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BOCA JUNIORS

Boca campeón: los cantitos, con cargadas picantes para River
Los jugadores gozaron el título y se acordaron del descenso de su máximo rival.
Los jugadores se hicieron piña en el centro de la cancha del Bosque.
El sufrido 2-2 quedaba en el olvido aplastado por el grito de campeón. Por la alegría, los abrazos. Apareció el cotillón con sombrillas y gorros para ponerle color al campeón. Y enseguida también los cantitos.
A la hora de sacar el cancionero hubo un primer foco de atención: River. 'Suben y bajan, suben y bajan, parecen ascensor', bramaban los hombres de Boca moviendo los brazos de arriba hacia abajo en el habitual hit para recordar el descenso de su máximo rival.
Más tarde llegó el conocido 'River, decime que se siente...' y el 'se lo dedicamos a todos'. Para desembocar en el inoxidable 'Dale, campeón' cuando Carlos Tevez levantó el trofeo de la Superliga.
Fue una descarga para todo Boca. Y una especie de revancha también luego del duro golpe por haber perdido la Supercopa Argentina ante River, una final que marcó una bisagra para ambos en el semestre.
Por eso el equipo de Guillermo Barros Schelotto sabía que no podía dar un paso en falso en la Superliga, certamen que domina desde el comienzo.
En el Bosque, a una fecha del final, despejó todos los fantasmas. Celebró y lo dedicó, claro.
A la hora de sacar el cancionero hubo un primer foco de atención: River. 'Suben y bajan, suben y bajan, parecen ascensor', bramaban los hombres de Boca moviendo los brazos de arriba hacia abajo en el habitual hit para recordar el descenso de su máximo rival.
Más tarde llegó el conocido 'River, decime que se siente...' y el 'se lo dedicamos a todos'. Para desembocar en el inoxidable 'Dale, campeón' cuando Carlos Tevez levantó el trofeo de la Superliga.
Fue una descarga para todo Boca. Y una especie de revancha también luego del duro golpe por haber perdido la Supercopa Argentina ante River, una final que marcó una bisagra para ambos en el semestre.
Por eso el equipo de Guillermo Barros Schelotto sabía que no podía dar un paso en falso en la Superliga, certamen que domina desde el comienzo.
En el Bosque, a una fecha del final, despejó todos los fantasmas. Celebró y lo dedicó, claro.
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