Nada es fácil con el 9 y el 10

Para comenzar, Juan Román Riquelme y Martín Palermo coinciden en una cuestión central: ambos quieren seguir en Boca de cara a la segunda mitad del año.

Román, por su parte, cree que no hay mejor lugar que su casa para continuar, recuperarse de la operación de rodilla y acomodarse junto a un técnico con el que se lleva más que bien. De hecho, y aunque la dirigencia que encabeza Jorge Amor Ameal no lo reconozca, la aprobación de Román fue, junto al título que ganó Borghi con Argentinos, parte importante para decantar el arribo del Bichi, llamado del enganche al DT mediante.

Mientras tanto, Palermo dejó en claro su determinación para prolongar su carrera un año más en la institución azul y oro, a pesar de que tiene sus reservas para convivir con Riquelme. Cree, en el fondo, que el nuevo técnico bajará el perfil de muchas cuestiones y amenizará el vestuario con su estilo descontracturado.

El tercer actor de esta historia es la dirigencia de Boca. Su presidente, Ameal, tiene muy en claro que la prioridad número uno es renovar al Diez. Aunque, por estar tan atento a ello, descuide otras negociaciones y, sobre todo, los modales empleados para algunas de las consabidas partidas.

Entonces, Román, dado el deseo de las partes debería arreglar... Pues no. En esta taquillera de suspenso hay lugar para una intriga más, siempre. El conflicto radica, básicamente, en que algunos dirigentes son intransigentes en no darle el gusto a Riquelme de renovar por tres temporadas y le arrojan ofertas de año y medio. Ameal, a diferencia de algunos hombres de la mesa chica, sabe que lo retendrá 'como sea'. Por esto, desde el entorno del enganche salieron a presionar ayer por la noche diciendo que 'escuchará ofertas a partir del lunes'.

De cara a resolver el tema Palermo, la situación se enturbió en la última semana. Luego de un malestar inicial del Titán, desde Boca se pusieron en contacto. La primera reunión no dejó nada en claro para el entorno del goleador. 'No fue lo que nosotros esperábamos', le aseguró a Clarín su representante Gustavo Goñi.

Palermo, al tanto de todo desde Sudáfrica, respondió con instrucciones de que no firmará un contrato por objetivos de acuerdo a lo que le propusieron. Piensa, claro, que siendo el máximo goleador de la historia del club, que le propongan objetivos es una falta de respeto para su trayectoria.

Los próximos pasos serán clave. Por Román, los dirigentes irán con todo la próxima semana de cara a contentar a Claudio Borghi. Por Martín, Goñi dijo: 'Estamos esperando que nos llamen'.

Sigilosamente, entre tanta discusión, están esas aves que sobrevuelan esperando la chance de atacar. El Colo-Colo de Diego Cagna ya preguntó por el atacante de película y leyenda, aunque Palermo 'recién lo analizaría después de finalizar la negociación con Boca y luego del Mundial'. El enlace, mientras tanto, es pretendido por Cruzeiro, Corinthians, Atlético Mineiro, Racing y Flamengo.

En síntesis, la novela de las dos grandes estrellas del drama, el amor y la comedia en el último tiempo de Boca amenaza con tener un final picante. Ameal los quiere, ellos quieren, pero -como para agregarle algún capítulo más- estos actores difíciles de pronosticar amenazan con una escapada final digna de Hollywood.