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SCHELOTTO
14/09/2017 VIDEO: El nacimiento del ídolo
'¡Cómo pasa el tiempo! Fue el 14 de septiembre de 1997.
¿Veinte años pasaron de mi debut en Boca!', dice Guillermo Barros Schelotto, mira el calendario y viaja al pasado.
Maradona está con el 10, Caniggia con el 8 y Palermo platinado con el 9. Es la tercera fecha del Apertura 97, Boca anda prendido arriba y la Bombonera estalla por el sueño de un campeonato. El problema, lo que posiblemente haya permitido su debut, es que Newell’s no se la hace sencilla. Diego la mete de penal, Lujambio lo empata. El Bambino Veira, esperando que alguna ocurrencia fuera de libreto ayuden a Boca, lo manda a la cancha. Es el ídolo en su primera vez.
El VHS un tanto gastado lo muestra con cara de nene travieso, pero inconfundible. Tiene el número 23 en la espalda y, vaya cosa del destino, entra por el 7, que todavía es del Huevo Toresani.
Pero eso no es todo, porque el debut de los ídolos nunca es un debut cualquiera: debe tener algo de dramatismo y heroísmo. El dramatismo se lo da el empate de local cuando faltan tres minutos y el heroísmo lo aporta él: Ñol Solano manda un tiro libre al área, todos saltan pero nadie cabecea, la pelota queda ahí y Guillermo no duda. Cani intenta agarrarlo, Bermúdez grita con los brazos en alto, Solano intenta alcanzarlo, se suman Cagna, Pineda y Latorre, que había entrado por Diego. Tira un beso a la gente, ahí sus compañeros lo alcanzan y lo abrazan, y la Bombonera se rinde a sus pies. Sería la primera vez de muchas.
El gol de Guillermo en su debut en Boca
Fue hace exactamente 20 años.
El VHS un tanto gastado lo muestra con cara de nene travieso, pero inconfundible. Tiene el número 23 en la espalda y, vaya cosa del destino, entra por el 7, que todavía es del Huevo Toresani.
Pero eso no es todo, porque el debut de los ídolos nunca es un debut cualquiera: debe tener algo de dramatismo y heroísmo. El dramatismo se lo da el empate de local cuando faltan tres minutos y el heroísmo lo aporta él: Ñol Solano manda un tiro libre al área, todos saltan pero nadie cabecea, la pelota queda ahí y Guillermo no duda. Cani intenta agarrarlo, Bermúdez grita con los brazos en alto, Solano intenta alcanzarlo, se suman Cagna, Pineda y Latorre, que había entrado por Diego. Tira un beso a la gente, ahí sus compañeros lo alcanzan y lo abrazan, y la Bombonera se rinde a sus pies. Sería la primera vez de muchas.
El gol de Guillermo en su debut en Boca
Fue hace exactamente 20 años.
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