para el ciclo de Claudio Borghi

El conjunto de Mataderos reúne así nueve encuentros sin caídas, con cuatro triunfos seguidos en condición de visitante.

Por su lado el elenco de La Paternal, candidato 'a priori' a alcanzar una de las cinco plazas de ascenso que otorga la zona A, se quedó con 15 unidades (con un partido menos). Los conducidos por Claudio Borghi cosecharon su segundo tropiezo consecutivo y llevan tres sin ganar.

Nueva Chicago sacó ventaja a los 10m. de la segunda mitad a partir de una aparición de Alejandro Gagliardi, y cuando Argentinos se desesperaba en procura del empate, el elenco visitante pegó nuevamente con una conquista (la primera con la camiseta verdinegra) del colombiano José Ramírez Agudelo (40m.)

En tiempo de descuento, cuando los insultos desde la popular arreciaban y se cuestionaba a los jugadores del equipo local, el joven Luciano Cabral (49m.) encontró el descuento.

El equipo local asumió la iniciativa desde el arranque del partido y para ello contó con un movedizo Lautaro Rinaldi, que inquietó por izquierda. Pero a medida que fueron pasando los minutos el visitante fue neutralizando ese estéril dominio del 'Bicho' y niveló el desarrollo.

En ese contexto de paridad, el único que sobresalía, como casi siempre, era Juan Román Riquelme. Con esa reconocida capacidad para cambiar los ritmos y erigirse en conductor, el '10' fue el más claro, aún cuando no tuvo la compañía suficiente.

La chance más nítida en ese primer período se dio a los 11m., cuando Rinaldi exigió una excelente respuesta de Alejandro Sánchez.

Casi festeja Chicago a los 23m., cuando se equivocó el arquero Adrián Gabbarini, se la regaló a Christian Gómez y el emblema de Mataderos metió un remate de emboquillada que se fue por poco.

El segundo tiempo mostró casi la misma película que el primero, solamente que Argentinos, en su afán por querer adelantarse en la pizarra lo más rápido posible, empezó a equivocarse seguido en defensa, hasta que uno de esos desaciertos lo pagó caro.

A los 10m., después de que la defensa local no pudiera despejar una pelota sencilla, apareció el volante Gagliardi y definió ante la salida del arquero, para enmudecer y generar la preocupación en el público local.

El DT Borghi (pese a que intentó de todo, el equipo parece no responderle) apostó a una defensa de tres, modificó el esquema táctico con el ingreso del chileno Daúd Gazale que, a los 28m., diseñó una muy buena jugada y remató cruzado desde un lugar propicio para marcar.

Previamente, la parcialidad del 'Bicho' había entregado una muestra gratuita de su bronca, al arrojar un par de bombas de humo a la cancha y al vociferar cada vez más fuerte contra los jugadores, acusándolos de que 'no juegan con nadie'.

Chicago, ordenado, esperaba dar la estocada final para liquidar el cotejo. Y lo consiguió a los 40m., cuando el colombiano Ramírez Agudelo le ganó la espalda a su marcador y aprovechó su velocidad para meter un disparo a la carrera: 2-0.

El tanto del descuento de Cabral (49m.) solamente sirvió para la estadística, porque el público de Argentinos ya parecía resignado y casi que despidió al equipo con indiferencia, con pocos silbidos.