El Boca Barros Schelotto

Por el 5, que siempre el apuntado fue Sebastián Pérez, recién ahora volverán a hacer un intento porque se frenó su pase al Sevilla. Y los otros puestos a reforzar, más atrás en el orden de prioridades, mejor ni hablar... La novela del mercado de pases no se le termina más a Guillermo Barros Schelotto y, al menos por ahora, se está arreglando con lo que tiene: hay 11 jugadores -con algunas variantes durante esta pretemporada- que hasta tanto no lleguen y se afiancen los refuerzos se están adueñando de las pecheras titulares en cada entrenamiento.

El equipo que aparece en los últimos ensayos, tanto en el 4-0 del sábado ante Huracán como en la práctica de ayer, no tiene caras por presentar y descubrir. Están Vergini, Zuqui y Benedetto, los tres llegados antes de las semifinales de la Copa Libertadores. Lo que el Melli pidió después de la eliminación se volvió una misión imposible. Y ahí fue que, a contramano del deseo de todo entrenador de tener a los refuerzos en la pretemporada, tuvo que empezar a darle forma a una formación con retoques estéticos, de esquema y de funciones, en vez de cambios de protagonistas. Es más una renovación de estilo que de nombres, por más que consideraran que hay jugadores con “ciclos vencidos”. Y con esa base transita rumbo al inicio de la competencia oficial.

Por más desacuerdos que haya en AFA, la primera fecha está programada para el 19/8, dentro de diez días, y el domingo tiene ante San Lorenzo el primer amistoso formal de la pretemporada. En ese equipo revitalizado, asoma el cambio de arquero (Sara y no Marchesín), una nueva pareja de centrales (pero sin Gustavo Gómez), se mantienen los laterales por más que Peruzzi tenía colgado un cartelito de venta. De la defensa para adelante, con el 4-2-3-1 en lugar del 4-3-3, ni Cubas ni Jara mantuvieron un lugar en el medio, y como contención aparecieron Pablo Pérez-Bentancur. Y los tres ofensivos que respaldan al 9 (Benedetto), con Cristian Pavón en los Juegos Olímpicos, son Zuqui, Tevez y Pachi Carrizo. Castellani fue una alternativa por la izquierda en los primeros ensayos, pero fue perdiendo su lugar y ahora forma parte de los suplentes.

Las prioridades, por más que no hayan llegado, siempre estuvieron claras: 1, 2 y 5. Y en un segundo orden, uno o dos delanteros ante las partidas de Chávez y Palacios y la falta de recambio para Benedetto. Pero, por el momento, las negociaciones no tuvieron un buen final y los nombres que se manejan como alternativa para los puestos prioritarios que se cayeron no son para llegar y jugar: son un plan B para fortalecer posiciones con pocas variantes. “Decidí venir en un momento difícil, en el que al otro día que agarramos estábamos dirigiendo un clásico. Siempre se dieron estas situaciones en el mercado. Primero estuvimos a contratiempo, porque se venía la semifinal y nadie te atendía. Ahora volvemos a estar en el mercado, y cuesta... Los dirigentes están trabajando y creo que van a llegar los refuerzos que necesitamos”, explicó Guillermo, sin mostrar ansiedad. Y después agregó: “Ya tenemos una idea del equipo, y lo vamos probando. A lo largo de estos días veremos cuál es el mejor para que Boca gane...”.

Así, en un mercado difícil, lo más cercano a un refuerzo es Tobio, que ayer pasó por Casa Amarilla a saludar. Mientras tanto, los mellizos arman el Boca B(arros Schelotto)