Boca unidos

Los cuatro con los brazos abiertos. Los que van y el que espera. Son Walter Bou, Pablo Pérez y Carlos Tevez por un lado y Leo Jara por otro. No hay ninguna apuesta, ninguna profecía cumplida, ninguna cuestión familiar de por medio. Es solamente el abrazo de los que fueron titulares al que se concentró pero quedó afuera del banco de suplentes. Es una foto y mucho más. Es el reflejo de un grupo que después en este tramo duro del campeonato encontró en la unión un arma fundamental.

“Gran triunfo, a disfrutar y a seguir con todo en este último tramo. Dedicado a Leo y a los demás chicos que quedan afuera”, tuiteó Pérez, uno de los que llevó la cinta de capitán en esta etapa y asumió un rol importante dentro del grupo, para terminarle de poner palabras a esa imagen. Centurión, Pavón y varios más publicaron fotos en el vestuario después del partido. “Por el buen camino”, escribieron. Y nada de esto es casualidad...

“El viaje a Sevilla sirvió mucho para unir al grupo, para fortalecerlo”, cuentan quienes viven el día a día junto a los jugadores. Tevez se volvió más líder, como si hubiera entendido que sin Orion ni el Cata Díaz debía hacerlo; Gago se reincorporó después de siete meses de una larga recuperación y se paró al lado del Apache, hombro con hombro, y los que se movían en una segunda línea asumieron un mayor protagonismo, como es el caso del mismo Pérez. El viaje en sí, las charlas y alguna salida grupal forteleció el vínculo y ayudó a dejar atrás las dudas que se habían generado desde la eliminación de la Libertadores, la renovación, el futuro de Carlitos y la eliminación de la Copa Argentina. Fue el renacimiento de lo que se está viendo ahora en cada práctica, cada partido, cada festejo de gol, cada vestuario. Fue la vuelta de las sonrisas a la cara de Gago y también a la de Tevez. Y la naturalidad con la que los jugadores se expresan hacia afuera no hace otra cosa de hablar del buen clima que hay puertas adentro.

Boca unidos. Así todo es más fácil.