Gracián y el gol como respuesta

Su nivel está un poco más allá del festejo, tiene que ver con su confianza, con ese empujón a la titularidad que le supo dar Carlos Ischia en ausencia de Román Riquelme. Tomó la posta y sin aspirar a un reemplazo, el ex Vélez calzó en el funcionamiento del equipo y aportó una cuota de gol que, lógico, elevó su ego. 'Me siento con muchas ganas, y cuando las cosas salen bien uno se motiva siempre un poco más', comentó el Tano.

El golazo frente a Colón, luego de un doble enganche dentro del área, fue una clara señal de que Gracián no iba a dejar pasar la chance a mano. El jueves, frente a Colo Colo, ratificó sus acciones en alza cuando enfrentó al arquero y la tocó contra un palo. Ayer, en Bahía Blanca, recibió un pase de Mauro Boselli, ingresó a la zona de fuego, enganchó para la zurda y la ubicó al segundo palo de José Ramírez. Otro pase a la red, esta vez con la pierna menos hábil. Un rato antes, lo había dejado mano a mano a Rodrigo Palacio con una asistencia propia de los que llevan la lectura del partido bajo el brazo. Fue el resultado final, sin dudas, lo que dejó un vacío inevitable en lo que hubiera sido una noche fantástica con tres valiosos puntos para el campeonato.

Si Gracián seguirá en el equipo cuando Riquelme se sienta recuperado del desgarro (en su entorno aseguran que el diez podría estar para el partido de la Copa, el martes 8 de abril frente a Atlas en México) es una respuesta que sólo tiene Ischia. Mientras tanto, el Tano guarda actuaciones en la bolsa de los merecimientos para alcanzar lo que, según dice, es una ilusión inmediata: 'Tengo esperanza de seguir en el equipo y jugar al lado de Riquelme, pero eso es una decisión del entrenador.' Quedará, entonces, en manos del técnico la apuesta a futuro. Por el momento, será titular el sábado, nuevamente, ante Banfield. De todos modos, cuando el tren pasó el talentoso volante supo subirse y ahora su imagen crece cada 90 minutos, siendo una alternativa directa para la elaboración de fútbol en Boca.