La vuelta de Boca marca una tendencia

Es una suerte de símbolo. El campeón del excesivo torneo de los 30 y también el ganador de la Copa Argentina -en una definición polémica frente a Rosario Central- marca la tendencia del regreso. Ya lo había hecho Temperley y ahora los xeneizes vuelven a empezar, con múltiples desafíos, otra vez con la Copa Libertadores como máxima de cabecera. Sobre todo, luego de haber quedado desnudo en la histórica y oscura serie con River. Más aún: después de que el elenco millonario alcanzara el trofeo continental. Boca regresa con la meta internacional, aunque con el cuerpo y alma en el verano: hay dos superclásicos en el sendero.

Los partidos de verano. La Supercopa Argentina. El Torneo Transición. La Copa Libertadores. La Copa Argentina, para más adelante. El DT Rodolfo Arruabarrena tiene una libreta repleta de anotaciones para un año intenso. El primer semestre es desgastante: el primer desafío oficial será dentro de un mes. El estadio Mario Alberto Kempes, en Córdoba, será la sede el 3 de febrero para la búsqueda de una nueva estrella doméstica frente a San Lorenzo, segundo en el certamen pasado. Aunque la obsesión tiene nombre y apellido: Copa Libertadores. El Grupo 3 no ofrece simpatías: el conjunto de la Ribera integrará la zona junto con Bolívar (Bolivia), Deportivo Cali (Colombia) y el ganador de la llave entre Racing y Puebla (México).

Hoy es el tiempo del reencuentro. Con las anécdotas de las vacaciones, el recuerdo de la última parte exitosa de 2015 y la presencia magnética de Carlos Tevez. El plantel deberá presentarse a las 9 en el complejo de Casa Amarilla, con dos rostros nuevos. El correntino Leonardo Jara aprobó ayer los estudios médicos de rutina. 'Cumplí un sueño', comentó el volante, que también actúa como lateral. Jara se suma al arribo a préstamo de Jonathan Silva, también surgido en Estudiantes y con pasado en Sporting Lisboa. Jara y Silva conocerán hoy a sus nuevos compañeros, en la presentación formal en La Boca, aunque el aspecto central de los trabajos físicos será en un predio de Cardales. Mientras, espía de reojo qué puede suceder con Daniel Osvaldo, si puede destrabar su salida de Porto. Los más optimistas advierten que el extrovertido atacante podría estar hoy junto con sus antiguos compañeros.

Último campeón y referente de los regresos de los elencos de primera -sólo quedó retrasado una semana River, por su aventura en Japón en el Mundial de Clubes-, ahora el principal foco será aclimatarse a un estado físico cercano al ideal. Y, en la misma sintonía, prepararse con ímpetu para los partidos de verano, que suelen ser una suerte de antesala para lo que vendrá, pero que cuentan con una dosis de riesgo. Los clásicos con River suelen dejar secuelas. De las buenas y de las otras. Sobre todo, luego de un intenso ida y vuelta en 2015 con el conjunto millonario, el dueño de los cruces internacionales, mientras que el elenco xeneize se quedó con los juegos de cabotaje y los choques estivales. El 23, en Mar del Plata. El 30, en Mendoza. Vuelve Boca, vuelve a rodar la pelota porque el fútbol ya empezó en 2016. Y así será con cada uno de los equipos de Primera División.