Garra charrúa

Dicen aquellos que saltaron al campo de juego de la Bombonera en partidos decisivos, que el piso tiembla como si fuese un terremoto. La presión de ese estadio puede paralizar a propios y extraños. Hay que tener temperamento para calzarse la camiseta de Boca cuando la situación es límite y el 14 de julio los jugadores deberán pasar una de esas vivencias que pueden ser traumáticas o gloriosas.

Guillermo Barros Schelotto conoce más que nadie esa descripción y su mirada en el mercado de pases se centró en un nombre con la personalidad necesaria para llegar, ponerse la casaca y no tenerle miedo al momento. Es por eso que el lateral uruguayo Álvaro Pereira tiene todo encaminado para ser el nuevo refuerzo, de cara a la próxima temporada pero en especial con la mirada puesta en el duelo ante Independiente del Valle por la Semifinal de la Copa Libertadores.

Palito está a préstamo en Getafe desde hace seis meses y su vínculo vence a fin de mes, por lo que debería retornar a Estudiantes de La Plata, quien lo adquirió al Inter de Italia. El charrúa de 30 años había rendido con creces en el Pincha, pero la batalla campal que se vivió en el clásico de verano lo llevó a pedirle a los directivos que le permitan cambiar de aire por unos meses para alejarse del foco de escándalo.

Lo cierto es que luego de la trunca llegada del chileno Jean Beausejour, Boca se enfocó en el uruguayo que en el país vistió también las camisetas de Quilmes y Argentinos Juniors. Teniendo en cuenta que el lateral Jonathan Silva volverá a Portugal porque se finalizó su cesión por seis meses, el charrúa vendría a pelear el puesto con Frank Fabra, aunque también puede desempeñarse por el otro costado de la defensa o mismo en el mediocampo.

Eso sí, en el Xeneize deberán aguardar a la finalización de la participación de Uruguay en la Copa América de Estados Unidos (del 3 al 26 de junio), ya que Palito es una pieza fundamental del equipo del Maestro Tabárez.