Almirón, el elegido por Riquelme: el día que le hizo un gol a Boca y la vez que La Volpe lo colgó

La historia de Jorge Almirón, el entrenador elegido por Juan Román Riquelme en Boca

Oriundo de San Miguel, Jorge Almirón se crió en el Gran Bueno Aires luego de que sus padres, formoseños, se instalaran en dicha provincia en búsqueda de un futuro mejor. Sus papas se conocieron en una fábrica de textil, en Don Torcuato, formaron una familia con un hijo mayor varón y dos hijas, y el Negro -como lo llaman- trabajó desde muy chico en una fábrica de pulido de bronce, en Caseros.

Después de cumplir su jornada laboral de 7 de la mañana a 5 de la tarde, Almirón iba al colegio a la noche. En el tiempo libre, sus primer contacto con el fútbol lo tuvo en unos "buenos picados" que se armaban en una cancha de la zona hasta que a los 14 años lo fichó San Miguel: "No era sencillo jugar allí. No había árbitros, no había policía, se suspendían los partidos cada dos por tres, era difícil entusiasmarse y por eso terminé dejando", comentó en una entrevista con El Gráfico en 2014.

Unos años después, un directivo de Chacarita -que también era el dueño de la fábrica en la que trabajaba- lo quiso llevar al Funebrero, pero al ir a buscar la ficha a San Miguel se topó con un entrenador que lo conocía y que lo convenció para que se sumara a la Reserva del Verde. El entonces delantero debutó de la mano de Rubén Glaría en Primera, tuvo un paso por Santiago Wanderers de Chile, y regresó para disputar un reducido con San Miguel que terminó a las piñas en un partido contra Arsenal por el ascenso.



Oscar Cavallero, director técnico de Deportivo Español por aquel tiempo, llevó a Jorge Almirón a su equipo y allí marcaría cuatro goles en los nueve meses que defendió la camiseta del cuadro de la comunidad española. Uno de sus tantos, lo hizo ante Boca en La Bombonera, por la fecha 15 del Clausura 1997, en un partido en el que además aportaría una asistencia para la victoria por 3-1.

En 1997, Ricardo La Volpe -que después se convertiría en su máximo referente como entrenador- lo llevó al Atlas de México, pero luego lo colgaría tras una fuerte discusión: “Ricardo era mi técnico, sentía admiración por él, pero en un momento no me sentí bien tratado y reaccioné, estuvimos a punto de irnos a la manos. Me habló mal, le contesté, y me mandó a correr alrededor de la cancha. No lo hice y me metí en el vestuario. Enseguida vino Ricardo y nos dijimos de todo ahí adentro, solitos, una discusión muy fuerte. Me aseguró que no iba a jugar nunca más en México y después me tuvo 20 días corriendo solo, aparte”, declaró en El Gráfico.

Jorge Almirón y su rápida transición de jugador a entrenador

Tras hacer la mayor parte de su trayectoria en el fútbol mexicano, donde defendió la camiseta de Atlas, Monarcas Morelia, Querétaro, Atlante, León y Dorados de Sinaloa, inmediatamente, de la noche a la mañana, empezó su carrera como entrenador en el equipo que muchos años después dirigiría Diego Armando Maradona: "Pensé que me iban a bajar el sueldo para después tener que romper el contrato, porque no se había cumplido el objetivo del ascenso, pero me ofrecieron dirigir el equipo", reveló en El Gráfico.

Su segundo equipo como DT fue Defensa y Justicia, club en el que tuvo un buen inicio, pero en el que decidió marcharse tras no poder imponer su estilo de juego: “Arrancamos muy bien, hasta la fecha 9 íbamos segundos, pero noté que varios de los jugadores no estaban convencidos de salir jugando, no los vi cómodos, entonces, como yo no iba a cambiar, decidí irme”.

Luego, Jorge Almirón regresó a México para entrenar a Tijuana y retornó a la Argentina para dirigir a Godoy Cruz y a su primer equipo grande: Independiente. Tras sus pasos frustrados en el Tomba y el Rojo, llegó a Lanús y logró formar uno de los mejores equipos del fútbol argentino, y de los mejores en la historia del club del Sur con el que consiguió tres títulos en 2016: Torneo Local, Copa Bicentenario y Supercopa Argentina.



A partir de su gran campaña con el Granate, Almirón se posicionó entre los mejores entrenadores del país e incluso Mauricio Macri lo postuló para la Selección Argentina. Sin embargo, el Negro dirigió en Atlético Nacional de Colombia, San Lorenzo, Al Shabab de Arabia Saudita, Elche de España, retornó a Lanús y tuvo su segundo ciclo en Elche, todos clubes en los que logró -por momentos- plasmar su idea de juego, pero no consiguió los resultados.

Tras el "no" de Martino y Pékerman, el ídolo de Boca y actual vicepresidente, Juan Román Riquelme, quien siempre lo tuvo en buena consideración, lo eligió para reemplazar a Hugo Ibarra porque confía en que le pueda dar una identidad de juego al equipo. A sus 41años, Almirón cuenta con la gran chance de relanzar su carrera en el Xeneize, un desafío que no dudó en aceptar y que podría iniciar el próximo miércoles nada más ni nada menos que ante el Ciclón en el clásico.