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SCHELOTTO
23/03/2017 Boca Juniors: Volver al fixture
Previo a la reanudación del torneo, en una de las charlas futboleras que cierran la jornada de trabajo en el complejo Pedro Pompilio, una de las pocas personas del Mundo Boca con acceso VIP al vestuario de los técnicos compartió una teoría que no pasó por alto en la mente de los mellizos.
“Si ganamos diez partidos más, somos campeones”, advirtió. No parecía una locura pensarlo porque los números eran evidentes.
La trabajada victoria contra Banfield nutrió esa probabilidad y la derrota en casa ante Talleres no terminó de echarla por tierra. Guillermo terminó preocupado con el desempeño defensivo del equipo y sabe que tendrá que mejorar mucho para recuperar el nivel de la recta final del primer semestre, aunque el fixture le sigue sonriendo. Y el de los otros candidatos al título, también.
A saber: si se tienen en cuenta los porotos que acumulan los próximos cinco rivales de los equipos que animan la tabla, Boca es el que tendrá enfrente a los adversarios más débiles. Al igual que Estudiantes, tercero en las posiciones, los conjuntos con los que se medirá el Xeneize suman 93 unidades, mientras otros equipos como el Banfield de Falcioni, también prendido arriba, deberá verse las caras con contrincantes de mejor presente.
En ese primer cálculo que manejaban en el club contabilizaban como triunfo casi seguro el partido del domingo pasado, y se falló. Pero si bien Boca dejó pasar esa oportunidad única para sacarle seis de ventaja a San Lorenzo, que ya había caído en Córdoba, que el Ciclón tampoco haya sumado terminó maquillando la derrota en casa. Misma diferencia de puntos que al comienzo de la fecha, con un encuentro menos por delante, no deja de ser una buena noticia.
Eso sí: el triunfo de Newell’s metió nuevamente en carrera al equipo rosarino, al que Boca debe recibir en la fecha 25. Un detalle a favor: tanto el CASLA como el Pincha juegan Libertadores. Uno en contra: la Copa se reanudará recién a mitad del mes que viene.
En el horizonte cercano de Boca aparecen equipos de mucho menor relieve que los que ya enfrentó. La racha frente a rivales pesados la superó con éxito en el cierre del 2016, con Tevez y Gago en nivel superlativo y tres triunfos al hilo frente a San Lorenzo, River y Racing.
Y el calendario seduce: luego de visitar a San Martín (28° en la tabla) el domingo, se le vienen Defensa (18°), Vélez (26°), Patronato (16°) y Arsenal (30°). No es descabellado creer que de esos 15 puntos, Boca pueda sumar al menos diez. Sería, en realidad, continuar con la tendencia. Pese al tropezón ante la T, el Xeneize ganó diez de los 16 partidos del torneo, perdió dos, y es el equipo más goleador.
Schelotto entiende que no jugar Libertadores ya es de por sí un motivo suficiente para aventajar al resto. Intimamente sabe que el título no se le puede escapar. Que Boca haya aceptado jugar este finde responde, en parte, a querer seguir viéndose arriba y no darle la posibilidad al resto de alcanzarlo.
A saber: si se tienen en cuenta los porotos que acumulan los próximos cinco rivales de los equipos que animan la tabla, Boca es el que tendrá enfrente a los adversarios más débiles. Al igual que Estudiantes, tercero en las posiciones, los conjuntos con los que se medirá el Xeneize suman 93 unidades, mientras otros equipos como el Banfield de Falcioni, también prendido arriba, deberá verse las caras con contrincantes de mejor presente.
En ese primer cálculo que manejaban en el club contabilizaban como triunfo casi seguro el partido del domingo pasado, y se falló. Pero si bien Boca dejó pasar esa oportunidad única para sacarle seis de ventaja a San Lorenzo, que ya había caído en Córdoba, que el Ciclón tampoco haya sumado terminó maquillando la derrota en casa. Misma diferencia de puntos que al comienzo de la fecha, con un encuentro menos por delante, no deja de ser una buena noticia.
Eso sí: el triunfo de Newell’s metió nuevamente en carrera al equipo rosarino, al que Boca debe recibir en la fecha 25. Un detalle a favor: tanto el CASLA como el Pincha juegan Libertadores. Uno en contra: la Copa se reanudará recién a mitad del mes que viene.
En el horizonte cercano de Boca aparecen equipos de mucho menor relieve que los que ya enfrentó. La racha frente a rivales pesados la superó con éxito en el cierre del 2016, con Tevez y Gago en nivel superlativo y tres triunfos al hilo frente a San Lorenzo, River y Racing.
Y el calendario seduce: luego de visitar a San Martín (28° en la tabla) el domingo, se le vienen Defensa (18°), Vélez (26°), Patronato (16°) y Arsenal (30°). No es descabellado creer que de esos 15 puntos, Boca pueda sumar al menos diez. Sería, en realidad, continuar con la tendencia. Pese al tropezón ante la T, el Xeneize ganó diez de los 16 partidos del torneo, perdió dos, y es el equipo más goleador.
Schelotto entiende que no jugar Libertadores ya es de por sí un motivo suficiente para aventajar al resto. Intimamente sabe que el título no se le puede escapar. Que Boca haya aceptado jugar este finde responde, en parte, a querer seguir viéndose arriba y no darle la posibilidad al resto de alcanzarlo.
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