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BOCA JUNIORS
03/11/2016 VIDEO: Boca se fue caliente: reclamó un penal y una roja
En el primer tiempo, hubo un airado pedido a Loustau por una mano de Gissi en el área. Y Villagra debió ver la segunda amarilla.
Tan hablado estuvo el partido en la previa que cada situación dudosa iba a generar revuelo. Y así fue. A los 22 minutos del primer tiempo llegó la primera y fue en el área de Rosario Central.
Tras un centro desde la derecha de Jonathan Silva, la pelota buscaba la cabeza de Santiago Vergini, que no pudo conectar y terminó pegando en la mano de su marca, Dylan Gissi, que estaba atrás. El defensor, en su afán de sacarla, tampoco pudo darle de cabeza.
Patricio Loustau, que estaba bien ubicado (en el punto del penal), y el juez de área Ariel Penel (estaba sobre la línea de fondo, a cinco metros de la jugada) interpretaron que el impacto había sido casual, aunque Gissi abarcó un área más grande que lo habitual con su movimiento.
Más tarde, a los 33 minutos, el árbitro debió sacarle la segunda amarilla a Cristian Villagra, quien había sido amonestado por una infracción a Centurión, y barrió con vehemencia contra Pablo Pérez sobre el costado izquierdo. Loustau dijo 'siga, siga'.
En el segundo tiempo no hubo jugadas puntuales, aunque a los 25 minutos se produjo un encontronazo tras una jugada en la que Silva no le devolvió la pelota a su rival. Después de las quejas, Carlitos Tevez intervino y entregó el balón.
El choque por los cuartos de final de la Copa Argentina en Córdoba estaba salpicado por lo que había ocurrido hace un año en la final del certamen, cuando el árbitro Diego Ceballos tuvo una pésima actuación y favoreció a Boca con sus errores.
Se habló demasiado. Eduardo Coudet y Guillermo Barros Schelotto abrieron sus paraguas. Y para colmo, el vicepresidente de Central Luciano Cefaratti pidió controlar la temperatura de las bolillas utilizadas en el sorteo del árbitro.
La realidad es que Patricio Loustau cometió errores determinantes en el primer tiempo que pudieron haber cambiado el rumbo del partido. Y esta vez el favorecido fue el equipo rosarino.
Patricio Loustau, que estaba bien ubicado (en el punto del penal), y el juez de área Ariel Penel (estaba sobre la línea de fondo, a cinco metros de la jugada) interpretaron que el impacto había sido casual, aunque Gissi abarcó un área más grande que lo habitual con su movimiento.
Más tarde, a los 33 minutos, el árbitro debió sacarle la segunda amarilla a Cristian Villagra, quien había sido amonestado por una infracción a Centurión, y barrió con vehemencia contra Pablo Pérez sobre el costado izquierdo. Loustau dijo 'siga, siga'.
En el segundo tiempo no hubo jugadas puntuales, aunque a los 25 minutos se produjo un encontronazo tras una jugada en la que Silva no le devolvió la pelota a su rival. Después de las quejas, Carlitos Tevez intervino y entregó el balón.
El choque por los cuartos de final de la Copa Argentina en Córdoba estaba salpicado por lo que había ocurrido hace un año en la final del certamen, cuando el árbitro Diego Ceballos tuvo una pésima actuación y favoreció a Boca con sus errores.
Se habló demasiado. Eduardo Coudet y Guillermo Barros Schelotto abrieron sus paraguas. Y para colmo, el vicepresidente de Central Luciano Cefaratti pidió controlar la temperatura de las bolillas utilizadas en el sorteo del árbitro.
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