Un drama inesperado para Riquelme

El Xeneize sale al mercado, pero ¿qué necesita?


El impacto de la pandemia por el COVID-19 y la extensa cuarentena que atraviesa Argentina dejará sin dudas graves consecuencias en las instituciones. A Independiente y Huracán los intimaron; San Lorenzo seguramente perderá a Bareiro y también a Nicolás Navarro; en River casi es un hecho la salida de Montiel, a Borré lo quieren en Europa y el futuro de Scocco parece estar en otro lado; y en Racing dan por sentada la venta de Zaracho. Así, el único que parecía surfear la ola, al menos entre los grandes, era Boca. Pero no: a la ya confirmada partida de Junior Alonso se suma ahora la de Marcos Díaz, la cual abre la puerta a un problema tan grande como inesperado.


Si bien al arquero se le termina el contrato en junio, la dirigencia ya le había advertido que no iban a renovarle. ¿Los motivos? Varios. Su llegada fue un pedido expreso de Gustavo Alfaro en su desembarco desde Huracán y, al haberse incorporado con el pase en su poder, pero a sabiendas de que seguramente sería suplente, el Xeneize lo tentó con un contrato alto. Sin el DT que lo pidió en el banco, con una posibilidad concreta de pasar a Leganés y ante la necesidad de ahorrar por parte del club, el departamento de fútbol decidió no extender nuevamente el vínculo y apostar por el retorno de Agustín Rossi, quien está a préstamo en Lanús.


Pero he aquí donde comienzan los problemas. Rossi dejó el equipo luego de la final de la Copa Libertadores 2018: había recibido muchas críticas a pesar de haber reemplazado correctamente a Esteban Andrada en las instancias finales del certamen y, tras un breve e infructuoso paso por Antofagasta, recaló a mediados de 2019 en Lanús. Allí recuperó el nivel, tanto así que Udinese, quien podría perder a Juan Musso en manos de Inter, pensó en él para reemplazarlo. A la intención la sustenta una oferta de seis millones y medio de euros, que, por ahora, quedó en stand by.

Entonces, con Díaz afuera y Rossi casi, Boca pasaría de tener tres arqueros que bien podrían ser titulares a solo uno: Andrada. Y es un secreto a voces que a Sabandija lo buscan de todos lados. Figura del campeón, especialmente en el segundo semestre de 2019, constantemente coquetea con jugosas ofertas que harían imposible retenerlo.

'No le vamos a cortar la carrera a nadie', repite Jorge Amor Ameal cuando le preguntan por estos temas. El plan de Juan Román Riquelme para solucionar esto parece tener nombre y apellido: Javier García. Actualmente en Racing, el jugador se formó enteramente en el club. Debutó y fue campeón en 2008, pero jugó poco e hizo casi toda su carrera en Tigre antes de pasar a la Academia, en donde es suplente desde 2017. El vicepresidente también lo piensa en ese rol, pero en un futuro cercano podría tener que ponerse el buzo y volver a pararse bajo los tres palos de La Bombonera.


En ese sentido, se abre el interrogante: ¿no sería mejor ir a buscar ahora a alguien que pueda ser titular en poco tiempo aunque tenga que estar relegado unos meses? La Liga Profesional no tiene fecha de arranque y se estima que con suerte será en septiembre. A Andrada el contrato se le termina en junio de 2021, por lo que bien podrían venderlo en enero. Así, serían solo unos pocos meses los que debería esperar en el banco para después dar el salto.