¿Y si te llama Román? ¿Alcanza?

“¿Cómo no lo voy a atender? Si es Riquelme...”, dijo uno. “Lo atendería porque todo el mundo sabe lo que significa para el fútbol”, dijo otro. Para que no queden dudas de que la presencia de Riquelme al frente de Boca genera mucho más que la de cualquier otro mortal, que cuando llega al celular de un futbolista un mensaje que dice “soy Román” provoca algo diferente, y todos saben de quién se trata. Ni hace falta que mencione el apellido.



Riquelme puede hablar sin intermediarios con Messi, Hazard, Iniesta, Xavi o quien se le ocurra del mundo del fútbol. Así lo hizo por ejemplo con Mauricio Isla, por mencionar a uno de los últimos jugadores top que salió a buscar directamente él en vez de delegar en Bermúdez, Cascini o Delgado, sus laderos del Consejo de Fútbol. Ever Banega y Paolo Guerrero, en el mercado anterior, fueron otros casos de los que se ocupó.

Sin embargo, aunque los mercados de pases recién se analizan cuando terminan, lo que está a la vista es que la realidad del fútbol argentino (sus dudas y sus trabas para volver más que en otros países de Sudamérica) y la realidad de la economía local (dólar por las nubes y limitado) por el momento están haciendo que con el nombre no alcance. Por más que te llames Juan Román Riquelme.