Las mejores frases de Diego Maradona, en 100 argentinos dicen

Dos familias se baten a duelo para adivinar, tópico por tópico -esta vez el deportivo-, lo que piensan la mayoría de los ciudadanos en el país.

"Si suena esta música ("La Mano de Dios", de Rodrigo Bueno) es porque vamos a hablar de uno de los grandes ídolos del deporte argentino. Te puede caer bien o no tan bien, pero negar que es un ídolo es una cosa absurda. Le pedimos a 100 argentinos que recuerden una frase del Diego", fue la consigna que lanzó el conductor Darío Barassi.

"Me cortaron las piernas", "La pelota no se mancha", "La tenés adentro", "Te lo juro por Dalma y Gianinna" y "Se te escapó la tortura" fueron cinco de las seis respuestas adivinadas por los participantes, pero nadie pudo sacar la de "Segurola y Habana".

l 7 de octubre de 1995, Diego Maradona regresó al fútbol tras la sanción de 15 meses que le impuso la FIFA luego del Mundial de Estados Unidos, un año antes. Lo hizo en Boca, dirigido por Silvio Marzolini, y fue recibido por sus hijas Dalma y Gianinna que estaban en una caja de regalos, en la Bombonera, sosteniendo un cartel que decía: "Gracias, papá".

Su rival era Colón, que volvía a jugar en Primera tras más de diez años en el ascenso. En el equipo santafesino jugó el mediocampista central Julio César Toresani, quien ese día se desempeñó como volante derecho, el otro protagonista de la historia.

En un partido duro, que ganó Boca con un gol de Darío Scotto a falta de un minuto, Toresani no duró demasiado. A los 38 minutos, tras una fuerte infracción de Claudio Caniggia a Dante Unali, el Huevo salió en defensa de su compañero y fue atacar de manera vehemente contra Cani, lo que provocó la intervención de Diego. Como resultado el árbitro Francisco Lamolina lo expulsó.

Ya con la victoria xeneize decretada, Toresani habló en televisión, en la zona de vestuarios, sobre aquel momento vivido en el campo de juego: "A mí me echó Maradona. Me gustaría tenerlo enfrente haber si me dice lo que me dijo en la cancha. Lo iría a buscar hasta la casa".

Claro está que Maradona, fiel a su estilo, le respondió. Es ahí que nació la frase que quedará por siempre en la memoria de los amantes del Diez y el fútbol: "Yo le dije a Lamolina que no lo eche, lo juro por mis hijas. Lo espero en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. No tengo ningún problema en que me venga a buscar". Así, sin más, Diego lo invitó a su departamento en Villa Devoto.

Al final todo quedó en la nada y el mediocampista nunca se presentó en el domicilio. Por cuestiones del fútbol, un año después, Toresani recalaría en Boca, con Maradona. Allí jugó 47 encuentros e hizo ocho goles durante 1996 y 1997.

En ese lapso, limaron asperezas y tuvieron una excelente relación. Toresani tuvo un fatídico final de vida, el 22 de abril de 2019 se suicidó a los 51 años.