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BOCA JUNIORS

"Gracias por los dos títulos, Vasco"
Riquelme y Arruabarrena coincidieron en un evento y el 10 se acercó al DT para felicitarlo. Reinó la buena onda...
“¿Me puedo sacar una foto con vos? No le pido a nadie pero a vos sí porque sos un monstruo”, le pregunta Ricardo Enrique Bochini, y le manguea el celular para “charlar un poco de fútbol cuando puedas”.
“Mirá la figura que tenés, chabón. Estás para ponerte los cortos y salir a la cancha cuando quieras”, lo pincha Agustín Pichot.
Fue hace dos martes en la producción de fotos para la edición del 50° aniversario de la revista Gente. Por ahí andaban Mirtha, Susana, Marcelo, Charly, Moria, Palito. Personalidades que no necesitan ser nombradas por su apellido para ser reconocidas. Sin embargo, el gran protagonista del evento fue un tal Román, quien saludó a todos y, apenas se liberó, pidió permiso para ingresar a un salón contiguo y felicitar a Rodolfo Arruabarrena, otro invitado de luxe del Mundo Boca. Riquelme se acercó lentamente hacia el DT, lo abrazó y lo sorprendió con sus palabras. “Gracias por los dos títulos, Vasco”, le susurró al oído el 10, y estiró su brazo derecho para darle la mano. “¿De verdad me estás diciendo? Lo único que faltaba...”, le devolvió entre risas Rodolfo. “De verdad, te lo agradezco muchísimo”, enfatizó el ídolo. Luego fueron llamados juntos para la sesión de fotos y, si bien volvieron a cruzarse, partieron por separado. El ídolo solo en su camioneta, y el entrenador en su auto particular, aunque conducido por un amigo (no le gusta manejar, y menos trajeado).
“¿Me puedo sacar una foto con vos? No le pido a nadie pero a vos sí porque sos un monstruo”, le pregunta Ricardo Enrique Bochini, y le manguea el celular para “charlar un poco de fútbol cuando puedas”.
“Mirá la figura que tenés, chabón. Estás para ponerte los cortos y salir a la cancha cuando quieras”, lo pincha Agustín Pichot.
Fue hace dos martes en la producción de fotos para la edición del 50° aniversario de la revista Gente. Por ahí andaban Mirtha, Susana, Marcelo, Charly, Moria, Palito. Personalidades que no necesitan ser nombradas por su apellido para ser reconocidas. Sin embargo, el gran protagonista del evento fue un tal Román, quien saludó a todos y, apenas se liberó, pidió permiso para ingresar a un salón contiguo y felicitar a Rodolfo Arruabarrena, otro invitado de luxe del Mundo Boca. Riquelme se acercó lentamente hacia el DT, lo abrazó y lo sorprendió con sus palabras. “Gracias por los dos títulos, Vasco”, le susurró al oído el 10, y estiró su brazo derecho para darle la mano. “¿De verdad me estás diciendo? Lo único que faltaba...”, le devolvió entre risas Rodolfo. “De verdad, te lo agradezco muchísimo”, enfatizó el ídolo. Luego fueron llamados juntos para la sesión de fotos y, si bien volvieron a cruzarse, partieron por separado. El ídolo solo en su camioneta, y el entrenador en su auto particular, aunque conducido por un amigo (no le gusta manejar, y menos trajeado).
Fue hace dos martes en la producción de fotos para la edición del 50° aniversario de la revista Gente. Por ahí andaban Mirtha, Susana, Marcelo, Charly, Moria, Palito. Personalidades que no necesitan ser nombradas por su apellido para ser reconocidas. Sin embargo, el gran protagonista del evento fue un tal Román, quien saludó a todos y, apenas se liberó, pidió permiso para ingresar a un salón contiguo y felicitar a Rodolfo Arruabarrena, otro invitado de luxe del Mundo Boca. Riquelme se acercó lentamente hacia el DT, lo abrazó y lo sorprendió con sus palabras. “Gracias por los dos títulos, Vasco”, le susurró al oído el 10, y estiró su brazo derecho para darle la mano. “¿De verdad me estás diciendo? Lo único que faltaba...”, le devolvió entre risas Rodolfo. “De verdad, te lo agradezco muchísimo”, enfatizó el ídolo. Luego fueron llamados juntos para la sesión de fotos y, si bien volvieron a cruzarse, partieron por separado. El ídolo solo en su camioneta, y el entrenador en su auto particular, aunque conducido por un amigo (no le gusta manejar, y menos trajeado).
“¿Me puedo sacar una foto con vos? No le pido a nadie pero a vos sí porque sos un monstruo”, le pregunta Ricardo Enrique Bochini, y le manguea el celular para “charlar un poco de fútbol cuando puedas”.
“Mirá la figura que tenés, chabón. Estás para ponerte los cortos y salir a la cancha cuando quieras”, lo pincha Agustín Pichot.
Fue hace dos martes en la producción de fotos para la edición del 50° aniversario de la revista Gente. Por ahí andaban Mirtha, Susana, Marcelo, Charly, Moria, Palito. Personalidades que no necesitan ser nombradas por su apellido para ser reconocidas. Sin embargo, el gran protagonista del evento fue un tal Román, quien saludó a todos y, apenas se liberó, pidió permiso para ingresar a un salón contiguo y felicitar a Rodolfo Arruabarrena, otro invitado de luxe del Mundo Boca. Riquelme se acercó lentamente hacia el DT, lo abrazó y lo sorprendió con sus palabras. “Gracias por los dos títulos, Vasco”, le susurró al oído el 10, y estiró su brazo derecho para darle la mano. “¿De verdad me estás diciendo? Lo único que faltaba...”, le devolvió entre risas Rodolfo. “De verdad, te lo agradezco muchísimo”, enfatizó el ídolo. Luego fueron llamados juntos para la sesión de fotos y, si bien volvieron a cruzarse, partieron por separado. El ídolo solo en su camioneta, y el entrenador en su auto particular, aunque conducido por un amigo (no le gusta manejar, y menos trajeado).
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