Con el último suspiro, Boca le ganó a Gimnasia y es puntero

Para Boca, el partido de esta tarde con Gimnasia era clave. Primero, porque una victoria lo metía en la cima del campeonato y le cedía a San Lorenzo toda la presión. Segundo, porque justamente el Ciclón será su rival la semana que viene, en un duelo que podría ser definitorio. Y tercero, porque luego deberá enfrentar, por última vez en el año, a River para cerrar una seguidilla durísima. Y quedarse con los tres puntos en el Bosque era de vital importancia para llegar de la mejor manera.

Para ello, Rodolfo Arruabarrena dispuso una formación bastante ofensiva, con Gago, Pablo Pérez, Lodeiro, Tevez y Calleri como titulares. Enseguida, el Xeneize impuso su estilo y llevó el encuentro adelante a su manera, con tenencia y generando situaciones. Para el Lobo, todas eran malas: no sólo no podía agarrar la pelota, sino que encima se quedaba con 10 por la expulsión de Benítez a los 21' por una fuerte entrada sobre Andrés Cubas.

Sin embargo, esa roja -que no sería la única- motivó al conjunto local. Desde la inferioridad numérica, el equipo de Pedro Troglio aguantó como pudo lo que quedaba de la primera etapa y golpeó rápido en el complemento. Coronel quitó, Mendoza agarró a Tobio mal parado y habilitó a Mazzola, que amagó a Orion y puso el 1 a 0. Todo era sorpresa en La Plata y, encima, Jonathan Calleri se hacía expulsar con un codazo innecesario sobre Barsottini.

Ahora, el que sufría era el visitante, aunque la alegría del local duró poco. Tras un tiro de esquina, Pintita agarró el rebote en la medialuna, pateó al arco y el rebote le quedó al uruguayo, que puso el 1 a 1 con un remate al palo derecho de Navarro. Así, a los 60 minutos, todo estaba como al principio, pero Coronel se encargó de volver a poner la ventaja del lado rival tras otro patadón sobre Gino Peruzzi. Casualidad o no, a los 21', pero esta vez del ST, Ceballos acertó una vez más -como en casi toda la noche- y echó bien al defensor.

El descontrol se apoderó en ese último cuarto de hora. Boca iba, Gimnasia aguantaba y salía de contra... La imprecisión a la hora de definir también era un protagonista principal y, por eso, el Vasco decidió el ingreso de Chávez para tener más presencia ofensiva. Y en una de esas tantas jugadas, Peruzzi rompió por afuera, metió el centro por abajo y el ex-Banfield sólo la tuvo que empujar para llevarse el triunfo a La Bombonera.

De esta manera, con más lucha que buen fútbol, el Xeneize hizo su parte y mira a todos desde arriba. Ahora, el Ciclón deberá vencer a Banfield en el Nuevo Gasómetro si quiere llegar primero también a la fecha decisiva.